Cercedilla Fuenfría

Aquello que no nos mata, nos hace más duros. Acaba un duro invierno que nos ha obligado a compartir rutas con el frío, la nieve, la lluvia, el viento, el barro... unos meses que han reforzado esos "propiedades" que compartimos todos los bikers: el valor, el esfuerzo y la persistencia. Salimos reforzados de esta estación del año, para afrontar, mucho más preparados, la primavera: la época más dulce para nosotros, si nos lo permite Letra, dios de la lluvia.

La ruta de hoy ha sido una buena muestra de ello: el sol, el impresionante paisaje y la magnífica compañía han conformado un perfecto día de MTB. Comienzan los mejores días del año para estos loco-bikers, que, sobre nuestras monturas, recorremos los caminos y senderos de nuestra sierra madrileña en busca del "flow".
ASISTENTES
Nos reunimos 12 bikers, entre alcosanseros y pakets: Alekz, Bluebullet, Davidson, GusTrek, Jeby, JRomero, Magellan, Ñako, R@ulo, Ratilla y Senderos de Traición.

TRACK
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DATOS DE LA RUTA
Sábado 10 de abril: 43km, 1.250m de desnivel de subida acumulado, 4 horas y 10 minutos (3 horas dando pedales).

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MAPA DE LA RUTA




IMÁGENES DE LA RUTA




VIDEO RESUMEN DE LA RUTA




CRÓNICA
Es un día de esos en los que agradeces abandonar el cálido abrazo de las sábanas, saltar de la cama y ponerte en marcha para disfrutar de los muchos placeres que te depara el fin de semana. Tras la ducha y desayuno de rigor, me coloco el traje de romano y me dirijo al punto de encuentro en Alcobendas, a las 8.00h, para encontrarme con Davidson, R@ulo y Ratilla.

El sol ya comienza a calentar la mañana. Acoplamos las monturas en los coches y ponemos rumbo a Cercedilla, donde hemos quedado con el resto de bikers. A las 9.00h estamos los doce aguerridos humanos, junto con nuestras "burras", en la estación de tren de la citada población, desde donde partirá nuestra aventura.

Al primero que vemos es a Ñako, con un "ligero" problema en sus bielas, que están totalmente desalineadas y le impiden poder pedalear. Con los consejos de los unos, las herramientas de los otros y su propia habilidad, Ñako pone su montura en condiciones de uso. Apreciamos una de las razones del elevado peso de su Giant: la cantidad de grasa, barro e incluso musgo y vegetación (jeje) que cubren tanto el cuadro como los componentes. Una profunda limpieza le permitirá, a buen seguro, rebajar un par de kilos de peso de su bici.

A las 9.25h comenzamos a dar pedales por las calles de Cercedilla en busca del Camino de los Campamentos, en el que entramos tras recorrer el kilómetro que separa nuestro punto de partida de él. Pedaleamos juntos y con un buen ritmo que no nos abandonará en el resto del día: la velocidad media (en movimiento) con la que realizamos la ruta será de 15km/h.

El camino está en perfecto estado, totalmente seco, y comienza ofreciéndonos las primeras subidas del día que nos hacen entrar en calor y empezar a pensar en despojarnos de alguna de las capas de ropa que llevamos. Tras un par de kilómetros de subida en los que imprimimos un ritmo fuerte, hacemos una parada para reagruparnos con aquellos que comienzan o dosificándose o con menos ganas de castisgarse. En dos minutos estamos de nuevo todos juntos, y sin más, continuamos con la escalada. Rodamos por pista, atravesando las entrañas de los frondosos bosques al este de Cercedilla.

Cuando llegamos al Arroyo del Rey, junto al Campamento de la Peñota, Jeby, JRomero, Magellan, R@ulo y Gustrek hacemos una nueva parada para reagrupar. Hemos empezado muy fuerte y los primeros kilómetros son los que presentan el mayor porcentaje de desnivel, lo que provoca la dispersión del grupo. 5 minutos, y todos juntos otra vez. A partir de este punto, y hasta el Hospital de la Fuenfría, tenemos por delante 2,5km de llano, donde soltamos piernas y disfrutamos de la velocidad que nos proporciona llevar engranado el plato grande y los piñones más pequeños.

Hemos cruzado los arroyos de El Helecharón, El Butrón y La Piñuela. Desde el Hospital recorremos, sin paradas, 6km de subida constante pero tendida, atravesando, en este caso unos cuantos arroyos más: El Infierno, Balsainejo, Pinolobero, Majavilan, La Barranca, Fuenfría, Navazuela y Los Acebos. Bien podíamos llamar a esta ruta "la de los arroyos". Llegamos al mirador, donde el camino cambia su nombre por Carretera de la República, Jeby, JRomero, Ñako y yo, donde hacemos una parada para reagrupar y tomar una barrita.

