La Jarosa y Cueva Valiente

Hace no mucho tiempo me hicieron una pregunta que me cogió por sorpresa; por el sitio en el que estaba y las personas con las que compartía reunión, no era algo esperable. Me hizo reflexionar y pensar durante un largo rato antes de responder, ya que era tan trivial que no podía creerme no tener una respuesta rápida.

La pregunta: ¿cuál es tu Leitmotiv en la vida, es decir, qué te hace levantarte cada día? No revelaré aquí mi respuesta, pero sí diré que -a mi modo de ver- hay cierto tipo de personas para las que deportes como el MTB ayudan a dar sentido a una vida…y días como el de ayer que la llenan de momentos inolvidables; ¿y qué es la vida sino una sucesión de momentos, en la que hay que intentar que la mayor parte de ellos lo sean?
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ASISTENTES
Nos reunimos 7 bikers: Dr.Biela, Golfer, Gustrek, Jeby, Ñako, Rul Bierzo y Senderos de Traición.

DATOS DE LA RUTA
Domingo 30 de octubre: 36km, 1.262m de desnivel de subida acumulado, 5 horas y 44 minutos (3 horas y 23 minutos dando pedales). En la track y en estos datos no está incluida la subida al refugio de Cueva Valiente.

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IMÁGENES DE LA RUTA


CRÓNICA

Habíamos quedado a las 9:00am en el parking de la Jarosa (Guadarrama) 7 valientes bikers: Jeby, Dr. Biela, Gustrek, Senderos, Rul Bierzo, Ñako y Golfer, dispuestos a todo para disfrutar de un espléndido día de MTB.

Gustrek y yo salimos a las 7:55am desde el sitio habitual. Llegamos con 30 minutos de adelanto con respecto a la hora prevista, como si presagiáramos lo que estaba por venir y tuviésemos prisa por empezar. Nos tomamos un café para hacer tiempo y a las 9:00am estamos en el punto de encuentro. A las 9:05am ya han llegado todos…¿todos? Bueno, todos no, faltan Rul Bierzo y Jeby, que han tenido “sus más y sus menos” con la autonomía de su vehículo. Una vez estamos todos preparados, nos ponemos en marcha, casi a las 9:45am.

rutas mtb madridEl perfil del track nos da bastante información cuantitativa de lo que tenemos por delante (kms, altitudes), sobre todo a aquellos para los que (como yo) es la primera vez que realizamos la ruta. Pero es imposible que una fría línea nos dé la parte cualitativa; para tenerla hay que recorrer el camino kilómetro a kilómetro, metro a metro, piedra a piedra.

Sabemos que toca empezar subiendo más de 10kms, lo cual no es novedad en nuestras rutas. El desnivel a salvar es importante y según van pasando los kms (al principio sobre asfalto, luego sobre pista en buen estado) empezamos a enviar sangre caliente a nuestras piernas, haciendo funcionar nuestras glándulas sudoríparas, de forma que los que se han abrigado de más empiezan a quitarse prendas (no estoy yo entre ellos, pues he salido de corto).

Alguno en el grupo, que está empezando a ganarse una fama…(y no diré nombres para evitar escarnios públicos, pero sí que lleva una Trek con cuadro nuevo, jajajaja) no para de hablar mientras subimos, nos tiene locos al resto, jajajaja. Los demás vamos quemando calorías mientras conversamos cada vez menos y comenzamos a pensar en nuestras cosas, porque charlar no es lo que más apetece cuando la orografía se complica. Dr. Biela confiesa en una parada para hacer fotos que ha dormido mal y que ha pasado unos días resfriado, con lo que ve rondando por ahí “al tío del mazo”.

rutas mtb madridPoco a poco van pasando los kilómetros y yo particularmente encuentro el ritmo en el cual me hallo cómodo subiendo. A unos 1500m de llegar al final del primer repecho (¡ingenuo de mí, al pensar que ya quedaba poco para comenzar a bajar!) me adelanta Dr. Biela…¡caramba con el que iba “apajarado”!. Le sigo el ritmo hasta llegar arriba y allí esperamos (poco) al resto, justo para darnos cuenta de lo que nos queda aún por delante: una trialera de subida que vista desde abajo quita el hipo.

Piedras, raíces, rocas y una pendiente positiva importante van exigiendo el máximo de nuestras fuerzas, técnica y resistencia a partes iguales. Raro es el que no tiene que poner pie a tierra aquí o allá, por un motivo o por otro. En mi caso, mantengo una pelea con un par de ramas que cruzan el sendero y pierdo por goleada: me agarran de la Camelback y no hay forma de seguir.

