Entre alcosanseros y pakets nos reunimos 11 bikers: Álvaro, Bluebullet, Dani, Davidson, Elrafy, Golfer, GusTrek, Nacho, Ñaco, R@ulo y Oryctes (como siempre por orden alfabético).
Fecha
Sábado 12 de septiembre.
Track
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Datos de la Ruta
52km, 866m de desnivel de subida acumulado, 4 horas y media (3 horas y 15 minutos dando pedales).
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haz click sobre la imagen para aumentarlaCrónica
A las 8.30h nos reunimos, una vez más, en la fuente del polideportivo Dehesa Boyal de san Sebastián de los Reyes. La ruta propuesta y guiada por Davidson, de los Paket, ofrecía múltiples posibilidades diferentes, principalmente por la multitud de senderos existentes en El Pardo.
La primera parte de la ruta era de todos muy bien conocida: Dehesa Boyal y muro de Viñuelas hasta el Tanatorio de Tres Cantos. Poco más de 8 km de subidas y bajadas nada exigentes que todos tenemos ya muy "trilladas", para casi todos es nuestro campo de entrenamiento. En poco más de 30 minutos la distancia estaba cubierta a un ritmo tranquilo con charleta incluida y sin ninguna incidencia.
Cruzamos el puente sobre la carretera de Colmenar para entrar en la pista que discurre paralela a ésta en dirección sur hasta la colonia militar del Goloso. Algo más de 3 km que amenizamos hablando de lo humano y lo divino.
Tramo tremendamente divertido: el sendero secreto, que todo el mundo conoce, de Davidson. Es una senda de menos de 2km, paralela al muro de el Pardo, muy rota y revirada y tremendamente disfrutona. Golfer abre el sendero con buen ritmo, como en él es acostumbrado. Le sigue GusTrek, rápido pero con prudencia (es la primera vez que recorre este camino). A continuación el resto del grupo, uno tras otro (complicado avanzar aquí en paralelo, jeje).: Ñaco disfruta de la ausencia de piedras, la bala verde de R@ulo le ayuda a sacar su lado oscuro, Bluebullet esquiva los árboles que roza con la cabeza (¡qué grande es el tío!), Davidson, Alvaro y Nacho que para nada hacen honor a su nombre (Paket), Oryctes haciendo trabajar a su recién reparada horquilla, Elrafy sobre su, por el momento, recta tija y Dani funcionando a tope con su Lapierre. Tanto las dobles como las rígidas cumplen hasta aquí bien su cometido.
Como todo lo bueno, el gozo se pasa en un suspiro y giramos a derechas por la pista paralela a la tapia del Pardo hasta llegar a la M-612. 4km y 300m que de nuevo aprovechamos para cambiar impresiones y planificar rutas futuras.
De nuevo empieza la diversión: senderos estrechos y casi ocultos por la vegetación, que un tanto seca deja huella, en forma de arañazos, en piernas, brazos y cara. Davidson, Nacho, R@ulo, Elrafy, Bluebullet, Golfer y Gustrek llegan hasta el mirador, el resto "decide" seguir a otro grupo de bikers y llegan hasta El Faro, al olor de las birritas. Entre tanto, los que estamos en el mirador nos hacemos las obligadas fotos del "desceso de la escalera", inagurado en su día por R@ulo. Bluebullet incluso intenta ¡subirlas!, y dos o tres escalones se hace. De aquí todos al circo.
Nos reagrupamos en el restaurante El Faro, barritas, agua, plátanos, almendras y repostaje con manguera de los botes y "camellas". De nuevo entramos en las senderos del pardo, estrechos, virados, enraizados y muy entretenidos. Dentro de ellos, un arbol ataca a GusTrek, que se marca un "ben-hur" (vuelo sobre el manillar) con aterrizaje forzoso (¡qué estilo tengo para tirarme!, jeje) pero sin consecuencias. 6km de senderos que nos conducen hasta la Colonia de Mingorrubio, donde al girar a izquierdas para buscar la ribera del río GusTrek derrapa en la grava y de nuevo da con sus huesos contra el suelo (¡vaya día!). Esta vez rasponazo sangriento en pierna derecha, pero se sacude el polvo y como si nada (más dolorido el orgullo que el cuerpo, jeje).
Continuamos por la vereda paralela al río Manzanares hasta la presa, donde nos hacemos la fotos de rigor. R@ulo saca de su camel Betadine y curamos las heridas. ¡Lleva siempre de todo, gracias a Dios!, es como McGiver: fotos, video, botiquín, multi-super-ultra-herramienta... no me extraña que le tengan tanto cariño las abuelitas de La Moraleja, jaja. Convencemos a Dani para que no se bañe, ¡qué vas a coger la peste, tío!, aunque después del chapuzón que se dio en Viñuelas debe estar ya inmunizado contra casi todo.
Regresamos río abajo para llegar de nuevo al Restaurante El Faro, atravesando, en esta ocasión, el pueblo del Pardo. Cubrimos 6,5km, muy llanos, en este tramo.
