Sierra de la Cabrera v3.0

Aquellos que seguís esta web habréis comprobado que en los últimos meses hemos visitado en unas cuantas ocasiones los alrededores de Navalafuente, Bustarviejo, Valdemanco, La Cabrera, Cabanillas... Estas visitas no son fruto de la casualidad, sabemos que toda esta zona de la sierra norte de Madrid ofrece muchísimas posibilidades para la práctica de all-mountain/enduro y hemos querido explotarlas al máximo.

A medida que rodábamos por estos parajes, se iba fraguando una idea: unir en una sola ruta los mejores senderos y trialeras de estos parajes, presididos por la magestuosa Sierra de la Cabrera. No sé si hemos logrado diseñar la ruta perfecta de la zona, término muy subjetivo, pero de lo que sí estamos seguros es que hemos conseguido "dibujar" 50 kilómetros de puro MTB donde disparar nuestros índices de adrenalina hasta quedar bien satisfechos.
rutas mtb madrid
ASISTENTES
Nos reunimos 11 bikers: Comavi, Dr.Biela, Gustrek, Jesusla, Jevamo, Juanlu y dos colegas, Magellan, Ñako y Trabu.

TRACK DE LA RUTA

Haz click aquí para descargar el track de la ruta.

DATOS DE LA RUTA
Domingo 16 de octubre: 50km, 1050m de desnivel de subida acumulado, 5 horas y 15 minutos (3 horas y 45 minutos dando pedales).

IMÁGENES DE LA RUTA


CRÓNICA

La respuesta a nuestra convocatoria de la ruta en Foro MTB, fue numerosa. A los alcosanseros más habituales de este tipo de aventuras se nos unieron algunos miembros del grupo de los "Trankilos" y tres bikers más (Juanlu y sus amigos) con los que coincidí hace meses rodando por Cercedilla con la gente de Mr. Schmid.

El punto de encuentro los fijamos en Navalafuente, a las 9.00h, y allí nos encontramos todos puntuales y con ganas de disfrutar el soleado día que nos han regalado. Tras las presentaciones de rigor de aquellos que no se conocen, nos ponemos en marcha sólo un par de minutos después de la hora de la cita... esto es empezar con buen pie! Hace algo de fresquito, pero sabemos que las primeras cuestas y el sol nos harán entrar en calor en breve.

Comenzamos dando nuestras primeras pedaladas para salir de Navalafuente hacia el oeste por el camino de Miraflores, calle del pueblo que se convierte en pista ascendente y que, tras un giro pronunciado hacia el noreste, nos permitirá enlazar con el camino de las Viñas dos kilómetros y medio después de la salida. Rodamos juntos y con ritmo fuerte, con ganas de consumir rápidamente la pista que tenemos por delante y disfrutar de las primeras piedras.

Pero, para llegar a ellas, aún nos queda recorrer 3,7km, también hacia arriba, por el camino de las Viñas hacia las proximidades de Bustarviejo. Este tramo del camino pasa por una de las pocas zonas donde los árboles nos protegen del sol, esta es una de las razones por la que no es aconsejable hacer esta ruta en meses de mucho calor (la otra es lo seco que está el terreno es estos meses). Pasamos junto a los Barracones y unos cientos de metros después de cruzar una cancela construida con palos y alambre, nos desviamos a nuestra derecha para afrontar la primera bajada de la mañana.

La senda, con poca pendiente, algunos pasos pedroleros sencillos y grandes lanchares de granito, nos permite disfrutar durante el kilómetro que tiene de recorrido y nos deposita bajo el puente del ferrocarril que cruza la M-631. Es un buen aperitivo para ir abriendo boca a la degustación de pedrolos que nos espera. Todos los bikers, amantes en mayor o menor medida de las piedras, negociamos la primera de las bajadas con una sonrisa en nuestros rostros y con nuestras fuerzas aún intactas.

Nos reagrupamos en la carretera, la cual recorreremos durante 300 metros en dirección sureste, tras los cuales tomamos el sendero, que junto al cauce seco del arroyo de Navalengua, nos conduce, en continua subida, hacia la estación de Bustarviejo-Valdemanco primero, la laguna de Navalengua después y el puente sobre la vía del tren cerca de La Inmaculada para finalizar. Tres kilómetros de camino que nos dejan a los pies de la M-610, junto a las primeras casas al sur del Cerrillo de Matallera.