Nos hemos cruzado con algunos grupos de bikers y algunos otros que ruedan en solitario. Son las 10.40h y a los 1.650m de altura a los que estamos, la brisa que corre es fría. La vista desde este punto es impresionante: todo el valle donde está, literalmente, encajada Cercedilla. Tras alguna foto y unos 20 minutos de descanso, al que se van incorporando todas las unidades del grupo, (Alekz, R@ulo, Bluebullet, Magellan, Senderos, Davidson, Ratilla...) continuamos nuestro camino.

5km más de ascenso nos sitúan en el punto más alto de la ruta, La Fuente del Camino de Lumbralejos, a 1.800m de altura. En este punto se cruzan el camino citado, el Cordel de Santillana y la Vereda del Infante, por la que comenzamos un descenso, que con nuestras pedaladas convertimos en muy rápido, de 12 kilómetros hasta el Puente Negro. Este tramo de la ruta, nos permite disfrutar de los mejores paisajes del día: arroyos, majestuosos bosques de altos y tupidos árboles, el pequeño pantano donde descargan sus aguas todos los riachuelos de la zona, los antiguos refugios de montaña... Rodamos juntos, disfrutando de las vistas, pero, sobre todo, de la compañía.

En el Puente Negro nos desviamos al sur para iniciar un ascenso de 5km de un asequible 4% de desnivel positivo. A los 2km del inicio de la subida hacemos una parada de 15 minutos, para reagrupar, beber algo de agua y acabar con la media barrita que dejamos pendiente en el mirador. Continuamos subiendo por el Cordel de las Campanillas, el cual se convierte en una magnífica trialera de subida de algo más de un kilómetro que exige fuerza y técnica y que, en algunos casos, nos obliga a poner pie a tierra para sortear algunos pasos imposibles.

Este es el regalo sorpresa que Davidson, nuestro guía hoy, nos tiene preparado. Tras escasos metros de "empujabike", encabeza la escalada de la trialera Alekz, con su imponente manejo de la bici. Tras él Jeby, al que sigo, lo cual facilita mi escalada siguiendo su trazada. Detrás de mí JRomero y los demás (desconozco en que orden). Reagrupamos al final de las piedras, comentando, con ese brillo en los ojos que nos provocan los pedrolos, el tramo de la ruta que más adrenalina nos ha permitido descargar. Ya empezamos a pensar en repetir la ruta en sentido opuesto, para disfrutar de este trialerón hacia abajo.

Hemos llegado al Camino de los Lomitos (PR-30), el cual tomamos en dirección nordeste. Son casi las 13.00h, pero hemos recorrido 34km y sólo nos quedan 9 de ruta, la mitad prácticamente llanos y el resto en un vertiginoso descenso por el Camino de la Solana, salpicado por algunas buenas piedras que nos permitirá disfrutar como niños. La primera parte del tramo comienza en bajada, pero en su última parte "pica" hacia arriba castigando las piernas, que tras el vivo ritmo que hemos impuesto en toda la ruta, andan ya algo cargadas. En estos 2 kilómetros de subida me escapo con JRomero, que acaba despegándose de mí unos 20 metros que soy incapaz de recuperarle.

Al inicio de la última bajada nos reagrupamos, 8 minutos más de descanso. Me lanzo el primero, advertido por Davidson de las posibles sorpresas que nos ofrece el camino. A pocos metros me encuentro con la primera, una curva muy cerrada que casi me "como" por la velocidad que llevaba. El freno de atras me responde y el derrapaje me permite mantener la bici en el camino. Alekz, que me sigue a pocos centímetros, seguro que se imaginó recogiendo mis pedazos. Jeby nos contó, acabada la ruta, que en esta curva se marcó un "semi-recto" de los suyos.

Algunas piedras, algunos saltos y mucha "caña" en éste ultimo tramo, que nos permité concluir la ruta con el mejor de los sabores de boca: el que nos proporciona el subidón de adrenalina de una buena bajada, aunque no sea 100% pedrolera. Con dos kilómetros más de callejeo por Cercedilla, llegamos al origen y destino de nuestra ruta a las 13.30h, donde nos homenajeamos con una buena opcional, con la única ausencia de Ñako, que quiere recargar el bonobici. Cervezas con y sin limón, coca-colas, risas y planes futuros, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por GusTrek.
Fotos: R@ulo y GusTrek.

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