Viñuelas Oeste y Canal Bajo

Durante toda la semana ha estado lloviendo, y las previsiones para el fin de semana no eran, a priori, muy halagüeñas: "la tormenta perfecta", lluvia y viento de más de 100km/h. Tras un sábado mucho mejor de lo que parecía y una previsión en Accuweather con ausencia de lluvia y viento, decidimos montar una ruta tranquila y pistera, para evitar el barro que a algunos tan poco nos gusta. El desenlace: un estupendo día de MTB con sol, buena compañía y un "poco" más del tiempo y kilómetros previstos... encerrona GusTrek, jeje.
ASISTENTES
Nos reunimos 9 bikers: Golfer, GusTrek, Jesusla, Ludupe, Pauliña, Peter PJP, Senderos de Traición, ShereKhan y Volko.

TRACK
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DATOS DE LA RUTA
Sábado 20 de febrero: 51,5km, 800m de desnivel de subida acumulado, 4 horas y media (3 horas y 10 minutos dando pedales).

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MAPA DE LA RUTA





IMÁGENES DE LA RUTA




CRÓNICA
Las 10.00h era la hora prevista de salida desde el polideportivo Dehesa Boyal. Jesusla y GusTrek habían quedado a las 9.45h con Pauliña y Shere Khan en el metro de La Moraleja para guiarlos hasta el punto de encuentro. Fieles a la cita, los cuatro pedaleamos, por las calles de Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, los 5,5km que nos separan del resto de asistentes a la ruta. En este tramo recibo la llamada de Volko, que está saliendo del Molar para hacer la ruta en el sentido inverso al nuestro e incorporarse al grupo a mitad de camino.

Tras las presentaciones de rigor, comenzamos la ruta a las 10.15, dirigiéndonos por el interior de la Dehesa Boyal hacia el muro de Viñuelas. Los senderos de la dehesa se encuentran en buen estado, y aunque húmedos y algo blandos, están transitables y sin barro pegajoso. Luce el sol y la temperatura es agradable. Encabezamos la marcha Golfer, Jesusla, Peter y el que suscribe, que conocemos bien el terreno de nuestro "patio".

Cruzamos el Arroyo de la Dehesa, al que nunca he visto con agua, pero sí con mucha arena. En este caso la arena, empapada, se ha convertido en una divertida playa que "atrapa", sin consecuencias, a algunos de los bikers. Tras el arroyo, primeras rampas hasta el muro que nos hacen entrar en calor y despojarnos de las chaquetas mientras esperamos a las últimas unidades del grupo. Hacía tiempo que no recorríamos los caminos donde casi todos los alcosanseros nos hemos iniciado, y lo rememoramos con cariño.

Pauliña y Shere Khan, que ya han recorrido más de una ruta con AlcoSanse MTB, recorren por primera vez nuestros dominios y podemos considerarlos ya "desvirgados" en nuestro terreno (y que no piensen mal las "mentes sucias", jaja), por lo que, si lo desean y oficialmente lo solicitan (condición sine qua non), pueden ser ya bautizados como alcosanseros.

Nos reagrupamos junto al muro de Viñuelas y descendemos por el Descansadero del Calverón, tomando el sendero de la izquierda que nos deja en el Arroyo de Valdelamasa. También este arroyo esta convertido en playa y hay que doblar el número de pedaladas para poder atravesarlo. A partir de aquí, ascenso tendido, pegados al muro por el Cordel de la Matapiñonera al Arroyo de la Vega hasta el Tanatorio de Tres Cantos. Pauliña y Sherekhan no llegan, por lo que GusTrek desanda camino en su busca. El motivo del retraso es la salida de cadena de Shere Khan, y no será la última.