Enfilamos el Camino de Caños Quebrados hasta la alambrada, donde giramos a derechas para buscar, de regreso, la tapia del Pardo. En este corto sendero acontecen dos incidentes dignos de reseñar. Álvaro "peta" 3 radios de la rueda y rompe la cadena: bici inutilizada y, para él, opcional anticipada hasta que llegue el coche escoba. Ya nos contará como fue el incidente, porque no tuvimos oportunidad de verle. Lamentamos que no pudiese continuar la ruta y esperamos que la avería no sea demasiado importante (ya nos dijeron que él estaba bien). En segundo lugar y tras un salto ¿descontrolado?, Elrafy aterriza con su culo contra el sillín de su bici, con tanto ímpetu ¡que dobla la tija! En tales condiciones, con un retraso en la tija que tiene que ir casi tumbado, el resto de la ruta se le complica (es un hacha y la acaba sin quejarse). Pero como su tija mola mucho y es "supermegapija", le da la vuelta y la convierte en tija con avance, que aunque no sea lo más deseable le hace un poco más llevadero el regreso a casa.
Seguimos junto por la pista paralela al muro del Pardo, cruzándonos con jinetes, y otros bikers, entre ellos un grupo de señoritas (¡qué poco se prodigan en este deporte!). Llegando ya al final de la pista, Davidson y Nacho se separan del grupo, para ir en busca del coche y recoger a Álvaro, que como haya estado tomando cervezas hasta entonces, va a tener un "colocón" importante.
El resto cogemos el tunel que nos lleva hasta la Clínica Sear, y desde allí el puente que cruza la carretera de Colmenar para entrar en el carril bici. Una vez en él, a pedalear como locos, para demostrar a los carreteros como se lleva una bici, jeje. Elrafy, en las condiciones que lleva su tija, opta por volver por el carril bici de la Universidad de Comillas para llegar en buenas condiciones a la opcional. Encabezamos R@ulo, Golfer, Bluebullet y GusTrek a un ritmo fuerte, principalmente los dos primeros que nos sacan unos 50 metros de distancia a los dos segundos a la llegada al puente que conduce al Tanatorio. Los demás, menos "majaras" que nosotros, a ritmo lógico hasta reagruparnos en el mencionado puente.
Desde el Tanatorio de Tres Cantos vuelta al "poli" por el camino de siempre, esta vez de bajada y a buen ritmo. Golfer y GusTrek se adelantan y vuelan pegados al muro hasta el final. El resto acorta atravesando la Dehesa Boyal, lanzándose por un "cuestón" marca Oryctes.
Todos reunidos concluimos con opcional en el bar del polideportivo, excepto Golfer por obligaciones familiares. Cerveza con limón, CocaCola y Acuarius riegan nuestras secas gargantas, mientras cambiamos impresiones, risas y planeamos nuestra siguiente aventura, aunque eso... ya es otra historia...
Redactada por GusTrek.
A las 8.30h nos reunimos, una vez más, en la fuente del polideportivo Dehesa Boyal de san Sebastián de los Reyes. La ruta propuesta y guiada por Davidson, de los Paket, ofrecía múltiples posibilidades diferentes, principalmente por la multitud de senderos existentes en El Pardo.
La primera parte de la ruta era de todos muy bien conocida: Dehesa Boyal y muro de Viñuelas hasta el Tanatorio de Tres Cantos. Poco más de 8 km de subidas y bajadas nada exigentes que todos tenemos ya muy "trilladas", para casi todos es nuestro campo de entrenamiento. En poco más de 30 minutos la distancia estaba cubierta a un ritmo tranquilo con charleta incluida y sin ninguna incidencia.Cruzamos el puente sobre la carretera de Colmenar para entrar en la pista que discurre paralela a ésta en dirección sur hasta la colonia militar del Goloso. Algo más de 3 km que amenizamos hablando de lo humano y lo divino.
Tramo tremendamente divertido: el sendero secreto, que todo el mundo conoce, de Davidson. Es una senda de menos de 2km, paralela al muro de el Pardo, muy rota y revirada y tremendamente disfrutona. Golfer abre el sendero con buen ritmo, como en él es acostumbrado. Le sigue GusTrek, rápido pero con prudencia (es la primera vez que recorre este camino). A continuación el resto del grupo, uno tras otro (complicado avanzar aquí en paralelo, jeje).: Ñaco disfruta de la ausencia de piedras, la bala verde de R@ulo le ayuda a sacar su lado oscuro, Bluebullet esquiva los árboles que roza con la cabeza (¡qué grande es el tío!), Davidson, Alvaro y Nacho que para nada hacen honor a su nombre (Paket), Oryctes haciendo trabajar a su recién reparada horquilla, Elrafy sobre su, por el momento, recta tija y Dani funcionando a tope con su Lapierre. Tanto las dobles como las rígidas cumplen hasta aquí bien su cometido.
Como todo lo bueno, el gozo se pasa en un suspiro y giramos a derechas por la pista paralela a la tapia del Pardo hasta llegar a la M-612. 4km y 300m que de nuevo aprovechamos para cambiar impresiones y planificar rutas futuras.
