Schmid, Whistler y Miedo

En la sierra madrileña, y en cuanto a MTB se refiere, existen ciertos "iconos" dignos de ser conocidos. Hablar de Cercedilla y Navacerrada es hablar del Camino Schmid, Whistler, Miedo, Bambi, Barranca, Tubería, Fuenfría, Calvario, 2º Pilón... Para comprobar como se ajustaba la calificación general de algunos de estos famosos caminos a la nuestra, e invitados por los Paket, decidimos "catar" algunos de ellos.

Para mí, excepto la subida a la Fuenfría, el resto era inédito, y encontré algo de cal y mucho de arena. En líneas generales, una buena ruta, principalmente en su parte más endurera y menos poblada.
ASISTENTES
Nos reunimos 7 bikers alcosanseros y/o pakets: Arandino, Blackmoon, GusTrek, Magellan, R@ulo, Segovia Cannondale y Trabu.

TRACK
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DATOS DE LA RUTA
Sábado 7 de julio: 34km, 1.026m de desnivel de subida acumulado, 4 horas y 30 minutos (3 horas dando pedales).

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IMÁGENES DE LA RUTA



Viernes tarde y, como viene siendo habitual, sin nada concreto para el sábado. Los Paket de Aranda, tienen previsto visitar la zona de Cercedilla, y, previo contacto con ellos, nos incorporamos a su aventura.

El punto de encuentro: la estación de tren de Cercedilla a las 9.00h, por lo que quedamos en Alcobendas, los aquí residentes, a las 8.00h para montar las "burras" en los coches y dirigirnos hasta allí. Puntuales vamos apareciendo, preparando nuestras monturas y pertrechándonos para disfrutar de una buena ruta, con mucho calor, pero con muy buena compañía.

A las 9.20h, nos ponemos en marcha, y callejeamos por Cercedilla para buscar el Puricelli, que nos llevará hasta el Sanatorio de la Fuenfría. Pasado éste, y después de unos pocos metros, seguimos el ascenso por asfalto, poco menos de 1km, para entrar en la pista que nos conducirá hasta lo alto de la Fuenfría: la Carretera de la República.

Esta primera parte de la ruta supone casi 15km de subida continua, bastante tendida, pero tremendamente aburrida. Después de haberla recorrido ya algunas veces, y a pesar del magnífico paisaje del que te permite disfrutar, esta pista me parece bastante pestosa, se me hace larga y algo tediosa, por lo que imprimo un buen ritmo para quitármela de encima cuanto antes. Superamos a unos cuantos grupos de bikers, entre los cuales se encuentra un padre con su hijo, de apenas 8 años y con una bici bastante más grande de la que necesitaba, al que su progenitor le pedía que se dosificase porque aún quedaba mucho por subir (¿no sería que él iba con la lengua fuera? jejeje).

Un par de minutos para reagrupar en el albergue de Peñalara y otro más en el Mirador de Vicente Aleixandre. Mientras se hacen allí algunas fotos Arandino y Blackmoon, el resto seguimos camino. De nuevo acelero la marcha, no veo la hora de empezar a bajar. De nuevo, breve parada en el Mirador de la Calva, para esperar a Magellan, R@ulo, Segovia y Trabu. Arandino acompaña a Blackmoon, que aún está en proceso de recuperación después de un buen tiempo en dique seco, aunque mantiene un buen ritmo sin demasiado sufrimiento. Llegamos a lo alto del puerto de Fuenfría, donde aprovechamos para tomar todos juntos una barrita, beber algo de agua y "echarnos" unas risas.

Una vez superada la parte "fea" de la ruta, nos dirigimos por el Camino de Lumbralejos hacia la Senda de los Cospes, que nos dejará en el inicio del Camino Schmid. Se acaban las pistas y empiezan los senderos, 5km hasta la estación de esquí de Navacerrada. Tengo muchas ganas de conocer el tan nombrado Schmid, y aunque mis expectativas no son muy elevadas después de leer los "arreglos" que le han hecho, voy con muchas ganas de disfrutarlo.

Sin embargo, éste me defrauda: muchísima gente, demasiado preparado para el senderista, escaleras ajenas a su propia naturaleza, chicanes artificiales que no te permiten mantener un buen ritmo... En su favor he de decir que discurre por un paraje idílico, que tiene una buena ración de "subeybajas" y que la sombra y la altura lo hacen ideal para estas fechas del año. El famosos icono me dejo "frío", "ni chicha ni limoná". Quizás sea porque tengo demasiado reciente El Ingeniero, que siendo parecido, es muchísimo más disfrutón.

Entre "holas" y "gracias" a las decenas de humanos que pueblan el camino, llegamos a los pies del Escaparate, en la parte oeste de la estación de esquí. Tras un descanso, un poco de agua y algo de charleta con un par de féminas senderistas, nos dirigimos hacia la Venta Arias, en el Puerto de Navacerrada, donde Blackmoon sugiere tomar unas cervezas... pero desistimos, ¡lo que nos faltaba!, bastante despendolados bajamos ya jugándonos el pellejo como para hacerlo sin el 100% de nuestras facultades en perfecto estado, jajajaja.

Rampón divertido de bajada hasta la estación de tren, donde cruzamos vías ante la indiferencia de los que allí estaban (la costumbre de ver mucho biker por la zona). Son las 12.20h y llevamos ya consumidos casi 22km. Empieza el momento más dulce de la ruta: El Whistler. Protecciones y adrenalina ON, miedo OFF, sillines DOWN, culo BEHIND... y ¡para abajo! 3km de sendero con buena pendiente, rodeados de pura naturaleza, con pasos plagados de raíces, para disfrutar, pedrolos maravillosos para saltar, arboles caídos para sortear y pequeños arroyos para vadear. Tiene un encanto especial.

Como de costumbre, brillo en los ojos y sonrisa de oreja a oreja. El día ya ha merecido la pena. Llegamos al final del camino, en el Arroyo de la Fragüilla y subimos hacia El Calvario, que tomamos en dirección suroeste para tirarnos por la trialera del Miedo. En la subida hacia el Calvario a Blackmoon le da un calambre, que le obliga a estirar el abductor, pero que, afortunadamente, desaparece en breve y le permite seguir disfrutando de la ruta.

En El Ventorrillo empieza la conocida y temida trialera. del Miedo Es corta, poco más de 1km, pero intensa y con un buen desnivel en su tercio intermedio. Piedras de todos los tamaños, unas sueltas y otras no, algún paso "imposible" que nos obliga a poner pie a tierra. Divertida, excepto por las zetas plagadas de rocas afiladas y "descolocadas" que te impiden mantener un ritmo rápido para salvar los pedrolos con mayor facilidad. ¡No me gustan las zetas, mi técnica para negociarlas bien es prácticamente inexistente!

Llegamos todos sanos, salvos y bien gozados con las piedras. Unos metros de pista, una cancela y tomamos a nuestra derecha una cortita y disfrutona trialera que nos deposita en una pista que, llaneando, nos deja en La Fonda Real, junto a la M-601. Nos separan 6 km de carretera hasta Cercedilla, así que... plato grande, piñón pequeño y a saco, que nos espera una buena cervecita. En pocos minutos llegamos al centro del pueblo, donde en una terraza sombreada nos homenajeamos con una buena opcional.

Cascos, guantes y protes fuera, charla, muchas risas y un par de rondas de cervezas, con y sin limón, cocacolas y alguna tapita, amén de las magníficas vistas que R@ulo aprovecha para grabar, como en él es habitual. Y, por supuesto, planes futuros, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por GusTrek.
Fotos: Arandino, Blackmoon y R@ulo.
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