Tiramos con fuerza para unirnos al grupo, al que alcanzo antes de llegar a la Casa de Valdemasilla. Agrupamos junto a la carretera de Colmenar, donde algún integrante del pelotón ya comienza a alimentarse, -¿demasiado pronto, no?- bromeamos. Hemos recorrido 8,5km, 14 los que salimos desde el Arroyo de la Vega, y son las 11 de la mañana. Nos dirigimos hacia el sur de Tres Cantos por el arcén de la carretera. Son poco más de 600m, pero nunca los hago tranquilo porque los coches te pasan tan rápido y tan cerca, que te arrancan las pegatinas de la bici. Así que meto plato grande, piñón pequeño... y que el lance acabe pronto.

Retomamos el muro por la Vereda de las Tapias de Viñuelas y el Pardo, un sendero estrecho y divertido que te permite ir rápido y saltar en algunos pasos. El terreno tiene un agarre perfecto y algunos charcos, que pasamos por un lado en algunos casos, volando por arriba en otros, y por dentro, limpiando bajos, en los menos (ante la reprimenda, por la falta de aviso, de algun@ que se los encontró de repente, sorry, pero no sé gritar más alto). En la Depuradora del Bodonal, salimos unos metros a la carretera para salvar las enormes tuberías, pero en breve volvemos al sendero paralelo a la tapia, para descenderlo rápidamente hasta la puerta norte del Castillo de Viñuelas. En este tramo nos encontramos con Volko, que lleva recorridos unos 35km desde el Molar sin asomo de cansancio.

A partir de aquí, pista, que se asemeja al Paseo de la Castellana por la cantidad de coches que encontramos. Superamos el atasco provocado por el mal estado del firme (ventajas de ir en bici) y nos lanzamos al sube y baja que nos separa de la calzada romana, donde esperamos al resto y reagrupamos. Subimos la calzada y hacemos el primer momento barrita (para algunos el segundo) en el Descansadero del Salto del Lobo. Hemos recorrido 9km más y son las 11.40h.

20 minutos de parada con charleta y muchas risas, principalmente por la "chispa" del divertido Shere Khan, que nos descubre el secreto de la comodidad de su sillín (80gr, carbono y ausencia de cualquier tipo de acolchamiento). No pienso contar que este secreto es el origen del callo que le ha hecho perder sensibilidad en su culo: lo que le dan por el mismo en su trabajo, jajajaja. Disertamos sobre los automáticos de Pauliña, que ya dan para escribir un par de libros. Esperamos que tarde en comparlos, porque cuando los tenga nos va a dar a todos para el pelo, y es que está más fuerte que el vinagre.

A las 12 nos ponemos en marcha hacia el Canal Bajo, todos excepto Golfer, que tiene compromisos paterno-filiales que cumplir y vuelve a casa. Cordel de Valdemilanos hasta el Canal Bajo, que tomamos hacia el este, Jesusla, Peter, Senderos y GusTrek, recortamos algunos tramos de la pista "semiasfaltada" por senderos y sobre los acueductos. En el segundo de ellos nos encontramos con una valla, recién instalada, que cierra el paso y que sorteamos, nosotros por abajo y las bicis por arriba, con la ayuda de Pauliña, que ha acudido a nuestro encuentro. Tras el allanamiento de vallado (del que nos estamos haciendo expertos), volvemos a la pista para agruparnos con el resto.

En el cruce con la Vereda de las Tapias, Volko continúa hacia norte para volver hacia el Molar y completar sus 80km del día (preparándose para El Soplao). El resto, tomamos dirección sureste por un camino con algo más de barro y agua de lo que nos habíamos encontrado hasta ahora. Cuando llegamos a la Colada de los Gallegos cruzamos, por error, el Arroyo de Fresneda, que baja cargado de agua y bastante rápido. Comprobamos la eficacia de los "sealskinz", aunque el nivel del agua es más alto que ellos. Peter, más inteligente que el resto, busca un paso menos húmedo y lo encuentra unos metros más adelante, por un tablón colocado a modo de puente.

