Por primera vez, Specialized España decide realizar un evento abierto al público en general, de dos días de duración, para presentar su catálogo de bicicletas y componentes del 2011. Marchas de MTB y de carretera guiadas por los profesionales de sus equipos, cursos de descenso, exhibiciones de trial y de dirt, posibilidad de probar los diferentes modelos Specialized del 2011...
Con este panorama decidimos vivir un completo día de MTB en La Pinilla, participando en la marcha MTB y disfrutando de las exibiciones y la "cata" de los diferentes modelos de la marca, amén de incluir en la jornada a mi familia, con el afán de ir chutándoles algo del veneno "mtbero" que corre por nuestras venas.
Nos reunimos 4 bikers alcosanseros y/o pakets: Arandino, GusTrek, Santos y Trabu.
TRACK
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DATOS DE LA RUTA
Sábado 11 de septiembre: 51km, 1.190m de desnivel de subida acumulado, 4 horas y 45 minutos (3 horas y 10 minutos dando pedales).TRACK
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DATOS DE LA RUTA
IMÁGENES DE LA RUTA
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VIDEO RESUMEN DE LA RUTA
Vídeo oficial de Specialized
Vídeo de Arandino
Vídeo oficial de Specialized
CRÓNICA
A las 8.00h de la mañana, y con los niños medio dormidos en el coche, recogemos a Trabu para dirigirnos a La Pinilla, donde pasaríamos el resto del día respirando un buen ambiente de bici y de montaña.
Una hora después, estamos aparcando en la estación de esquí, convertida fuera de temporada en un bike-park donde los amantes del descenso y del freeride, pueden dar rienda suelta a su pasión. Hace 25 años que no piso este lugar... la última vez lo hice con un par de esquís al hombro, un monton de amigos y aún con los vapores alcohólicos de la previa juerga nocturna. Con la masificación de las estaciones de esquí de la sierra madrileña/segoviana y con mi paso al snowboard hace ya más de 15 años, no he vuelto ni a La Pinilla, ni a Navacerrada ni a Valdesquí... y la verdad que no las echo de menos...
Pero volvamos al tema. Una vez en el aparcamiento de la estación, demontamos familia y bicis del coche, nos pertrechamos y llamamos a Arandino, que ya había recogido su dorsal y sus regalos, y estaba, junto con Santos, esperándonos. La familia a la cafetería y Trabu y yo a registrarnos y retirar los dorsales para la marcha. Nos encontramos con Drugo, que estaba apuntado al curso de descenso, y que lució el maillot de manga larga de AlcoSanse, tal y como podéis ver en el vídeo oficial de Specialized.
Nos encontramos con Arandino y Santos, y nos dirigimos hacia el punto de salida, aclamados por los vítores de nuestro exiguo club de fans (my family). Algo más de 300 personas, encabezados por Sauser, Stander y Overend nos ponemos en marcha con el objetivo de recorrer los 50km previstos. El comienzo es una bajada de 4km por la carretera que une La Pinilla con la N-110.
Abandonamos el asfalto para tomar una pista, que durante los siguientes 9km es en ascenso. Al poco tiempo se une a nosotros Rafa, el profesor de gimnasia de mi hijo, con el que ya hemos compartido alguna ruta y que con su Epic SWorks "trepa" como un auténtico pro. Durante un par de kilómetros nos acompaña, además dándome conversación, aunque por mi parte ésta consistía en algún "sí", "no", "fenomenal"... bastante me costaba respirar para hacer subir a mi Enduro siguiendo su ritmo, como para elaborar frases más complejas, jajaja.
El "profe" y Arandino, que también está muy fuerte, deciden acelerar la subida, quedándonos Trabu y yo a un ritmo más cochinero. Nos emparejamos con un grupo de locos, que como nosotros, hacían esta ruta pistera con burras de enduro: una Remedy, una Nomad y alguna otra que no recuerdo. El hastío que produce el asfalto y la pista va haciendo mella en nuestra moral, porque aunque nos imaginábamos el tipo de marcha que íbamos a hacer, no pensábamos que fuese tan sosa y aburrida.
