Horcajuelo - Tres Provincias


Existen tres importantes elementos que pueden marcar la diferencia entre un buen y un excelente día de MTB: el clima, el recorrido y los participantes. En este caso los tres elementos alcanzaron nuestras máximas cotas de satisfacción: temperatura perfecta, un lugar de ensueño con un recorrido exigente y variado, y la mejor compañía que cualquier biker desearía tener en la mejor de sus rutas.

ASISTENTES
Nos reunimos 19 bikers entre Paket, AlcoSanseros y algunos otr@s procedentes del foro: Alfonso, Alinurse, Arandino, Blackmoon, Buda, Davidson, GusTrek, Jesusla, Jose, Jromero, Mtber, Ñako, Pauliña, Rafaru, R@ulo, Rul Bierzo, Senderos, Sherekhan y Velouria.

TRACK
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DATOS DE LA RUTA
Sábado 31 de octubre: 45km, 1.300m de desnivel de subida acumulado, 6 horas (3 horas y cuarto dando pedales).


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CRÓNICA

Nos habíamos citado a las 9.00h en Horcajuelo de la Sierra, un precioso pueblo muy cuidado y homogéneo, de casas con muros de piedra, cubiertas de teja y ventanas y puertas de madera... como sacado de un cuento. Entre unas cosas y otras comenzamos nuestra aventura a las 9.40h dirigiéndonos hacia el lado oeste del Hayedo de Montejo. El numeroso y colorido grupo de bikers hace girar las cabezas de más de uno de los habitantes de Horcajuelo, entre los que se encuentran numerosos cazadores que aprovechan la época de veda. Nos advierten de su presencia en la zona en busca de jabalíes, de los que, suponemos, darían buena cuenta. Nos alegra saber que no compartiríamos zona y, por lo tanto, no tendríamos que esquivar las postas de sus escopetas.

Tomamos, desde este pueblo, la M-141 para, a los pocos metros meternos ya "en faena" ascendiendo por el Cordel de la Calleja, al Norte de Montejo. Es un camino en buen estado flanqueado por muros de piedra a ambos lados. Llegando a un depósito de agua, abandonamos el cordel, tomando un desvío a la derecha entrando en un idílico sendero, Camino de Riozo, alfombrado de amarillentas hojas, que recorre un bosque de robles. A nuestra derecha, entre la multitud de árboles, asoma un arroyo y varias lagunas. Pedaleamos todos agrupados, con nuestras fuerzas aún intactas y disfrutando del asombroso paisaje.

Recorridos ya 4 km, abandonamos el bosque continuando por el Camino de la Dehesa, una pista menos arbolada y más árida, algo más plana que el anterior camino. Cambio de nombre del camino, que ahora se llama de las Cuestas, y haciendo honor a su nombre empieza a estirar al grupo. Atravesamos los arroyos de la Mata, del Zarcillo y del Prado Collado, prácticamente secos por la ausencia de lluvias, para llegar a la M-139, donde paramos para reagrupar y reparar el desviador de Alinurse, que no le permite utilizar el plato pequeño. Se comienzan a acumular metros de nesnivel positivo en estos 7,5km que hemos recorrido desde el inicio.

Unos escasos metros de asfalto nos conducen hasta el Puerto de el Cardoso, a 1.350m de altitud, donde nos hacemos la obligada foto de grupo entorno a la señalización del mismo. Sorprendentes los "gadgets" que Mtber saca de su mochilas: trípode flexible, camaleónico y adaptable a todo tipo de terreno, que sumado a un ¡¡mini-nivel!! permite que tengamos una instantanea del momento, perfectamente horizontal, centrada y con todos los integrantes del grupo. De aquí al National Geographic.

Tras un rato de charla y risas (que no dejaríamos de tener en todo el camino), proseguimos ruta, siendo nuestro próximo objetivo el Collado del Mosquito. Nos separan de él 10,5km de pendiente continua, excepto 1,5km al inicio y 1km a mitad del recorrido, que nos permite recuperar fuerzas. Subiremos unos 500m de altitud, lo que supone una pendiente de aproximadamente un 5% (jajaja). Este tramo transcurre por una pista forestal en buen estado, que recorre de sur a norte el extremo oeste del Hayedo de Montejo. El paisaje del que disfrutamos es indescriptible: los tonos ocres, naranjas y verdes que se mezclan en el Hayedo de Montejo y la majestuosidad del valle del Jarama. Subimos con la boca abierta, no tanto por el esfuerzo (que también), si no por lo impresionante de las vistas.

El grupo se estira, y hacemos un par de paradas para reagrupar y disfrutar del entorno: una a la mitad y otra en lo alto del Collado del Mosquito. Hemos coronado el primero de nuestros objetivos y nos hallamos a unos 1.840m de altitud. Ya hemos consumido bastante agua de nuestras mochilas, alguna que otra barrita y una importante dosis de nuestras fuerzas. No hay distinción de sexos ni edades: absolutamente todos , mujeres, hombres y niños (R@ulo y yo), consumimos los mismos kilómetros en la medida de nuestras posibilidades, con esfuerzo pero sin queja y con el placer de alcanzar nuestra meta.

