Los días previos a este domingo se han caracterizado por poca bici (no hubo nocturnas) y mucho padel (una de las prohibiciones del médico cuando me diagnosticó la hernia discal). Evidentemente esto tiene sus consecuencias: el sábado pasé un día de perros con un intenso dolor en la parte más baja de la espalda.
Aún así, el domingo me dispongo a realizar la ruta planeada: Cercedilla-Barranca-Ortiz-Bambi-Miedo-Calvario-Whistler-Cercedilla, contando con la posibilidad de tomar una escapatoria si el cuerpo no respondía... y así fue.
Nos reunimos 6 bikers : GusTrek, Jesusla, JRomero, Magellan, Trabu y Trasgos.
TRACK DE LA RUTA
Haz click aquí para descargar el track de la ruta.
DATOS DE LA RUTATRACK DE LA RUTA
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Domingo 8 de mayo: 16km, 600m de desnivel de subida acumulado, 2 horas (1 hora y 25 minutos dando pedales).
IMÁGENES DE LA RUTA
IMÁGENES DE LA RUTA
CRÓNICA
Hora: 9.00, lugar: polideportivo de Cercedilla. Estos son la hora y lugar donde nos hemos citado los 6 aguerridos bikers para disfrutar de una de las clásicas endureras de la sierra de Madrid. Una hora antes, Trasgos, Trabu, Jesusla y Gustrek, vecinos de Alcobendas, nos agrupábamos en un par de coches y nos poníamos rumbo a nuestro punto de encuentro, donde nos esperaban Magellan y JRomero. Las torrenciales lluvias del sábado nos habían hecho dudar de la viabilidad de la ruta, pero como valientes que somos, tuvimos nuestra recompensa: el terreno había drenado lo suficiente y estaba en perfecto estado.
15 minutos después de la 9, nos poníamos en marcha pedaleando entre las últimas casas y naves al este de Cercedilla, para dirigirnos hacia el puente sobre el río Navalmejido, que ya nos metería en harina. Como no puede ser de otra manera, comenzamos subiendo, lo que nos permite eliminar el "fresquete" que, a esta altura y a estas horas, aún hacía. Circulamos por pista, por el GR-10 durante unos cientos de metros, hasta que lo dejamos a nuestra derecha para continuar hacia el noreste.
Aproximándonos al embalse de Navalmedio, cambiamos de nuevo de dirección, ahora hacia el sur para volver a enlazar con GR-10. Rodamos juntos y de charleta, la subida es tendida y nos lo permite. El dolor de mi espalda persiste, y se incrementa en las subidas cuando tengo que tirar de mis 160mm de recorrido y mis "ruedacas" de 2.30. Pero aún es pronto para dejarlo, mi intención es llegar, como mínimo, hasta el Bambi.
En poco tiempo llegamos a la Fonda, al pie de la M-601. Llevamos poco más de 3,5km, pero aún no han llegado las rampas más duras de la mañana. Cruzamos la carretera y tras la invasión de una finca, bajo amenaza de perros sueltos, y unas cuantas dudas, logramos encontrar el camino correcto para dirigirnos hacia la Barranca. Entramos en zona boscosa y aún pedaleamos por pista.
3km más tarde, y habiendo dejado atrás el embalse del Chiquillo y los restos del hospital abandonado de la Barranca, empezamos a afrontar las pendientes más duras, plagadas de senderistas y familias que disfrutan del sol dominical. La subida empieza a estirar al grupo, JRomero y Trasgos se destacan, tras ellos, sin perderlos de vista pero a unos 50 metros irrecuperables, Gustrek, después Magellan y cerrando el grupo Trabu y Jesusla. Nos reagrupamos al inicio del sendero Ortiz, una de las perlas del día.
El Ortiz es un sendero de poco más de 2,5km, con una pendiente tendida pero complicada por los escalones, piedras y raíces que lo adornan. El entorno es idílico, y es una de esas sendas que te enamoran, donde se respira paz y donde vives la naturaleza en su estado puro. Me lo tomo con calma, para disfrutar de cada pedalada y hacer algunas fotos. Sigo de cerca a Jromero, al que precede el incombustible Trasgos.
Reagrupamos al final del Ortiz, y vamos en busca de las primera bajada de la jornada: Bambi. Es el momento de parar para ponernos las "protes". Bambi es un sendero/trialera, entre árboles, en dos tramos, muy disfrutón, estrecho, con algunas piedras y raíces y sin demasiada complicación (si tienes algo de experiencia en este tipo de bajadas). Un único "pero": demasiado breve, no llega ni a 1 kilómetro.
Una vez pertrechados, comienza lo bueno: nos lanzamos a disfrutar de la bajada, pasando sobre las piedras y raíces para que trabajen nuestras suspensiones, que para eso las han fabricado. Reagrupamos tras el primer tramo, que termina con una buena pendiente de pocos metros y con varias trazadas a elegir. El segundo tramo es más estrecho y menos pedrolero, pero también muy difrutón y rápido. Reagrupamos en la portilla donde concluye la bajada, con una generosa sonrisa en nuestros rostros.