El caso es que, poco a poco (¡qué remedio…!) llegamos al refugio de La Salamanca donde paramos a tomar unas bien merecidas y necesarias viandas, que en unos casos son barritas energéticas, en otros un plátano y en el mío los frutos secos que tanto me gustan y tan bien me van.

Nos colocamos las protecciones (excepto Dr. Biela, que “no usa de eso”), esos talismanes que nos dan la confianza para bajar por esos sitios que, vistos desde arriba, son “pasos complicadillos” y vistos desde abajo se convierten en “¡¡¡¡¿Pero cómo he bajado yo por ahí?!!!!”. En fin, ya lo dijo Einstein: todo en este mundo es relativo al sistema de referencia que se utilice…y no vamos a ser nosotros los que le contradigamos, jejejeje.

rutas mtb madridEsta primera trialera es rapidísima. Tiene tramos con piedras sueltas, pero yo diría que los menos. Abundan las rocas fijas, las curvas ratoneras, una pendiente pronunciada…y unas vistas espectaculares, ya que es la cuerda de la montaña. Claro, que a uno no le sobra mucho tiempo para disfrutarlas entre piedra y piedra, la verdad sea dicha.

Lidero el descenso. En un momento dado y como no conozco el camino, siendo por otra parte muy propenso a pasarme todos los desvíos, decido parar. Ñako, que viene a pocos metros de mí y Gustrek algo más atrás, paran conmigo a esperar al resto. Tardan en venir, pero finalmente los vemos arriba entre los árboles. Reagrupamos y dudamos de si nos hemos pasado la bifurcación, comprobando posteriormente que no.

Es en este punto donde comenzamos una pequeña disquisición, promovida por Dr. Biela, alrededor de la dureza en la amortiguación de nuestras horquillas…acabando la cosa en el descubrimiento por mi parte de que la cámara negativa de mi Rockshox ¡estaba sin aire! Así no llegaba últimamente más allá de la mitad del recorrido y tenía un tacto mucho más seco. Pongo aire con la bomba correspondiente (que evidentemente llevo en mi taller-Camel), a una presión ligeramente inferior a la que recomienda la tabla y…¡voilá!...la horquilla vuelve a ser mantequilla pura. ¡Y yo riéndome de los que bajan el GR10 con el bloqueo puesto!

Llegamos al campamento Peñas Blancas, donde rememoramos viejas anécdotas relacionadas con los walkie-talkies en alguna ruta realizada hace tiempo ya; y desde el cual nos toca pistear unos cientos de metros hasta alcanzar el camping Valle Enmedio. Allí paramos a rellenar de líquido nuestras bolsas y bidones y tomar algo sólido, ya que el cansancio empieza a hacer mella en nuestros organismos y nos espera otra subida de órdago.

rutas mtb madridRetomamos la marcha, en sentido ascendente de nuevo. Esta subida ya la conocemos de las diferentes versiones de la ruta de El Ingeniero que hemos hecho; el tramo compartido con aquélla es hasta el collado de La Gargantilla. Hay un paso a mitad de la subida que se las trae: son unos 10-15m de rocas de buen tamaño, con buen desnivel añadido. Es aquí donde servidor rompió la cadena hace unos meses (como bien refleja la crónica de aquel día) cuando estaba a puntito de “resolver positivamente” el trance. Y es aquí donde, con Dr. Biela y Ñako de espectadores de excepción, consigo en esta ocasión superarlo. La lucha entre la naturaleza -empeñada en demostrarnos lo nimios que somos- y el hombre, reacio a subyugarse a aquélla. Una mezcla de potencia, técnica…y sobre todo suerte. Suerte de acertar en la trazada y que la rueda delantera vaya por donde se le marca, de que la rueda trasera tenga el grip adecuado cuando hace falta, de que no fallen las fuerzas o el aliento en el momento justo… ¡qué sensación tan maravillosa deja la victoria tan trabajada!

Henchido de orgullo, aunque casi exhausto porque la subida no deja lugar para la recuperación del aliento, llego al collado de la Gargantilla. A partir de ahí, cuando en el Ingeniero toca bajar, en esta ocasión nos toca seguir subiendo…¡y qué subida! Paramos antes a tomar otra barrita, coger ánimos…y vamos, que nos vamos.

rutas mtb madridLlegados a este punto, cada uno ya va a su ritmo. La subida se las trae, comienza con un tramo semiasfaltado con pendientes considerables. El grupo comienza, como digo, aquí a estirarse con Jeby , Dr. Biela y creo que Ñako adelantándose, Rul y yo sin perderles de vista y los demás algo más atrás. El camino semi asfaltado deja sitio a una pista no muy rota, que enseguida se rompe y poco más tarde se llena de piedras sueltas, aumentando aún más la pendiente. Consecuencia: Rul para a darle un respiro a su corazón y yo sigo, con el mío casi en la boca. Unos cientos de metros más adelante tengo que poner pie a piedra, ya que no consigo mantener la verticalidad con tanta piedra en esa pendiente tan grande. Andando alcanzo rápidamente un lugar donde cabalgar de nuevo en mi Genius y sigo hasta arriba. Poco después aparece Rul Bierzo, detrás de él Gustrek y Senderos, que aguanta el tipo sin problemas.