De nuevo empieza la diversión: senderos estrechos y casi ocultos por la vegetación, que un tanto seca deja huella, en forma de arañazos, en piernas, brazos y cara. Davidson, Nacho, R@ulo, Elrafy, Bluebullet, Golfer y Gustrek llegan hasta el mirador, el resto "decide" seguir a otro grupo de bikers y llegan hasta El Faro, al olor de las birritas. Entre tanto, los que estamos en el mirador nos hacemos las obligadas fotos del "desceso de la escalera", inagurado en su día por R@ulo. Bluebullet incluso intenta ¡subirlas!, y dos o tres escalones se hace. De aquí todos al circo.Nos reagrupamos en el restaurante El Faro, barritas, agua, plátanos, almendras y repostaje con manguera de los botes y "camellas". De nuevo entramos en las senderos del pardo, estrechos, virados, enraizados y muy entretenidos. Dentro de ellos, un arbol ataca a GusTrek, que se marca un "ben-hur" (vuelo sobre el manillar) con aterrizaje forzoso (¡qué estilo tengo para tirarme!, jeje) pero sin consecuencias. 6km de senderos que nos conducen hasta la Colonia de Mingorrubio, donde al girar a izquierdas para buscar la ribera del río GusTrek derrapa en la grava y de nuevo da con sus huesos contra el suelo (¡vaya día!). Esta vez rasponazo sangriento en pierna derecha, pero se sacude el polvo y como si nada (más dolorido el orgullo que el cuerpo, jeje).
Continuamos por la vereda paralela al río Manzanares hasta la presa, donde nos hacemos la fotos de rigor. R@ulo saca de su camel Betadine y curamos las heridas. ¡Lleva siempre de todo, gracias a Dios!, es como McGiver: fotos, video, botiquín, multi-super-ultra-herramienta... no me extraña que le tengan tanto cariño las abuelitas de La Moraleja, jaja. Convencemos a Dani para que no se bañe, ¡qué vas a coger la peste, tío!, aunque después del chapuzón que se dio en Viñuelas debe estar ya inmunizado contra casi todo.Regresamos río abajo para llegar de nuevo al Restaurante El Faro, atravesando, en esta ocasión, el pueblo del Pardo. Cubrimos 6,5km, muy llanos, en este tramo.
Enfilamos el Camino de Caños Quebrados hasta la alambrada, donde giramos a derechas para buscar, de regreso, la tapia del Pardo. En este corto sendero acontecen dos incidentes dignos de reseñar. Álvaro "peta" 3 radios de la rueda y rompe la cadena: bici inutilizada y, para él, opcional anticipada hasta que llegue el coche escoba. Ya nos contará como fue el incidente, porque no tuvimos oportunidad de verle. Lamentamos que no pudiese continuar la ruta y esperamos que la avería no sea demasiado importante (ya nos dijeron que él estaba bien). En segundo lugar y tras un salto ¿descontrolado?, Elrafy aterriza con su culo contra el sillín de su bici, con tanto ímpetu ¡que dobla la tija! En tales condiciones, con un retraso en la tija que tiene que ir casi tumbado, el resto de la ruta se le complica (es un hacha y la acaba sin quejarse). Pero como su tija mola mucho y es "supermegapija", le da la vuelta y la convierte en tija con avance, que aunque no sea lo más deseable le hace un poco más llevadero el regreso a casa.Seguimos junto por la pista paralela al muro del Pardo, cruzándonos con jinetes, y otros bikers, entre ellos un grupo de señoritas (¡qué poco se prodigan en este deporte!). Llegando ya al final de la pista, Davidson y Nacho se separan del grupo, para ir en busca del coche y recoger a Álvaro, que como haya estado tomando cervezas hasta entonces, va a tener un "colocón" importante.
El resto cogemos el tunel que nos lleva hasta la Clínica Sear, y desde allí el puente que cruza la carretera de Colmenar para entrar en el carril bici. Una vez en él, a pedalear como locos, para demostrar a los carreteros como se lleva una bici, jeje. Elrafy, en las condiciones que lleva su tija, opta por volver por el carril bici de la Universidad de Comillas para llegar en buenas condiciones a la opcional. Encabezamos R@ulo, Golfer, Bluebullet y GusTrek a un ritmo fuerte, principalmente los dos primeros que nos sacan unos 50 metros de distancia a los dos segundos a la llegada al puente que conduce al Tanatorio. Los demás, menos "majaras" que nosotros, a ritmo lógico hasta reagruparnos en el mencionado puente.
Desde el Tanatorio de Tres Cantos vuelta al "poli" por el camino de siempre, esta vez de bajada y a buen ritmo. Golfer y GusTrek se adelantan y vuelan pegados al muro hasta el final. El resto acorta atravesando la Dehesa Boyal, lanzándose por un "cuestón" marca Oryctes.Todos reunidos concluimos con opcional en el bar del polideportivo, excepto Golfer por obligaciones familiares. Cerveza con limón, CocaCola y Acuarius riegan nuestras secas gargantas, mientras cambiamos impresiones, risas y planeamos nuestra siguiente aventura, aunque eso... ya es otra historia...
Redactada por GusTrek.
