Moralzarzal v3.0

La festividad de Todos los Santos, nos ofrece un puente de cuatro días en el que se nos abren múltiples posibilidades para practicar nuestro deporte favorito. Conscientes de tener varios días consecutivos de MTB por delante, se nos antoja necesario dosificar nuestras fuerzas para disfrutar en buenas condiciones de todos ellos.

Pero la cabra tira al monte y lo que pretendíamos fuese un día de pedaleo tranquilo por Moralzarzal, Becerril, Collado y Alpedrete, una zona bien conocida por todos nosotros, se convirtió en una ruta más, que sin ser demasiado dura, contó con subidas exigentes y bajadas disfrutonas, más o menos, a partes iguales.
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ASISTENTES
Nos reunimos 3 bikers: Bake661, Gustrek y Jesusla.

TRACK DE LA RUTA

Haz click aquí para descargar el track de la ruta.

DATOS DE LA RUTA
Sábado 29 de octubre: 32km, 820m de desnivel de subida acumulado, 4 horas (2 horas y 42 minutos dando pedales).


IMÁGENES DE LA RUTA


CRÓNICA

Quedamos a las 9.00h en la Plaza de toros de Moralzarzal para realizar la típica ruta que solemos hacer por la zona, en este caso con algunas modificaciones: eliminábamos del track la vuelta al embalse de Navacerrada (tramo algo soso para nuestro gusto), y añadíamos una dura subida al final de la ruta para descender por el famoso DH de Moralzarzal.

A la hora prevista llegamos al punto de encuentro, sitiado por numerosas unidades de Protección Civil que van a celebrar un evento. Ante esta situación aparcamos en una calle colindante y preparamos nuestras monturas para la aventura. Hace algo de fresquito, pero sabemos que sólo durará unos minutos... hasta que empecemos a subir, ya se sabe que lo que más abriga es un buen rampón.

Atravesamos las calles del pueblo para buscar la pista que nos subirá hasta la "trialera del somier", muy cerca de la Torre del Telégrafo (o Cabeza Mediana). Salimos de Moralzarzal hacia el norte, abandonando pronto el asfalto y tomando un camino de tierra ancho y en buen estado. El terreno está perfecto, las lluvias de los últimos días han hecho desaparecer el polvo y la arena que nos ha acompañado durante los últimos meses. Es un placer ver algún charco que otro salpicando el camino, ¡cuánto los echábamos de menos! (en unas semanas empezaremos a quejarnos del barro).

Un par de kilómetros después del inicio nos desviamos hacia el oeste, para dirigirnos hacia la pista de subida hacia la Torre del Telégrafo. La subida es continua pero tendida, se hace cómodamente con el plato mediano (grande en mi caso que llevo sólo dos) y discurre entre pinos, ofreciéndonos algún claro con buenas vistas de la zona. Empezamos rodando juntos, pero la subida nos va separando, aunque, a cada rato, hacemos una breve parada para reagruparnos.

En 40 minutos hemos recorrido los 6,5km que separan el inicio de la ruta con el inicio del "somier", donde aprovechamos para fotografiar la puerta que da nombre a esta trialera. Hacemos un receso para quitarnos algo de ropa (la subida ya nos ha hecho entrar en calor) y para colocarnos las protecciones. Toca disfrutar de una buena bajada de un kilómetro y medio con buenos pedrolos, divertida y sin demasiadas complicaciones. Las condiciones de humedad del terreno son perfectas y las ruedas se agarran al terreno de forma óptima.

Aprovechamos un par de pasos para hacer algunas fotos. Nos ha costado mucho tiempo, pero ya estamos aprendiendo a interrumpir momentáneamente el placer de las bajadas para inmortalizar esos instantes que tan buen sabor de boca nos dejan y poder rememorarlos más adelante. Disfrutamos la trialera a muy buen ritmo, aprovechando cada piedra y cada irregularidad del terreno para aprovechar el recorrido de nuestras suspensiones.

En un abrir y cerrar de ojos estamos en la Renault, al suroeste de Becerril, donde acaba la trialera. Nuestro siguiente objetivo es alcanzar las trialeras al este del embalse de Navacerrada. Para ello callejeamos por Becerril, cruzándolo de sur a norte hasta llegar a la pared de la presa. Recorremos algo más de 3 kilómetros de asfalto, la parte más "triste" de la ruta y que repetiremos de vuelta. Aprovechamos para disfrutar de una buena charleta sobre lo humano y lo divino...

