El Ingeniero y Picachu

Irremediablemente se acerca la época del año donde el frío y la nieve provocarán que algunas zonas de la sierra madrileña-segoviana, que habitualmente frecuentamos, se conviertan en lugares prácticamente intransitables para los bikers.

Por esta razón, y porque queríamos seguir exprimiendo el potencial de la zona del Espinar y San Rafael, decidimos dirigirnos una vez más, junto a nuestras monturas, a estos tupidos bosques y senderos pedregosos segovianos. La segunda versión del Ingeniero estaba en marcha...
ASISTENTES
Nos reunimos 6 bikers : Alekz, Bluebullet, GusTrek, Ñako, R@ulo y Trabu.

TRACK
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DATOS DE LA RUTA
Sábado 6 de noviembre: 30km, 1.000m de desnivel de subida acumulado, 4 horas (3 horas dando pedales).

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CRÓNICA
Para mí era la tercera vez que visitaba la zona. R@ulo me acompañó en la segunda y Bluebullet en la primera. Para Alekz, Ñako y Trabu era una zona inédita, y estaba seguro que no les dejaría indiferentes. La V2.0 del Ingeniero compartiría algunos tramos con la v1.0, pero, en este caso no recorreríamos el Camino del Ingeniero completo, si no sólo un tercio del mismo y en sentido San Rafael-El Espinar, para poder disfrutar del afamado Picachu.

A tal efecto fijamos nuestro punto de encuentro frente a la gasolinera de la entrada del Espinar a las 9.00h. Una hora antes, R@ulo, Trabu y un servidor nos encontrabamos en Alcobendas para cargar las burras en el coche y recorrer los 78km que nos separan de nuestra cita. El termómetro marca 8º, una agradable temperatura para la época del año en la que estamos.

Nos dirigimos a nuestro destino por la autopista. Tomamos la salida de San Rafael y seguimos las indicaciones de los carteles y del navegador hacia El Espinar, pero... ¡sorpresa!, el acceso a esta población esta cortado y la única indicación de esta circunstancia la encuentras en la zona de obras que impiden continuar el camino ¡Increíble! ¿A nadie se le ha ocurrido indicarlo antes? Después de unas cuantas vueltas y llamadas telefónicas, volvemos hacia San Rafael para entrar en El Espinar desde la nacional VI, con 15 minutos de retraso sobre el horario previsto.

Tenemos una baja: Jeby, al que se le han pegado las sábanas, o él a las sábanas, jeje. Tras los saludos y la preparación de rigor, nos ponemos en marcha a las 9.35h, con dirección a San Rafael por un sendero entre árboles, en su primera parte en ligera pendiente hacia arriba, que nos ayudará a calentar para afrontar la más importante y dura subida del día hasta el Collado del Hornillo. Aprovechamos estos primeros 6 kilómetros y medio para ponernos al día, principalmente con aquellos con los que no hemos coincidido en las últimas rutas. El sendero anticipa los bellos paisajes de los que nos vamos a rodear durante toda la ruta.

En poco más de media hora llegamos al inicio de la principal subida del día. Cruzamos el puente del arroyo Mayor, adelantamos a un par de senderistas y un par de bikers y comenzamos una de las subidas, a mi juicio, más bonitas de toda la sierra. Son 5 kilómetros de ascenso hasta el Collado del Hornillo, en los que ganamos 375 metros de altura. Su primera mitad discurre por un sendero entre árboles, salpicado por surcos, piedras, raíces y buenos rampones que ponen a prueba nuestra técnica, pericia y fuerza. El paraje que nos rodea es, sencillamente, impresionante, lo que nos hace olvidar lo duro de la subida. Rodamos bastante agrupados, animándonos y disfrutando de cada pedalada.

La segunda parte del ascenso es por pista, ancha y en buen estado, aunque cubierta de hojas y ramas. Aquí se estira algo más el grupo, debido al castigo sufrido por los primeros rampones. Aún estoy acatarrado, y el pecho me suena como una cafetera, lo cual no impide que suba cómodo y con buen ritmo, esto provoca que sufra las chanzas de algunos de los "cabroncetes" que me acompañan. Mi cámara está sin batería, por lo que no habrá más fotos que las que podamos extraer del vídeo que va grabando R@ulo. A las 11.00h hemos coronado el collado y hacemos una parada de 10 minutos para hidratarnos y nutrirnos.

En este punto tengo prevista la segunda novedad de la v2.0 (la primera fue el sendero que une El Espinar y San Rafael), sustituir la habitual bajada hasta el Camping por el senderito al este de la carretera por un sendero que se convierte al final en una viril trialera, por el lado oeste. El suelo está bastante húmedo, por lo que imaginamos que los grandes pedrolos de la trialera prevista estarán demasiado mojados para disfrutarlos. Además Alekz, Ñako y Trabu no conocen el senderito, por lo que reservamos el trialerón para una próxima v3.0.