Alguna vez me he planteado si hay cierto punto masoquista en este deporte, duda que se disipa por completo cuando decidimos terminar la faena y subir a la Cueva Valiente. Por si no habíamos tenido suficiente desnivel acumulado hasta entonces, nos lanzamos (todos menos Gustrek, al que le pesan los kms que hizo el día anterior en Moralzarzal y decide quedarse allí a esperarnos) a por otros 500m, donde se salva un desnivel de unos 100m más (así, a ojo de buen cubero). Pero el esfuerzo bien vale la pena. Las imágenes se quedan cortas para describir la sensación de estar allí arriba: las vistas, el viento, el aroma, la sensación de paz, etc. no hay fotografía que pueda plasmar todo eso. Hay que estar allí y dar gracias al MTB y a los compañeros que diseñaron la ruta por ello.

Algunos comienzan a quedarse fríos y además Gustrek está esperándonos, por lo que decidimos bajar ya. Recogemos a Gustrek y nos lanzamos en busca de la que termina siendo una de las mejores trialeras (o sucesión de ellas) que he hecho nunca. Desde los 1900m de Cueva Valiente hasta los 1080m del parking de La Jarosa, con una subida nada despreciable (por no decir que muy puñetera) intercalada. En total, unos 900m de desnivel negativo acumulado en unos 10-12kms.

rutas mtb madridPiedras, algunos pasos técnicos, más piedras, raíces, roderas, más raíces, pinos, curvas previsibles, otras no tanto…¡todos los ingredientes posibles para el disfrute! Se lanzan primero (aunque vamos cambiando el orden en cada “relanzamiento” después de alguna parada para reagrupar): Dr. Biela y Gustrek, yo detrás y Jeby conmigo. Finalmente Senderos (que cada vez baja mejor con su Trek Fuel), Ñako y Rul_Bierzo, el cual tiene más que mérito por realizar esta ruta con su rígida.

Aquí se puede hablar sin tapujos de la situación “marica el último” y todos nos despendolamos dentro de nuestras posibilidades. Siento el aliento de Jeby detrás de mí y en un lugar en el que encuentro sitio adelanto a Gustrek, lanzándome a por Dr. Biela. Este no tiene un día especialmente fino (pilla dos o tres parcelitas dignas de mención por la belleza y plasticidad de las mismas, una de ellas captada por la cámara de Gustrek en un paso donde yo casi pillo también) y delante de mí veo que sufre lo que denominamos una “situación de tensión” ante el arrastre de la rueda delantera en una rodera complicada. Se hace con la situación magistralmente, pero le da un tirón en la pierna al hacerlo, según me cuenta posteriormente. Jeby y yo nos interesamos por su integridad y como nos asegura que está bien, continuamos nuestra loca carrera hacia abajo.

A Jeby se le notan las ganas por desquitarse de esos meses con la rígida partiendo piedras y pone su Trek al límite, acortando la vida de esta pobre máquina con unos cuantos pedrolazos de esos que dejan huella…y no metafóricamente hablando. Los antebrazos se me cargan, de tal forma que en alguna apurada de frenada tengo que utilizar 2 dedos…¡qué pasada!

rutas mtb madridY llegamos al final de la bajada. Ñako no habla mucho, pero su cara lo dice todo. Senderos está cogiendo un nivel que da miedo y no para de decir lo mucho que ha disfrutado. Gustrek, como siempre, irradia felicidad. Jeby está encantado con su nueva montura. ¿Y yo? Yo tengo una parte muy importante de la respuesta a la pregunta con la que comenzaba la crónica...

La llegada al coche es un mero trámite de asfalto para estirar las piernas, después de una ruta tan dura. Bajar estas trialeras cansa tanto o más que muchas subidas. Rul tiene que irse y se lleva a Jeby. Dr. Biela tiene cita con los suegros y ya llega con horas de retraso (¡pobre!) y Senderos también nos deja. Así que nos quedamos Gustrek, Ñako y yo como únicos representantes para acabar con unos fabulosos bocatas en el Romantic. La mejor manera de acabar una de las mejores rutas que jamás he hecho, sin duda.

Redactado por Golfer.
Fotos: Jeby y Gustrek.
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