Una vez en el embalse, cruzamos la puerta de la alambrada, que nos da acceso a un sendero divertido que nos quita el mal sabor de boca que nos dejó el asfalto. El sendero recorre el lado este del embalse durante casi un kilómetro, es estrecho y está salpicado por alguna que otra piedra que nos saca una sonrisa. El sendero termina cerca del río Navacerrada, que alimenta el pantano. En este punto tomamos un rampón a la derecha, con el terreno bien roto y de algo más de 300 metros, que nos conduce a lo alto del Collado de las Cabezas, inicio de la segunda de las trialeras de la jornada.

La vereda de las Cabezas, que así se llama la trialera, es una senda estrecha, plagada de surcos y piedras, que después de algo más de 500 metros se convierte en un camino algo más ancho y de buen firme totalmente plano que nos conduce hasta la M-861. La parte trialera de esta vereda está muy sucia, hay más piedras sueltas de las habituales y los surcos se han hecho más profundos, consecuencia de las lluvias de los pasados días. En vista del estado de la misma, abandonamos la idea de subir a buscar la otra trialera de esta zona, que baja desde el cerro de las Cabezas.

Continuamos camino para volver a callejear por Becerril, ahora en sentido inverso, hasta la Renault, donde tomaremos un divertido sendero que nos llevará hasta Collado Mediano. Al cruzar la cancela que nos da acceso al mismo nos cruzamos con un nutrido grupo de bikers, también muy pertrechados, que acaban de descender por el "somier". El sendero es plano, pero estrecho y divertido y discurre paralelo a la M-501 entre pinos. La senda está tapizada de pinaza, provocando la pérdida de tracción y dándonos algún susto que otro.

El sendero termina junto a la carretera M-863, que conduce a Collado Mediano. La tomamos durante unos metros, hasta que nos desviamos de ella, junto a unas antenas, para entrar en el camino de la Pasada. Este camino es ancho, pero a medida que avanzamos sobre él su terreno se va rompiendo y se convierte en una "medio-trialera" muy disfrutona, en la que hay que ir dando pedales y salvando los pasos pedroleros que nos ofrece.

Lo pasamos en grande durante los tres kilómetros de distancia que tiene, aprovechando los saltos, las piedras, los vadenes... El camino nos deja muy satisfechos y nos deposita al noreste de Alpedrete, donde hacemos un pequeño receso para quitarnos las protecciones, de las que no nos habíamos despojado desde el inicio de la primera trialera (ventajas de llevarlas "blandas").

Ahora toca volver hacia Moralzarzal para "atacar" su DH. Para ello cruzamos la M-601 y entramos en el camino de Alpedrete, junto a la Estación de Transferencia de Residuos Sólidos (un basurero, vamos). Rodamos durante 5 kilómetros por este camino, plano a excepción del último tramo de subida con unos escalones de piedra imposibles que nos obligan a poner pie a tierra. Poco después nos desviamos a nuestra izquierda hacia el pico Martillo. Tenemos por delante un kilómetro y medio de duros rampones plagados de piedras, la mayoría de ellas sueltas, que dificultan aún más el ascenso.

Hoy estreno cubiertas, y he podido comprobar que la elección es del todo correcta (al menos para el tipo de rutas y el tipo de conducción de nuestro grupo). Si la delantera, una High Roller UST Super Tacky en 2.35, ofrece una seguridad tremenda en las bajadas, la trasera, una Ignitor UST también en 2.35, tracciona de maravilla en subidas rotas. Con su ayuda coronamos junto a una pequeña construcción abandonada, supongo que es un depósito de agua, porque en ella se inicia una conducción subterránea.

Aprovechamos la parada para reponer fuerzas, líquidos y hacer alguna foto. Tras el receso tomamos una trialera plana, a la que los bikers de la zona llaman "horizontal" y que conduce hacia el DH2 y hacia la pista que sube hasta Cabeza Mediana. A mitad de la "horizontal" sale la segunda parte del DH (la primera comienza más arriba y te deja en este punto), inédita para nosotros hasta hoy.

Nuestras expectativas sobre este descenso eran muy elevadas, por lo que quizás el nivel de satisfacción alcanzado fue demasiado pobre. La bajada no tiene más aliciente que la pendiente, por lo demás es corta, sosa y sin demasiadas pretensiones... para nuestro gusto: decepcionante. El DH acaba en el noroeste de Moralzarzal, donde nos cruzamos con una familia a caballo bastante malcarada y maleducada (y luego dicen de los bikers), que debían pensar que el monte era suyo.

Unos cientos metros por las calles de Moralzarzal nos conducen hasta la Plaza de Toros, donde concluimos la ruta a las 13.00h. Aprovechando que acabamos a buena hora, nos deleitamos con una buena opcional en una terracita al sol y con una buena cerveza con limón. Charla, risas y planes futuros antes de volver a casa aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por Gustrek.

Fotos: Bake661, Jesusla y Gustrek.
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