Todos los partes meteorológicos daban buen tiempo y animados quedamos tres locos de la bici para visitar Hoyo, nuestro valor seguro, donde técnica y disfrute se unen en una combinación que pocas rutas tienen.
ASISTENTES
DATOS DE LA RUTASábado 16 de octubre: 30km, 970m de desnivel de subida acumulado, 4 horas (2 hora y 50 minutos dando pedales).
haz click sobre la imagen para aumentarlaCRÓNICA
Quedamos prontito, como siempre, y el frio aprieta. Voy con GusTrek en el coche, de charleta cuando nos llama Ñako diciendo que se retrasa, no hay problema compañero; además creo a los dos se nos viene el mismo pensamiento a la cabeza…”así sube un poco la temperatura, que hace una rasca que no veas”. Entre que hablamos del destrozo que le hicimos a las pastillas de freno con la ruta del Pardo aparece el tercer miembro de este Hat-trick de bikers.
Nos pertrechamos como Dios manda, protes, mochila, casco, guantes, etc. y las primeras pedaladas son de investigación. GusTrek ha estado jugando con el GPS y parece haber encontrado un camino alternativo para comenzar la ruta, lo que hacemos para no que nuestras burras no pisen el asfalto, jaja.
Tras una pequeña confusión conseguimos enlazar con el comienzo del track y nos ponemos a recorrer los primero kilómetros de la ruta, Hoyo en su comienzo es un sube y baja continuo, donde intercalamos pequeñas bajadas rotas con subidas…alguna losa divertida y llegamos al comienzo de la subida. Estreno la tija-pija en esta ruta (después de solventar el problema del cable) y solo en este tramo ya vale su precio en oro. No me paro en ningún paso complicado y para un “paquete” como yo eso es algo genial porque te permite no perder feeling con la bici, todo va del tirón. ¡Porque no me la compraría antes!
Como decía, empezamos a subir, primero algo tendido hasta llegar a un árbol que nos sirve siempre de referencia para lo que nos queda y de parada para un tentempié. Nos quitamos las chaquetas y nos disponemos a subir al mirador del diablo; la premisa de Ñako es no poner pie en tierra en toda la subida…pero la hacienda se torna imposible, las partes rotas y la poca adherencia que otorgan ir con mucho piñón y la tierra suelta hacen que algunos pasos sean imposibles. Pero solventando paso a paso cada zona conseguimos llegar arriba, GusTrek llega el primero como de costumbre y después Ñako y yo.
Admiramos las vistas, nos ponemos las protes y a disfrutar!!! En la primera parte de repente mi freno trasero pierde potencia, desde el Pardo no va bien y este pequeño fallo me hace desconfiar de él. Ñako un poco más adelante pierde la rueda trasera y se baja de la bici de una forma poca ortodoxa, pero sin consecuencias. GusTrek baja enfilado y le perdemos enseguida. Ñako y yo vamos bajando hasta llegar a la zona del surco, donde debido a las lluvias se hace imposible pasar con la bici, los pedales golpean todo el rato y hay que bajarse de la bici. Tras esto Ñako se enchufa y le pierdo, pero enseguida nos juntamos con una sonrisa de oreja a oreja que demuestra lo bien que te lo pasas en esta trialera tan habitual para nosotros.
El siguiente punto es subir hasta el mirador para bajar por la trialera de los bomberos, y cada vez que hago esta bajada me doy cuenta de que lo que más me gusta es la zona de senderos que van antes de la susodicha trialera…porque con los escalones y las piedras que tiene yo no sé por dónde pasar la verdad. Los senderos son muy chulos y rápidos con algún repecho, que saca a relucir todas las bondades de la tija-pija una vez más.
Ya estamos acabando y me quedo un poco apajarado, pero en todo momento tengo contacto visual con los dos máquinas que me acompañan y podemos acabar la ruta juntos dirección a una opcional bien merecida. Allí refrescamos los gaznates, nos volvemos a poner las chaquetas porque el frío y el sudor son mala combinación y hablamos de futuras rutas y cambios en las burras, pero como bien sabéis eso es otra historia…
Nos pertrechamos como Dios manda, protes, mochila, casco, guantes, etc. y las primeras pedaladas son de investigación. GusTrek ha estado jugando con el GPS y parece haber encontrado un camino alternativo para comenzar la ruta, lo que hacemos para no que nuestras burras no pisen el asfalto, jaja.Tras una pequeña confusión conseguimos enlazar con el comienzo del track y nos ponemos a recorrer los primero kilómetros de la ruta, Hoyo en su comienzo es un sube y baja continuo, donde intercalamos pequeñas bajadas rotas con subidas…alguna losa divertida y llegamos al comienzo de la subida. Estreno la tija-pija en esta ruta (después de solventar el problema del cable) y solo en este tramo ya vale su precio en oro. No me paro en ningún paso complicado y para un “paquete” como yo eso es algo genial porque te permite no perder feeling con la bici, todo va del tirón. ¡Porque no me la compraría antes!
Como decía, empezamos a subir, primero algo tendido hasta llegar a un árbol que nos sirve siempre de referencia para lo que nos queda y de parada para un tentempié. Nos quitamos las chaquetas y nos disponemos a subir al mirador del diablo; la premisa de Ñako es no poner pie en tierra en toda la subida…pero la hacienda se torna imposible, las partes rotas y la poca adherencia que otorgan ir con mucho piñón y la tierra suelta hacen que algunos pasos sean imposibles. Pero solventando paso a paso cada zona conseguimos llegar arriba, GusTrek llega el primero como de costumbre y después Ñako y yo.
Admiramos las vistas, nos ponemos las protes y a disfrutar!!! En la primera parte de repente mi freno trasero pierde potencia, desde el Pardo no va bien y este pequeño fallo me hace desconfiar de él. Ñako un poco más adelante pierde la rueda trasera y se baja de la bici de una forma poca ortodoxa, pero sin consecuencias. GusTrek baja enfilado y le perdemos enseguida. Ñako y yo vamos bajando hasta llegar a la zona del surco, donde debido a las lluvias se hace imposible pasar con la bici, los pedales golpean todo el rato y hay que bajarse de la bici. Tras esto Ñako se enchufa y le pierdo, pero enseguida nos juntamos con una sonrisa de oreja a oreja que demuestra lo bien que te lo pasas en esta trialera tan habitual para nosotros.El siguiente punto es subir hasta el mirador para bajar por la trialera de los bomberos, y cada vez que hago esta bajada me doy cuenta de que lo que más me gusta es la zona de senderos que van antes de la susodicha trialera…porque con los escalones y las piedras que tiene yo no sé por dónde pasar la verdad. Los senderos son muy chulos y rápidos con algún repecho, que saca a relucir todas las bondades de la tija-pija una vez más.
Ya estamos acabando y me quedo un poco apajarado, pero en todo momento tengo contacto visual con los dos máquinas que me acompañan y podemos acabar la ruta juntos dirección a una opcional bien merecida. Allí refrescamos los gaznates, nos volvemos a poner las chaquetas porque el frío y el sudor son mala combinación y hablamos de futuras rutas y cambios en las burras, pero como bien sabéis eso es otra historia…
Redactado por Trabu.