Una vez alcanzado el punto más alto de este primer tramo, comienza una bajada larga, de 8km, en su primera parte entre pinos, por una pista ancha paralela al Arroyo de la Garganta. Oportunidad para liberar algo de adrenalina, meter desarrollo e ir adelantando algunos bikers. La pista está en demasiado buen estado, y salvo algunos baches desperdigados, no nos permite eliminar el pobre sabor de boca que la ruta nos está dejando. Finalizando este tramo nos encontramos un biker en el suelo, quejándose de mucho dolor en el hombro y que sería recogido, minutos más tarde, por las asistencias sanitarias.
Tras la bajada, el primer avituallamiento, donde nos reencontramos con Arandino y con el profe. Medio plátano, una botella de agua y algo de charla animan algo esta primera parte de la mañana. 10 minutos de parada y nos ponemos de nuevo en marcha para recorrer otros 8km de pista en subida, esta más suave, pero igual de aburrida. Compartimos algo más de un kilómetro con Sauser, Stander y Overend, a los que llevamos a nuestra zaga, no porque nosotros fuésemos con más fuerza, si no porque ellos iban de "paseo", jejeje.
Arandino se va a la caza de Santos, y el profe a por sus amigos, por lo que de nuevo Trabu y yo nos quedamos en mitad del pelotón acompañados por los endureros antes citados. Llegamos de nuevo a la carretera que bajamos al inicio de la mañana, para remontarla durante algo más de 1,5km, donde nos desvían para hacia el norte para hacer el último bucle del día (hasta Riaza y volver a La Pinilla).
En este punto Jorge y yo estamos aburridos y cansados de tanta pista, por lo que decidimos acortar la ruta obviando el desvío de la organización y dirigirnos de regreso a La Pinilla, para disfrutar del resto de actividades y de la compañía de mi familia. En el último tramo de carretera ya no siento el culo, se me ha dormido, y decido no dar más oportunidades de las que ya había dado al sillín que traía la Enduro de serie. Lo jubilo para volver a mi Selle Italia, que tan bien ha tratado siempre a mis posaderas.
Cruzamos el arco de meta solos, levantando los brazos, pero no nos hace caso nadie, ni nos miran... jajaja. Nos dirigimos hacia la exposición, donde nos localizan Amalia, Borja y Bárbara, que estaban en la zona VIP de Specialized, invitados por un amigo nuestro que trabaja en la marca. Aparcamos las burras y entramos con ellos, donde disfrutamos de Acuarius, canapés y la compañía de Sam Hill y Matt Hunter, sólo para nosotros, puesto que eramos los únicos, junto con ellos, que poblábamos la zona.
Sam Hill tenía el hombro dolorido por una caída, y es que ellos también se "piñan", jeje, no vamos a ser nosotros los únicos. Fotos con ellos, algo de charla y a ver las bicis de la expo, donde nos deleitamos con el amplísimo número de modelos de Specialized. Después, a reponer fuerzas, con un buen bocata de bacon-queso y un heladito de postre. A los postres acude Arandino, del que me encuentro 2 ó 3 perdidas en el móvil. Al café, el profe. ¡Qué vida social tan agitada, jajaja!
A las 15.00h, exhibición de dirt, no sin antes reservar una bici de descenso para Trabu, que saldría con ella una hora más tarde. Para mí, no quedaban, además de mi voluntad de dedicar algo de tiempo a mi familia, a los que había llevado a 100km de casa y les debía algo de atención y compañía. Después de disfrutar de los expectaculares saltos de los pro del dirt jump, bajamos a la "zona demo", donde Trabu disfruta a tope con una bajada de escándalo sobre una SX Trail de free ride, y mis hijos de las diferentes monturas que tenían de prueba.