Estamos en la M-601, y la rodamos en dirección sur unos 200 metros, para tomar a nuestra derecha la segunda bajada del día: la trialera del Miedo, que hace honor a su nombre por un par de pasos de los que asustan. Me lanzo el primero con ganas de disfrutar por el estrecho sendero tapizado con multitud de pequeñas piedras, y el primer "miedo" que me encuentro es una oronda vaca, posiblemente embarazada, más ancha que alta y con un buen par de pitones, pegada al sendero, mirándome fijamente y sin ninguna intención de moverse. Paso a su lado, despacio para no austarla y evitar posibles consecuencias, que no las hubo porque ni se movió... harta estará de ver bikers en sus dominios.
Continúo dando pedales, necesarios en la primera parte de la bajada, hasta que la pendiente se empieza a pronunciar y las raíces a hacer acto de presencia. Tras un par de curvas cerradas, la primera a derechas y la segunda a izquierdas el camino se hace más pedregoso y divertido. A final de recta, escalones de pedrolos y nueva curva cerrada a derechas que trazo al límite, en la salida ensalada de pedrolos desordenados y un par de surcos que preceden a la siguiente zeta a izquierdas, donde a punto estuve de hacerme un recto. Nueva recta con buenos "piedros" y algún escalón, que termina en un paso de rocas y raíces, previo a otra zeta, donde me paro a hacer algunas fotos.
Emprendemos la bajada tras las fotos. A partir de aquí el camino se "simplifica", varias zetas enlazadas más, y una recta larga donde coger buena velocidad antes del giro a derechas que te deja en la ultima rampa pedregosa de la trialera. Me ha gustado mucho más que la primera vez que la hice, seguramente porque la experiencia te aporta seguridad, imprescindible en este tipo de caminos. 1,5km adrenalínicos donde hemos descendido 150 metros.
Reagrupamos al final de la trialera, momento en el que Trabu a provecha para cambiar la cámara de su rueda trasera y yo a repetir la última rampa del Miedo, como "fin de fiesta" del día, porque los dolores de espalda ya son insoportables y no me veo en disposición de subir el Calvario en esta situación. Estamos al lado del embalse de Navalmedio, y nos dirigimos desde aquí hacia los coches por el tramo del GR-10 por el que iniciamos la ruta.
A las 11.15h estamos en los coches, Trabu y yo para regresar a Madrid y el resto para cumplir con el objetivo de la ruta: subir el Calvario y descender por el Whistler, para mí una de las más bonitas y mejores bajadas de la sierra de Madrid. Con algo de rabia y envidia, nos despedimos y ponemos rumbo a casa, aprovechando el camino para hacer planes futuros, pero eso... ya es otra historia...
Redactado por Gustrek.
Fotos Gustrek y Jesusla.
Hora: 9.00, lugar: polideportivo de Cercedilla. Estos son la hora y lugar donde nos hemos citado los 6 aguerridos bikers para disfrutar de una de las clásicas endureras de la sierra de Madrid. Una hora antes, Trasgos, Trabu, Jesusla y Gustrek, vecinos de Alcobendas, nos agrupábamos en un par de coches y nos poníamos rumbo a nuestro punto de encuentro, donde nos esperaban Magellan y JRomero. Las torrenciales lluvias del sábado nos habían hecho dudar de la viabilidad de la ruta, pero como valientes que somos, tuvimos nuestra recompensa: el terreno había drenado lo suficiente y estaba en perfecto estado.15 minutos después de la 9, nos poníamos en marcha pedaleando entre las últimas casas y naves al este de Cercedilla, para dirigirnos hacia el puente sobre el río Navalmejido, que ya nos metería en harina. Como no puede ser de otra manera, comenzamos subiendo, lo que nos permite eliminar el "fresquete" que, a esta altura y a estas horas, aún hacía. Circulamos por pista, por el GR-10 durante unos cientos de metros, hasta que lo dejamos a nuestra derecha para continuar hacia el noreste.
Aproximándonos al embalse de Navalmedio, cambiamos de nuevo de dirección, ahora hacia el sur para volver a enlazar con GR-10. Rodamos juntos y de charleta, la subida es tendida y nos lo permite. El dolor de mi espalda persiste, y se incrementa en las subidas cuando tengo que tirar de mis 160mm de recorrido y mis "ruedacas" de 2.30. Pero aún es pronto para dejarlo, mi intención es llegar, como mínimo, hasta el Bambi.
