Zetas de La Pedriza

Asistentes
Dani, Golfer, GusTrek, Javi Jeby, Javsan, JRomero, Paco, R@ulo, Seve, Trabu y Volko.

Nos faltó Davidson, por causas de fuerza mayor. Le dedicamos la ruta.

Fecha
5 de septiembre de 2009

Track
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Datos de la ruta
47km, 1.680m de desnivel de subida acumulado, 5 horas (3 horas y 30 minutos dando pedales).


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Crónica
Magnífica ruta organizada por Davidson, de los Paket, a la que, desgraciadamente, no pudo asistir por causas de fuerza mayor: fiebre de su hijo. Le agradecemos públicamente que propiciase la ruta, que nos facilitase el track de la misma y que involucrase a tanta buena gente para realizarla.

Los más próximos a Alcobendas nos citamos en el polideportivo de Valdelasfuentes a las 7.30h para distribuirnos en los coches y poner rumbo al aparcamiento de la Pedriza, donde habíamos quedado a las 8.15h con el resto de los "ruteros".

Comenzamos a dar pedales a las 8.45h siguiendo un senderito que desemboca en la carretera asfaltada que conduce hasta el Descansadero de Cantocochino, lugar donde comienza la pista de subida de la ruta.

Repletos de energía, de ganas, de agua, de barritas y de plátanos iniciamos el ascenso hacia la primera parada prevista: el inicio de la subida a la Nava, a unos 14km del inicio. Es una ascenso largo y constante, con curvas de casi 180º (que dan nombre a la ruta: "zetas") y con una pendiente media de más del 8% que va cargando nuestras piernas. El pelotón se deshace en tres partes: los "makinas", algunas unidades intermedias y el grupo de cierre. A mitad de este primer tramo realizamos una parada para reagrupar, beber y tomar media barrita, aunque alguien hace un "kit-kat" a mitad de camino para soltar "lastre" abonando las áridas tierras de la zona, jeje.

Parada larga al inicio de la Nava, con las fotos de rigor, la charleta y el avituallamiento. Alguno saca su lado oscuro y se encarama, cual lagartija, a la gran roca que preside el lugar (vease reportaje gráfico para decubrir al personaje en cuestión, jeje).

Algunos dudamos si realizar o no el ascenso a la Nava: son 5,5km de subida con una pendiente media del 7% y con las piernas ya bastante "calientes" de la paliza anterior. Sacamos orgullo y raza e iniciamos todos la marcha. Algunos subieron del tirón, otros, con el culo dolorido (del sillín eeeh!) pusimos pie en tierra a mitad de camino para poder coronar a continuación y alguno dio media vuelta para esperar a que descendiésemos (bastante mérito tiene habiendo llegado hasta allí con, como él dice, "con su saco de cemento" ¡eres un campeón, pero la siguiente no te perdonamos la subida!).

Parada obligada en la Nava, punto más alto de la ruta con 1.960 metros: avituallamiento, fotos, charleta, paisaje... Cargamos pilas para la bajada, la cual disfrutamos mucho , sobre todo aquellos que llevamos "dobles", esquivando alguna vaca de "mirada sucia" y haciendo algunas derrapadas en las cerradas curvas. De nuevo reagrupamos para realizar el tercer sector de la ruta: 7km hasta un plano próximo al Puente de los Manchegos.

Este tramo se inicia con 2km de bajada y concluye con poco más de 4 de ascenso de pendiente media del 6%, algo más llevadero aunque duro por el cansancio acumulado (el de algunos como el que suscribe, porque otros parece que lleven gasolina "en vena"). De nuevo reagrupamos, saciamos sed y hambre, vaciamos vejiga (la interna, no la del camel) divisamos la Bola (presente su subida en nuestras mentes) y nos preparamos para el, para mi gusto, mejor y más divertido sector de la ruta: el descenso hasta el punto de origen.

Son 15km de bajada continua por pista en buen estado, solo rotos por 1,5km de subida suave(4%) y 1,5 km de llano intermedios. Nos lanzamos como locos (perdón por el susto que a alguno le di), para devorar la distancia en sólo 30 minutos, alcanzando una velocidad media de casi 30km/hora y puntas mantenidas de hasta 55km/hora ("pa habernos matao").

Son casi las 14.00h cuando concluimos y algunos han de marcharse por obligaciones familiares ineludibles. El resto montamos opcional en una terrazita próxima, donde disfrutamos no sólo de las cervezas y cocacolas, sino también de las posaderas de la posadera y de los demás elementos que la adornaban... aunque ninguno se fijó en ella en exceso, jeje, ¡cómo tenemos las hormonas! Tras la opcional, todos a casa a esperar la próxima ruta, aunque eso... ya es otra historia.

Redactada por GusTrek.
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