Para eliminar unos metros de asfalto, nos lanzamos a buscar el sendero campo a través, por donde Dios nos da a entender, sorteando troncos, piedras, surcos, matorrales... muy divertido. En pocos metros entramos en el senderito que desciende paralelo al arroyo del Collado del Hornillo. No tiene mucha pendiente, pero es estrecho y tiene algunas piedras y raíces, lo que nos permite disfrutar mucho del tramo. Son 4 kilómetros en los que perdemos 200 metros de altura, y que nos depositan en el Camping de Vallenmedio.

Estamos en el camping, con una buena sonrisa generada por la bajada y dispuestos a afrontar la segunda y última subida del día. Esta vez encuentro bien la forma de alcanzar el camino que nos llevará hasta el Collado de la Gargantilla. El primer kilómetro y medio es un ancho camino, por el que subimos tranquilos, agrupados y de charleta. Al llegar al arroyo del Prado Toril, el camino se convierte en sendero, con buenos pedrolos, raíces y rampones que, de nuevo, nos ponen a prueba. Hacemos una breve parada para reagrupar en un paso imposible, donde la ensalada de enormes piedras es tan grande y la pendiente tan elevada que no sabemos por donde meter la burra.

Trabu llega algo tocado, debido a que, por sus últimas "rajadas", lleva unas semanas de sequía. Nada que no pueda solucionar con unos polvos extraños que Alekz saca de su camel... ¿nandrolona?, ¿clembuterol?... no, carbohidratos a saco y en polvo, jajaja. Una buena ración de risas y continuamos. Curiosamente, hoy no nos cruzamos ninguna vaca, ni siquiera en la pradera donde suelen pastar a placer. Realizamos nuestro último kilómetro de subida, por pista, hasta el Collado de la Gargantilla.

Coronamos y hacemos parada en la fuente de J Bellver, donde comentamos lo divertida que ha sido también la segunda subida del día, también con sus buenos rampones, cambios de ritmo, pedrolos, paisaje... Toca la siguiente novedad de la v2.0: en lugar de dirigirnos al oeste para buscar el inicio del Ingeniero, bajaremos hacia el norte para enlazar con él casi en su final. Tenemos por delante 2 kilómetros de bajada muy, muy disfrutones, con un desnivel medio del 10% y pasos pedroleros rápidos y tremendamente divertidos. Protecciones ON y... ¡pabajo!

Me encanta esta bajada, una de las perlas de la v2.0, y la concluimos con la típica sonrisa y brillo en los ojos. Disfrutamos tanto la bajada que nos pasamos, por unos metros, el Ingeniero, no sin antes repetir un tramo de trialera (abajo-arriba-abajo), al intentar interpretar el track del gps en su forma correcta. Unos metros más adelante, recuperamos el Camino del Ingeniero con un breve pateo (siempre imprescindible si hago yo de guía, jajajaja).

Vamos a recorrer un tercio del Ingeniero (4 kilómetros), en sentido contrario al habitual y en ligero ascenso. Este camino es un placer para los sentidos, un sendero que serpentea por un tupido bosque, alfombrado por helechos, de altísimos árboles que filtran el paso del sol, provocando un idílico contraste de luces y sombras. Subidas, bajadas, curvas, vadeos, piedras, raíces... una gozada, como solemos decir: "mtb en estado puro". Hemos iniciado este tramo a las 12.50h, y en 30 minutos estamos en el inicio de la última novedad de la ruta: Picachu.

Picachu es una de las múltiples bajadas que existen desde el Camino del Ingeniero hacia El Espinar y San Rafael. Esta es, quizás, la más nombrada en los foros, y, después de conocerla, ya sabemos porqué... Es una bajada cortita, de poco más de un kilómetro donde se descienden casi 200m ( un desnivel medio de un 15%). Es rápida, muy divertida, con varias zetas que gestionar y bastante limpia, con peraltes y algún saltito que otro. La inicia Alekz, detrás el que suscribe, sabiendo que el "crazy mexican" es una buena rueda a seguir, me sigue Bluebullet, Ñako, R@ulo y Trabu (creo que por este orden). En una de las zetas casi me marco un recto (no se me dan nada bien) y Bluebullet aprovecha para hacerme un interior y ponerse delante.

Nuevo agrupamiento, sonrisa y brillo en los ojos de los 6 bikers que esta mañana nos habíamos reunido. Sólo resta llegar a los coches, y, tras un par de intentonas y alguna pregunta, logramos encontrar el sendero que nos devuelve al Espinar, por donde callejeamos hasta llegar a nuestro destino. Son las 13.40h y estamos todos en los coches, sanos y salvos, con las piernas bien cargadas y el nivel de adrenalida en su punto óptimo. Rutas y días como éstos son los que más te enganchan a este deporte.

Eliminamos algo de barro de nuestras monturas, nos despojamos de cascos, protecciones, camel, etc. y comentamos las mejores jugadas de la jornada. Sólo nos faltan un par de cosas para tener el fin de semana perfecto: que gane Alonso y el Madrid (el Real para mí, el Atlético para otros, jeje). Ñako y Bluebullet tiene prisa y se pierden la opcional de la que disfrutamos Alekz, R@ulo, Trabu y yo en un bar de San Rafael, donde regamos nuestros gaznates con cervezas y refrescos, saciamos nuestros apetitos con paella y torreznos y urdimos planes futuros, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por GusTrek.