Alpedrete de la Sierra - Monasterio Bonaval

¿Triatlón o enduro? Esa es la pregunta que nos planteábamos mientras realizábamos la ruta del segundo sábado de junio. Sobre la bici recorrimos senderos y trialeras de subida y de bajada, andando cruzamos sembrados y subidas imposibles, y casi nadando vadeamos algunos ríos...

La ribera oeste del Jarama, en la provincia de Guadalajara, fue el escenario de una de las mejores rutas de enduro realizadas este año. Pequeños pueblos de apenas un centenar de habitantes, dedicados a la ganadería, con casas de caliza, pizarra y adobe; senderos estrechos, semiocultos por la maleza, tapizados de pizarra y con múltiples regueros de agua; bosques repletos de alisos, álamos, fresnos y olmos; construcciones abondonadas y medio derrumbadas; escasa presencia humana; subidas y bajadas constantes... ¿existen mejores condiciones para la práctica del enduro?

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ASISTENTES
Nos reunimos 5 bikers: Arandino, Gustrek, Jeby, Jesusla y Senderos.

TRACK DE LA RUTA

Haz click aquí para descargar el track de la ruta.

DATOS DE LA RUTA
Sábado 11 de junio: 36,5km, 1.130m de desnivel de subida acumulado, 5 horas (3 horas y 22 minutos dando pedales).

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IMÁGENES DE LA RUTA



CRÓNICA
mtb madrid monasterio bonavalEl inicio de la ruta se establece en Alpedrete de la Sierra, en cuya plaza nos habíamos citado a las 9.00h. Cuando llegamos Jesusla y yo, que habíamos salido 1 hora antes desde Alcobendas, ya nos esperaban Senderos y Arandino, descubridor y guía de esta magnífica aventura. Jeby tarda algo más en llegar, puesto que ha decidido hacer "turismo" por el Atazar antes de llegar al punto de encuentro.

Nos vamos pertrechando mientras esperamos al último integrante de la grupeta, atendiendo a las amenazas de Arandino sobre la dureza de la ruta: trialeras y senderos sin descanso, subidas y bajadas constantes, un desnivel acumulado considerable, algo de pateo, vadeo de ríos... la descripción de lo que nos espera estimula, ¿o no?

A las 9.30h, con el grupo de los 5 valientes completo, nos ponemos en marcha por las desiertas calles del pueblo, hacia el este, para entrar en el GR-10. Recorremos unos pocos metros de éste, para abandonarlo hacia el norte, por una senda paralela que apenas asoma entre la maleza. Las primeras piedras del día nos dan la bienvenida, en subida, para ir entrando en calor. 2,5km después volvemos a enlazar con el GR-10 para descender durante 1 kilómetro hasta el arroyo de los Guijos, primer vadeo del día.

mtb madrid monasterio bonavalTras cruzar el arroyo toca de nuevo subir, durante casi 2 kilómetros, por senderos estrechos y pedregosos, que no te permiten mantener un ritmo constante. La última mitad del ascenso lo realizamos por el cauce del arroyo de la Vega, que nos deja de nuevo junto al GR-10. Bajamos unos metros paralelos a él hasta el arroyo de las Huertas, donde nos espera otro rampón, corto pero de fuerte desnivel. De nuevo, breve bajada hasta el arroyo de la Huelga del Sestil. Hay que descabalgar para cruzarlo, y, mientras lo hacemos divisamos un par de moteros que trepan por una torrentera hacia la que nos dirigimos y que se nos antoja imposible.

A nuestra derecha tenemos una pista que nos facilita el ascenso desde el arroyo hasta la primera trialera seria de la mañana. Una vez arriba charlamos con los moteros y nos colocamos las protes, para afrontar una trialera muy disfrutona de algo más de un kilómetro que nos deposita muy cerca de Tortuero, en la Gu-1065, en el puente sobre el arroyo del Olmo. Disfrutamos cada piedra de la bajada, tremendamente divertida, rápida y sin pasos excesivamente complicados. Estas bajadas compensan plenamente el penar de las subidas.