En poco tiempo llegamos a la Fonda, al pie de la M-601. Llevamos poco más de 3,5km, pero aún no han llegado las rampas más duras de la mañana. Cruzamos la carretera y tras la invasión de una finca, bajo amenaza de perros sueltos, y unas cuantas dudas, logramos encontrar el camino correcto para dirigirnos hacia la Barranca. Entramos en zona boscosa y aún pedaleamos por pista.3km más tarde, y habiendo dejado atrás el embalse del Chiquillo y los restos del hospital abandonado de la Barranca, empezamos a afrontar las pendientes más duras, plagadas de senderistas y familias que disfrutan del sol dominical. La subida empieza a estirar al grupo, JRomero y Trasgos se destacan, tras ellos, sin perderlos de vista pero a unos 50 metros irrecuperables, Gustrek, después Magellan y cerrando el grupo Trabu y Jesusla. Nos reagrupamos al inicio del sendero Ortiz, una de las perlas del día.
El Ortiz es un sendero de poco más de 2,5km, con una pendiente tendida pero complicada por los escalones, piedras y raíces que lo adornan. El entorno es idílico, y es una de esas sendas que te enamoran, donde se respira paz y donde vives la naturaleza en su estado puro. Me lo tomo con calma, para disfrutar de cada pedalada y hacer algunas fotos. Sigo de cerca a Jromero, al que precede el incombustible Trasgos.
Reagrupamos al final del Ortiz, y vamos en busca de las primera bajada de la jornada: Bambi. Es el momento de parar para ponernos las "protes". Bambi es un sendero/trialera, entre árboles, en dos tramos, muy disfrutón, estrecho, con algunas piedras y raíces y sin demasiada complicación (si tienes algo de experiencia en este tipo de bajadas). Un único "pero": demasiado breve, no llega ni a 1 kilómetro.Una vez pertrechados, comienza lo bueno: nos lanzamos a disfrutar de la bajada, pasando sobre las piedras y raíces para que trabajen nuestras suspensiones, que para eso las han fabricado. Reagrupamos tras el primer tramo, que termina con una buena pendiente de pocos metros y con varias trazadas a elegir. El segundo tramo es más estrecho y menos pedrolero, pero también muy difrutón y rápido. Reagrupamos en la portilla donde concluye la bajada, con una generosa sonrisa en nuestros rostros.
Estamos en la M-601, y la rodamos en dirección sur unos 200 metros, para tomar a nuestra derecha la segunda bajada del día: la trialera del Miedo, que hace honor a su nombre por un par de pasos de los que asustan. Me lanzo el primero con ganas de disfrutar por el estrecho sendero tapizado con multitud de pequeñas piedras, y el primer "miedo" que me encuentro es una oronda vaca, posiblemente embarazada, más ancha que alta y con un buen par de pitones, pegada al sendero, mirándome fijamente y sin ninguna intención de moverse. Paso a su lado, despacio para no austarla y evitar posibles consecuencias, que no las hubo porque ni se movió... harta estará de ver bikers en sus dominios.
Continúo dando pedales, necesarios en la primera parte de la bajada, hasta que la pendiente se empieza a pronunciar y las raíces a hacer acto de presencia. Tras un par de curvas cerradas, la primera a derechas y la segunda a izquierdas el camino se hace más pedregoso y divertido. A final de recta, escalones de pedrolos y nueva curva cerrada a derechas que trazo al límite, en la salida ensalada de pedrolos desordenados y un par de surcos que preceden a la siguiente zeta a izquierdas, donde a punto estuve de hacerme un recto. Nueva recta con buenos "piedros" y algún escalón, que termina en un paso de rocas y raíces, previo a otra zeta, donde me paro a hacer algunas fotos.Emprendemos la bajada tras las fotos. A partir de aquí el camino se "simplifica", varias zetas enlazadas más, y una recta larga donde coger buena velocidad antes del giro a derechas que te deja en la ultima rampa pedregosa de la trialera. Me ha gustado mucho más que la primera vez que la hice, seguramente porque la experiencia te aporta seguridad, imprescindible en este tipo de caminos. 1,5km adrenalínicos donde hemos descendido 150 metros.
Reagrupamos al final de la trialera, momento en el que Trabu a provecha para cambiar la cámara de su rueda trasera y yo a repetir la última rampa del Miedo, como "fin de fiesta" del día, porque los dolores de espalda ya son insoportables y no me veo en disposición de subir el Calvario en esta situación. Estamos al lado del embalse de Navalmedio, y nos dirigimos desde aquí hacia los coches por el tramo del GR-10 por el que iniciamos la ruta.A las 11.15h estamos en los coches, Trabu y yo para regresar a Madrid y el resto para cumplir con el objetivo de la ruta: subir el Calvario y descender por el Whistler, para mí una de las más bonitas y mejores bajadas de la sierra de Madrid. Con algo de rabia y envidia, nos despedimos y ponemos rumbo a casa, aprovechando el camino para hacer planes futuros, pero eso... ya es otra historia...
Redactado por Gustrek.
Fotos Gustrek y Jesusla.