Llevamos casi 1 hora de camino y 11 kilómetros recorridos, todos ellos con desnivel positivo, a excepción del kilómetro de trialera de bajada. Hemos rodado muy juntos, con reagrupamientos que apenas duraban un minuto. Seguimos subiendo al oeste del Cerrillo de Matallera, grupo de casas muy próximo a Valdemanco, hasta la Cañada Real Segoviana, que tomaremos para coronar el puerto del Medio Celemín.

Desde la carretera hasta el puerto, punto más elevado de toda la ruta (1.315m), tenemos 3 kilómetros y medio de pista cómoda y tendida que consumimos en 20 minutos. Una parada en el Medio Celemín nos permite agrupar, disfrutar de las vistas, reponer y/o eliminar líquidos, disfrutar de algo de charla y dar un par de mordiscos a una barrita energética. A partir de este punto la ruta se convierte en una sucesión de senderos y trialeras, un continuo "sube y baja" rompepiernas de casi 36 kilómetros que nos llenará de satisfación, pero que dejará nuestras fuerzas mermadas.

Poco más de 5 minutos de descanso antes de afrontar la segunda bajada y trialera de la jornada, esta más seria y larga que la anterior. Sería el momento óptimo de ponerse las protecciones... de no ser porque casi todos las hemos dejado en los coches (¡incoscientes!). Es una bajada de 2 kilómetros, por la senda que discurre entre la Peña del Tejo y la del Hierro, con buenas curvas peraltadas, pasos de roca firme, algún surco y mucho, mucho flow. Esta variante de bajada desde el medio Celemín hasta Valdemanco está bastante más limpia que la que nos lleva por el norte de la Peña del Hierro, algo más larga pero con mucha piedra suelta.

Aprovecho un paso con una buena roca para hacer alguna foto de mis compañeros de ruta. Ñako se retrasa... una piedra a frenado su rueda delantera y ha salido por orejas, haciéndose algo de daño en el codo y la rodilla, pero como buen biker se sacude el polvo y continúa. La trialera termina junto al cementerio nuevo de Valdemanco, donde empieza una nueva de un kilómetro y medio que nos deja en la M-610.

Esta bajada es muy similar a la anterior en cuanto a tipo de terreno y pendiente. Hay que extremar el cuidado y afinar mucho en la trazada, el terreno está muy seco y el mínimo error puede provocar que la rueda delantera siga un camino diferente al deseado, deslizándose lateralmente y provocando que nuestros huesos den contra el suelo. Vamos llegando uno tras otro a la carretera, donde nos cruzamos con un par de bikers con sus "flacas". Una vez agrupados y solucionados los problemas técnicos de la bici de Magellan, continuamos 100 metros por el asflato hacia Valdemanco, antes de desviarnos por un sendero a nuestra izquierda que nos llevará hacia La Cabrera por el sur de la carretera.

El camino comienza siendo una senda estrecha, con alguna piedra que otra, que a medida que va avazando se ensancha y se estrecha a su antojo, cruzando el arroyo del Molino de la Huesa, pasando junto al collado de San Pedro y la Peña Caballera y rodeando algunas fincas y construcciones. Junto a una de ellas, no logro esquivar un hoyo profundo, donde se clava mi rueda delantera catapultándome hacia delante, sin más consecuencias que unos raspones en las rodillas y un buen golpe en el cuádriceps. Lo más gracioso del tema es que hace una semana logré ver y esquivar el mismo hoyo que hoy me ha lanzado contra el suelo.

4 kilómetros después concluye el "sube y baja" y tomamos el camino de Cabanillas. Dejamos a nuestra izquierda un par de canteras y rodamos escoltados por dos muros de piedra que nos acompañarán hasta cruzar de nuevo la M-610. Seguimos por el sendero paralelo a esta carretera hasta las proximidades del camping Pico de la Miel, desde el que bordeamos La Cabrera por su lado oeste. Desde que tomamos el camino de Cabanillas hemos estado subiendo hasta poco más allá del tramo del GR-10 que une La Cabrera con el Convento de San Antonio. Este es el momento donde se puede acortar la ruta, eliminando el bucle con inicio y fin en este punto del GR-10.