Una vez todos en el lado sur del arroyo nos damos cuenta del error y volvemos al lado norte por el improvisado puente. Seguimos la vereda del río hasta encontrar, 1km más adelante, el paso correcto, junto a Valdelagua, que nos conduce a uno de los caminos, en ascenso continuo hasta la Casa del Salto del Lobo. Este tramo tiene bastante barro y el pedaleo se hace más espeso, amén de ir cubriendo nuestras monturas del pegajoso elemento.

En este punto tenemos dos opciones: dirigirnos hacia la calzada romana para volver sobre nuestros pasos (Tres Cantos-Tanatorio-Dehesa) o continuar por el lado este de Viñuelas (Ciudalcampo-Fuente del Fresno). El sendero que une este punto con Ciudalcampo es muy divertido, pero suele tener un importante nivel de barro y agua, por lo que Jesusla y yo decimos guiar al grupo por la primera de las opciones. Reagrupamos y continuamos paralelos a la tapia de Viñuelas hasta el lugar donde hicimos el "momento barrita", ante la atenta mirada de un par de ovejas peludas que enamoran a Pauliña. Hemos hecho un bucle con el que sumamos 15km más a nuestra ruta.

Son las 13.20h. Bajamos la llamada "calzada romana" rápidos, sin tocar freno y haciendo trabajar nuestras suspensiones. Lo que viniendo bajamos, volviendo lo subimos, y viceversa. Reagrupamos en la puerta de Viñuelas, donde Jesusla, tras el segundo aviso, continúa para buscar el carril bici y regresar para cumplir sus obligaciones "grastronomofamiliares". Los demás seguimos, unos por el sendero (ahora en ascenso), otros por la carretera paralela a éste (increpados y tachados de carreteros por los primeros, jeje). En mitad del sendero, no me entran bien los piñones grandes, y cuando miro me doy cuenta que no he quitado el plato grande desde que lo puse en la carretera de Colmenar (31km antes). Ahora me explico por que andaba tan rápida hoy mi "burra".

Paralelos a la carretera, nos cruzamos con un coche que nos pita, reduce su velocidad y por cuya ventanilla delantera derecha asoma una cabecita que tardamos algo en reconocer... R@ulo!! En un coche de color verde, no podía ser otro, jajaja. De paseo dominical con su "costilla".

De nuevo en la carretera de Colmenar, nos dirigimos al Tanatorio por el arcén, ahora en sentido contrario, jugándonos el pellejo y una buena multa (pero es tarde y apenas hay tráfico). Desde el Cementerio de La Paz hasta el Arroyo de Valdelamasa, volvemos por donde fuimos, en este caso en una rápida, divertida y en algunos tramos disfrutona bajada. Peter y yo pedaleamos juntos, urdiendo aventuras futuras. Peter es una enciclopedia viviente de buenas rutas, de las que a algunos nos gustan: senderos, pedrolos... cortas pero intensas.

Desde el arroyo quedan apenas 4km hasta el punto de inicio, pero con un par de rampones cortos y duros, de los de meter molinillo, que a buen seguro hacen que algunos se acuerden de mis ancestros después de haber recorrido casi 50km. Volvemos pegados al muro, en lugar de atravesar la Dehesa, por cambiar un poco el paisaje. Llegamos al final de la tapia, en la Casa de Navarrondán, a las 14.50h, por lo que decidimos dejar la opcional para otro día. Ludupe se dirige desde aquí hacia su casa, el resto bajamos hacia el polideportivo, donde Peter y Senderos se dirigen hacia sus coches y Pauliña, Shere Khan y yo a recorrer los 5,5km que nos restan hasta nuestro punto de origen.

En la avenida de Europa, Pauliña identifica el Hospital Infanta Sofía, donde hay una estación de metro y hacia allí se dirigen, encontrándose con Peter en la gasolinera adyacente, quien les ayuda a lavar las bicis. Shere Khan aprovecha para una atípica opcional consistente en Aquarius y Tigretón, jajaja. Mientras, yo sigo camino de casa, pensando en las jugadas del día y en planes futuros, aunque eso... ya es otra historia.

Redactado por GusTrek.
Fotos: GusTrek.
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