Se suscitan algunas dudas sobre la opción de subir o no al Pico de las Tres Provincias. Llevamos ya 18km, prácticamente todos ellos de subida. La distancia hasta el pico son 5km y 300m de desnivel. Las primeras rampas que se puden ver parecen duras y el terreno no acompaña: gran cantidad de piedras sueltas. Acallamos las dudas con una mentira piadosa: -"es dura sólo la primera rampa que se ve, el resto es tendido... apenas un 5%..."-

¡Nadie dijo que esto fuese fácil!, somos un grupo unido y capaces de cualquier cosa, así que... ¡hala, para arriba! Comenzamos la ascensión de los 5km más duros de toda la ruta. El terreno está muy roto y tiene mucha piedra suelta (pero ciclable), lo que multiplica el esfuerzo y la técnica que hay que emplear para escalar los duros repechos que nos esperan. Sobre nuestras monturas, o tirando de ellas, vamos consumiendo metros hasta llegar a la cima. Aún se estira más el grupo y se hace patente la diferencia de fuerzas que nos quedan a unos y a otros, lo cual no nos importa, ni a los otros ni a los unos.

Todos hemos coronado el pico y el esfuerzo tiene su recompensa: desde lo alto se divisa naturaleza en estado puro: montes, valles, dehesas, bosques, senderos, arroyos... paz absoluta y energía a borbotones. Estamos en el encuentro y unión de Madrid, Guadalajara y Segovia. Disfrutamos de la vista del Pico del Lobo y nos hacemos las fotos de rigor. De nuevo "Mtber McGiver" utiliza su tecnología para la foto "perfecta" del grupo, al lado del monolito que marca el punto geodésico del pico.

Agua, geles, barritas, plátanos, risas y charleta, nos permiten recuperar las fuerzas consumidas para afrontar el resto de la ruta, la parte más dulce, la bajada de regreso hasta Horcajuelo de la Sierra. Son las 13.30h, han pasado casi 4 horas, entre marcha y paradas, desde que salimos.

Desde Tres Provincias nos dirigimos hacia el oeste, por una camino pendiente, rápido y pedregoso que lo hace algo técnico. Algunos de nosotros nos lanzamos como locos, sacando el máximo partido a todo el recorrido de nuestras horquillas y amortiguadores. La adrenalina recorre nuestro cuerpo y la tensión en brazos y piernas consume casi mas energía que las rampas anteriores de subida. Es una bajada por una medio trialera, que transcurre paralela al Reajo del Oso, y que nos permite correr y saltar, tirando de frenos en algunas zonas y de manillar en otras para no dar con nuestros huesos en las piedras. Davidson se reta en la bajada con dos caballos, resultado: empate técnico. Llegamos a alcanzar velocidades próximas a 40km/hora sobrevolando los pedrolos (¡qué inconscientes somos!). Yo, personalmente, disfruté como un niño, y sé que unos cuantos más: también. Nos brillan los ojos mientras comentamos la jugada: ¡merecen la pena los 23 km de subida sólo por hacer esta corta bajada!

Al final de la trialera, los dos únicos pinchazos del día: Rul Bierzo y Alfonso, que reparamos mientras esperamos a los demás. También única caída importante del día: José se hace bastante daño en la cadera y va a realizar el resto de la ruta con muchos dolores y molestias, pero, como un titán que es, sin protesta ni queja alguna. Reagrupamos en este punto, en el que hemos bajado 450m de altitud en los 4km de recorrido (11% de desnivel medio de bajada en este tramo).

El siguiente tramo nos lleva hasta la base de Cebollera Nueva. Son 11km de falso llano, en su primera mitad falso para arriba y en la segunda falso para abajo. Atravesamos los cauces secos del Arroyo del Caño, de la Peña del Chorro y de las Pedrizas. La piernas van acusando la candidad de kilómetros y el desnivel acumulado, y, una vez más, el grupo se estira. En la última parte del tramo, que discurre por el interior de un frondoso bosque de pinos, con el piso tapizado con pinaza y pequeñas piñas, aprovechamos para recortar tiempo elevando el ritmo. Nos cruzamos vacas negras, castañas y albinas en el camino. Reagrupamos en el cruce con el Camino de las Minas, punto en el cual comienza el descenso que nos llevará de vuelta a Horcajuelo.

Estamos a tan solo 7km del final de la ruta. Nuestro accidentado está dolorido, todos sedientos y hambrientos. Abordamos el último tramo con ganas y rápidos, pero sin excesos para no forzar al "herido". Tras atravesar una cancela y cruzarnos con un cervatillo, entramos en el Camino de las Pinillas (PR-23), que recorremos deprisa, alcanzando en este punto nuestra velocidad máxima en ruta. Los últimos 2km están mal asfaltados y tienen unos profundos boquetes que nos obligan a esquivarlos en algunos casos y saltarlos en otros.

Son las 15.30h y uno a uno vamos llegando al restaurante cerca del que habíamos aparcado los coches, y en él, los que disponíamos de tiempo, nos deleitamos con unas cervecitas con y sin alcohol, con y sin limón, cocacolas, acuarius y algunas viandas como croquetas, calamares, picadillo... y sobre todo muchas, muchas risas, eso sí, poniendo en peligro la custodia de nuestros hijos, jeje.

Un merecido reconocimiento a todos, pero especialmente a las féminas que por primera vez nos acompañaron y que completaron esta dura ruta a tan buen ritmo como el que más. Como siempre concluimos haciendo planes futuros... aunque eso... ya es otra historia.

Redactado por GusTrek.
Fotos: Arandino, Gustrek, Mtb-er, R@ulo, Rafaru y Sherekhan.
Vídeo: R@ulo.

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