500 metros de bajada pedregosa nos dejarán en La Cabrera, que cruzamos de oeste a este. Pasamos bajo la A-1 para hacer un bucle de 7,5 km que discurre hacia el este por el camino de los Vallejos. Después nos desviamos hacia el sur por un tramo de la Cañada Real de las Merinas en bajada, donde disfrutamos de grandes masas rocosas bajo nuestras ruedas. Terminado este último kilómetro trialero continuamos hacia el norte por sendas paralelas al canal, hasta llegar a la M-127, por la que volvemos hacia el oeste hasta La Cabrera.

Son algo más de las 12.30h y llevamos recorridos casi 37 kilómetros. Hemos parado sólo para reagrupar, a excepción de los 5 minutos del Medio Celemín y la avería mecánica, por lo que las piernas empiezan a pesar. Nos queda un sólo escollo que salvar, la subida desde La Cabrera hasta el Convento de San Antonio. El resto: bajada por trialeras y sendas hasta Navalafuente.

Volvemos a cruzar La Cabrera por su parte norte, para buscar los 500 metros de trialera que bajamos, en este caso para subirlos. Tras él, la pista de hormigón de duros rampones que nos lleva hasta el convento, donde reponemos fuerzas con un descanso de 10 minutos. Rellenamos nuestros botes y camelback, acabamos con lo que nos queda de barrita y a disfrutar de los casi 10 kilómetros de descenso hasta los coches.

Abandonamos el convento de San Antonio por el camino del Reconquillo, una trialera disfrutona, de más de 2 kilómetros, estrecha y con pasos rápidos y sin demasiada complicación técnica (salvo por uno de ellos, algo más difícil, donde no encontramos la trazada correcta), que provoca el característico brillo de ojos y generosa sonrisa. Nos cruzamos a una familia, que amablemente se aparta para dejarnos sitio. La mirada de admiración de los niños nos hace sentirnos "héroes" por un momento, jajaja... ¡con qué poco se nos llena el ego!

Esta magnífica trialera nos deposita en la M-610, muy cerca de Valdemanco. Con las fuerzas totalmente repuestas pedaleamos unos metros de asfalto hasta la vía del tren, junto a la que rodamos durante algo más de 1 kilómetro antes de tomar, a nuestra izquierda, el camino de Guadalix hacia Navalafuente. El camino, que también se ensancha y estrecha por momentos, nos regala algunos tramos divertidos, con alguna piedra que otra y nos deja en la M-631, junto a la gasolinera.

Jevamo ha pinchado; Comavi, Magellan, Trabu, Ñako y yo les esperamos, a él y a Jesusla que le acompaña. El resto de la grupeta continúa el camino, son ya las 14.00h, se les echa la hora encima y han de cumplir con sus obligaciones familiares. En 10 minutos aparecen los "esperados" y continuamos para buscar la última trialera del día.

Una vez atravesada la carretera, el camino de Guadalix cambia su nombre, cuando se encuentra con el arroyo de Cargüera, por cordel del Jaral y se convierte en una rápida y divertidísima trialera a la que llaman "el Balcón de Navalafuente". Es una senda estrecha, encajada entre la maleza, con varios pasos picantes de piedra firme, con algunas piedras sueltas e irregularidades varias que hacen trabajar bien a las suspensiones. Algunas fotos en el transcurso de la bajada, realizadas por la cámara de Jevamo y por la mía, sirven de colofón a esta completa jornada de MTB.

Un cuarto de hora después de las 2 de la tarde llegamos a los coches. Después de más 5 horas sobre nuestras "burras", nos merecemos una buena opcional, que celebramos en una terraza próxima bien concurrida. Cervezas con y sin limón, algo de charleta, las habituales risas y un brindis ponen el punto final a la aventura. La cara de satisfacción de todos los que nos encontramos allí es un fiel reflejo de lo bien que lo hemos pasado. Una buena ruta, un buen día y una compañía perfecta no pueden ofrecer mas que este resultado. De camino a casa, como siempre, pensamos en planes futuros, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por Gustrek.
Fotos: Jevamo y Gustrek.
data:newerPageTitle data:olderPageTitle data:homeMsg