Borja, mi hijo mayor, se quedó enamorado de la Camber, pero ya está avisado: o quema la GT a base de muchos kilómetros o rompe su hucha si quiere tenerla. Le veo pronto recorriendo senderos y partiendo piedras con nosotros, porque de pistas no quiere ni oir hablar, ¿por qué será?
Llega Trabu con los ojos brillantes del descenso que ha disfrutado, y decidimos recuperar nuestras burras, darles un buen lavado y regresar a casa después de un magnífico y diferente día de MTB. Buen ambiente e inmejorable compañía. De regreso a casa en el coche, planes futuros, pero eso... ya es otra historia.
Redactado por GusTrek.
Fotos: Specialized.
Vídeo: Arandino y Specialized.
Una hora después, estamos aparcando en la estación de esquí, convertida fuera de temporada en un bike-park donde los amantes del descenso y del freeride, pueden dar rienda suelta a su pasión. Hace 25 años que no piso este lugar... la última vez lo hice con un par de esquís al hombro, un monton de amigos y aún con los vapores alcohólicos de la previa juerga nocturna. Con la masificación de las estaciones de esquí de la sierra madrileña/segoviana y con mi paso al snowboard hace ya más de 15 años, no he vuelto ni a La Pinilla, ni a Navacerrada ni a Valdesquí... y la verdad que no las echo de menos...Pero volvamos al tema. Una vez en el aparcamiento de la estación, demontamos familia y bicis del coche, nos pertrechamos y llamamos a Arandino, que ya había recogido su dorsal y sus regalos, y estaba, junto con Santos, esperándonos. La familia a la cafetería y Trabu y yo a registrarnos y retirar los dorsales para la marcha. Nos encontramos con Drugo, que estaba apuntado al curso de descenso, y que lució el maillot de manga larga de AlcoSanse, tal y como podéis ver en el vídeo oficial de Specialized.
Nos encontramos con Arandino y Santos, y nos dirigimos hacia el punto de salida, aclamados por los vítores de nuestro exiguo club de fans (my family). Algo más de 300 personas, encabezados por Sauser, Stander y Overend nos ponemos en marcha con el objetivo de recorrer los 50km previstos. El comienzo es una bajada de 4km por la carretera que une La Pinilla con la N-110.
Abandonamos el asfalto para tomar una pista, que durante los siguientes 9km es en ascenso. Al poco tiempo se une a nosotros Rafa, el profesor de gimnasia de mi hijo, con el que ya hemos compartido alguna ruta y que con su Epic SWorks "trepa" como un auténtico pro. Durante un par de kilómetros nos acompaña, además dándome conversación, aunque por mi parte ésta consistía en algún "sí", "no", "fenomenal"... bastante me costaba respirar para hacer subir a mi Enduro siguiendo su ritmo, como para elaborar frases más complejas, jajaja.El "profe" y Arandino, que también está muy fuerte, deciden acelerar la subida, quedándonos Trabu y yo a un ritmo más cochinero. Nos emparejamos con un grupo de locos, que como nosotros, hacían esta ruta pistera con burras de enduro: una Remedy, una Nomad y alguna otra que no recuerdo. El hastío que produce el asfalto y la pista va haciendo mella en nuestra moral, porque aunque nos imaginábamos el tipo de marcha que íbamos a hacer, no pensábamos que fuese tan sosa y aburrida.
Una vez alcanzado el punto más alto de este primer tramo, comienza una bajada larga, de 8km, en su primera parte entre pinos, por una pista ancha paralela al Arroyo de la Garganta. Oportunidad para liberar algo de adrenalina, meter desarrollo e ir adelantando algunos bikers. La pista está en demasiado buen estado, y salvo algunos baches desperdigados, no nos permite eliminar el pobre sabor de boca que la ruta nos está dejando. Finalizando este tramo nos encontramos un biker en el suelo, quejándose de mucho dolor en el hombro y que sería recogido, minutos más tarde, por las asistencias sanitarias.