Paramos sobre el puente para quitarnos las protecciones. ¡Llevamos sólo 7,5km y una hora de ruta!... se nos antoja que acabaremos tarde y llegaremos a casa a la hora de la merienda, aún sin saber lo que todavía nos espera. Todo lo recorrido: senderos y trialeras, excepto los 350m de pista. Ningún llano, todo para arriba o para abajo. Atravesamos Tortuero, entre las pocas casas que lo componen, y lo abandonamos cruzando el arroyo de la Concha para continuar por el GR-10.

mtb madrid monasterio bonavalUna vez más, toca subir: 2,5km, con una bajada intermedia tan breve que no da tiempo a que las piernas lo agradezcan. A mitad de este tramo toca patear através de un campo recién roturado, de tierra arcillosa y, afortunadamente, no demasiado blando, a la altura del Barranco del Despeñadero. Una vez arriba, toca disfrutar de la segunda trialera de la jornada, así que protes ON y... para abajo.

Esta trialera es un sendero estrecho, pedregoso y roto con un buen cortado a nuestra derecha, que nos obliga a extremar las precauciones. Aún así imprimimos buena velocidad a nuestras monturas y disfrutamos de la bajada de apenas un kilómetro de recorrido. Pocos metros antes de terminarla, y tras alguna salida de la trazada si consecuencias, Jesusla pincha, circunstancia de la que nos damos cuenta una vez abajo, en Valdesotos, pueblo en el que muere el sendero.

Senderos le ayuda a reparar, mientras observamos la maniobra desde las calles del pueblo, donde bebemos agua de su fuente y charlamos con una lugareña mientras nos despojamos de las protecciones. A estas alturas ya tenemos los brazos cubiertos de arañazos de las zarzas y ramas de los caminos, y las piernas de Jeby y Arandino con un sarpullido importante, procedente seguramente de una alergia a las plantas de la zona.

Tras la parada de Valdesotos, nos ponemos de nuevo en marcha. Son ya las 11.15h y no llevamos ni un tercio del recorrido previsto. Salimos del pueblo por la carretera Gu-195, y tras unos metros de asfalto entramos de nuevo en harina por un sendero dirección noreste, de nuevo en subida. 2 km ascendiendo, con una pequeña bajada intermedia. Una vez arriba, bajadón de algo más de un kilómetro, con pasos pedroleros y atravesando un tupido bosque hasta el río Jarama.

mtb madrid monasterio bonavalEl cauce del río es generoso, y, a pesar de buscar un paso poco profundo para el vadeo, no podemos evitar refrescarnos los pies. Al otro lado del río, Senderos se percata de que el flanco de sus Noby Nic tiene un buen rajote, por el que sale la cámara en forma de huevo. Arandino "Mc Giver" le ayuda con la reparación: cinta americana y un par de bridas solucionan el problema. Mientras, Jesusla detecta un radio roto en la rueda trasera, que extraemos con unos pequeños alicates y algo de maña. Pero no acaba aquí la parada técnica, la cadena de Senderos tiene un eslavón a punto de partirse, que sustituye por un "rápido".

Después de todos lo arreglos hay que salir de boxes, y lo hacemos dirigiéndonos a las ruinas del Monasterio Bonaval, a escasos metros de donde paramos. El monasterio, rodeado de álamos, densos encinares y altas crestas pizarrosas, fue antaño templo de monjes cistercienses, y desprende el romanticismo y melancolía que el pasado impregna en estos lugares. Dejamos a un lado nuestras bicis y hacemos caso omiso a la advertencia de una par de señoras que lo visitan y a un cartel que reza "No pasar, peligro de desplome".