Tras la bajada, el primer avituallamiento, donde nos reencontramos con Arandino y con el profe. Medio plátano, una botella de agua y algo de charla animan algo esta primera parte de la mañana. 10 minutos de parada y nos ponemos de nuevo en marcha para recorrer otros 8km de pista en subida, esta más suave, pero igual de aburrida. Compartimos algo más de un kilómetro con Sauser, Stander y Overend, a los que llevamos a nuestra zaga, no porque nosotros fuésemos con más fuerza, si no porque ellos iban de "paseo", jejeje.Arandino se va a la caza de Santos, y el profe a por sus amigos, por lo que de nuevo Trabu y yo nos quedamos en mitad del pelotón acompañados por los endureros antes citados. Llegamos de nuevo a la carretera que bajamos al inicio de la mañana, para remontarla durante algo más de 1,5km, donde nos desvían para hacia el norte para hacer el último bucle del día (hasta Riaza y volver a La Pinilla).
En este punto Jorge y yo estamos aburridos y cansados de tanta pista, por lo que decidimos acortar la ruta obviando el desvío de la organización y dirigirnos de regreso a La Pinilla, para disfrutar del resto de actividades y de la compañía de mi familia. En el último tramo de carretera ya no siento el culo, se me ha dormido, y decido no dar más oportunidades de las que ya había dado al sillín que traía la Enduro de serie. Lo jubilo para volver a mi Selle Italia, que tan bien ha tratado siempre a mis posaderas.
Cruzamos el arco de meta solos, levantando los brazos, pero no nos hace caso nadie, ni nos miran... jajaja. Nos dirigimos hacia la exposición, donde nos localizan Amalia, Borja y Bárbara, que estaban en la zona VIP de Specialized, invitados por un amigo nuestro que trabaja en la marca. Aparcamos las burras y entramos con ellos, donde disfrutamos de Acuarius, canapés y la compañía de Sam Hill y Matt Hunter, sólo para nosotros, puesto que eramos los únicos, junto con ellos, que poblábamos la zona.Sam Hill tenía el hombro dolorido por una caída, y es que ellos también se "piñan", jeje, no vamos a ser nosotros los únicos. Fotos con ellos, algo de charla y a ver las bicis de la expo, donde nos deleitamos con el amplísimo número de modelos de Specialized. Después, a reponer fuerzas, con un buen bocata de bacon-queso y un heladito de postre. A los postres acude Arandino, del que me encuentro 2 ó 3 perdidas en el móvil. Al café, el profe. ¡Qué vida social tan agitada, jajaja!
A las 15.00h, exhibición de dirt, no sin antes reservar una bici de descenso para Trabu, que saldría con ella una hora más tarde. Para mí, no quedaban, además de mi voluntad de dedicar algo de tiempo a mi familia, a los que había llevado a 100km de casa y les debía algo de atención y compañía. Después de disfrutar de los expectaculares saltos de los pro del dirt jump, bajamos a la "zona demo", donde Trabu disfruta a tope con una bajada de escándalo sobre una SX Trail de free ride, y mis hijos de las diferentes monturas que tenían de prueba.
Borja, mi hijo mayor, se quedó enamorado de la Camber, pero ya está avisado: o quema la GT a base de muchos kilómetros o rompe su hucha si quiere tenerla. Le veo pronto recorriendo senderos y partiendo piedras con nosotros, porque de pistas no quiere ni oir hablar, ¿por qué será?Llega Trabu con los ojos brillantes del descenso que ha disfrutado, y decidimos recuperar nuestras burras, darles un buen lavado y regresar a casa después de un magnífico y diferente día de MTB. Buen ambiente e inmejorable compañía. De regreso a casa en el coche, planes futuros, pero eso... ya es otra historia.
Redactado por GusTrek.
Fotos: Specialized.
Vídeo: Arandino y Specialized.