Entramos en lo que queda del pequeño templo medieval, construido con piedra caliza blanquecina e invadido por la vegetación. Hacemos las fotos obligadas antes de abandonarlo y seguir nuestro camino. Tenemos por delante un sube y baja de algo más de seis kilómetros por una preciosa vereda paralela al Jarama, entre árboles y con buenas piedras que disfrutamos como niños. La última parte de este tramo la realizamos, durante unos cientos de metros, por la Gu-195 hasta el arroyo de Palancares.

mtb madrid monasterio bonavalTras el puente que cruza el arroyo, abandonamos el asfalto, para acompañar al arroyo por su vereda durante un kilómetro. La senda está tan tupida por la vegetación, que las ramas de los arbustos continúan dejando su firma en nuestros brazos, ya bastante maltrechos. Abandonamos el margen del arroyo para afrontar dos rampones de 600m de los que quitan el hipo, separados ambos por unos metros llaneo. Coronamos en la carretera, donde paramos a reagrupar y coger algo de aire.

Unos cientos de metros de asfalto y nuevo rampón de subida, de aproximadamente la misma longitud que los dos anteriores y parecido desnivel, que nos deposita al inicio de un bajada disfrutona de poco más de un kilómetro hasta Tortuero, donde alguno ve el suelo de cerca, pero sin consecuencias. Atravesamos el pueblo para salir por el sur del mismo y entrar en el cañón del arroyo de la Concha.

mtb madrid monasterio bonavalAl inicio de este magnífico sendero-trialera encajonado en el citado cañón, observamos que Jeby se ha parado. Su rueda trasera roza en el cuadro, y no le cuesta mucho descubrir la causa: una de las vainas del triángulo trasero de su Trek se ha partido de cuajo, y es que le ha dado muy mala vida... Jeby y los restos de su montura vuelven a Tortuero y el resto debemos seguir camino hasta los coches para volver a recogerlo. Alguno estuvo tentado de acompañarle, porque las fuerzas a estas alturas estaban menguadas, pero pudo más la tentación de disfrutar el cañón, y ante su insistencia, le abandonamos temporalmente en este punto a su suerte.

Disfrutamos a tope la bajada por el cañón, de casi dos kilómetros de recorrido, plagada de piedras divertidas que hacen trabajar nuestras suspensiones. La senda del cañón termina en la Gu-1065, por la que rodamos en dura subida durante otros 2 kilómetros hasta el Canal del Alto Jarama. En este momento tenemos dos opciones para regresar a Alpedrete de la Sierra: continuar por las pistas del Canal o tomar una alternativa de senderos que Arandino había dibujado en el track. Con Jeby esperándonos en Tortuero y las fuerzas escasas, nos decidimos por la primera, dejando la segunda para la v2.0 de esta ruta que realizaremos en breve.

mtb madrid monasterio bonavalPor delante nos quedan algo más de 7 kilómetros de pista en un continuo sube y baja, donde no disfrutamos las bajadas, porque sabemos que preceden a las subidas que recuperan los metros descendidos. Nos adelantan un par de bikers y un matrimonio en un 4x4, del que estoy tentado a agarrarme. El canal serpentea por los montes de la zona, cruzando la multitud de arroyos que nacen en el Collado Medio.

En 30 minutos recorremos la distancia, y llegamos a los coches cansados, pero con la enorme satisfacción de haber realizado una ruta de las buenas, con muchas sendas y trialeras, un paisaje increíble, sin más pista que los últimos kilómetros del regreso, y con sólo 4,5km de llaneo de los 36,5 que tiene el recorrido. Una vez en los coches, Jesusla y yo nos dirigimos a casa y Arandino y Senderos a buscar a Jeby a Tortuero. La opcional en el coche, que son ya las 14.30h y nos queda una hora de coche hasta nuestras familias. De regreso recordamos la magnífica ruta y los incidentes, y, como siempre, planeamos aventuras futuras, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por Gustrek.
Fotos: Gustrek.

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