Evolución... Flow Riders

Han pasado ya tres años desde que materializamos la idea de AlcoSanse MTB. El concepto era sencillo: unir a un grupo de bikers de la zona norte de Madrid que compartíamos la misma forma de entender y disfrutar el mountain bike. Dicho y hecho, le dimos un nombre al grupo, creamos un logotipo y una equipación que nos identificase, hicimos una página web y nos unimos a las redes sociales, facebook y twitter... 

Desde entonces unos han llegado, algunos se han marchado y otros hemos permanecido. De lo que no hay duda, es que los que hemos sido parte de este grupo hemos evolucionado. El tiempo nos ha permitido ir encontrando las modalidades de MTB con las que nos sentimos más identificados (principalmente el enduro), el tipo de rutas y las zonas en las que nos sentimos más a gusto, la forma de entender este deporte y la posibilidad de ofrecer a los demás la felicidad que nos proporciona el mountain bike. De esta evolución ha nacido Flow Riders.


Flow Riders somos un grupo de bikers que compartimos valores como la actitud positiva, la generosidad, el compromiso, el amor por la naturaleza y la pasión por el MTB. Y son estos conceptos lo que deseamos transmitir a todos aquellos que ruedan junto a nosotros o que participan en cualquiera de las actividades que desarrollamos.

Además de continuar siendo un grupo de amigos que seguimos rodando juntos siempre que podemos, hemos desarrollado una serie de actividades para ofrecerlas como servicios, ofreciendo a los demás todos los conocimientos y experiencia que hemos acumulado a lo largo del tiempo: rutas guiadas, viajes MTB,  teambuilding, coaching, cursos de conducción y mecánica...

Hemos creado una página web, flowriders.es, donde mostramos quiénes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos. Estamos presentes en facebook y twitter, donde podéis seguirnos.

Todos aquellos que seguís nuestras aventuras, leéis nuestros boletines de noticias o disfrutáis con nuestras fotos y vídeos a través de alcosansemtb.com, podréis seguir haciéndolo a partir de ahora en flowriders.es. Os esperamos, no sólo en nuestra nueva web o en las redes sociales, si no también rodando junto a nosotros en todos los caminos de nuestros montes.

Camino de Ingeniero v3.0

El Camino del Ingeniero es uno de esos sitios donde te gusta llevar a la gente que no lo conoce, porque sabes que no les va a dejar indiferentes. Rodar por kilómetros de sendero, disfrutar del interior de un magestuoso bosque, compartir el espacio con animales que no siempre se dejan ver, como los corzos, disfrutar de unas magníficas vistas, exprimirte en las subidas y gozar en las bajadas... una experiencia que, a mi juicio, expresa en toda su extensión el "mtb en estado puro".

Algunas de las últimas incorporaciones de Alcosanse MTB, no conocían el famoso camino, y nos dieron la oportunidad de poder mostrárselo y disfrutar de él junto a ellos. En este caso íbamos a hacerlo completo (como en la v1.0) y en dirección oeste-este, pero le dábamos una vuelta de tuerca incluyendo un tramo del GR-10, desde las proximidades del Refugio de la Salamanca, para ponerle algo más de picante (en forma de piedras, claro).
rutas mtb madrid
ASISTENTES
Nos reunimos 11 bikers: Dr.Biela, Esp102, Gustrek, Magellan, Ñako, Trasgos y sus 5 amigos.

DATOS DE LA RUTA
Sábado 12 de noviembre: 37km, 1.000m de desnivel de subida acumulado, 4 horas y media (3 horas y 15 minutos dando pedales).

rutas mtb madrid
IMÁGENES DE LA RUTA


CRÓNICA

La calle del Prado Acero, en san Rafael, era el lugar en el que nos habíamos citado a las 9.00h para comenzar nuestra aventura. Poco a poco vamos llegando todos, excepto los amigos invitados por Trasgos, que están desperdigados por las calles del pueblo sin haber encontrado el punto de encuentro. Tras algunas llamadas de teléfono y algunas pedaladas para encontrarnos, logramos comenzar la ruta, todos juntos, 40 minutos despues de lo previsto.

rutas mtb madridEn cuestión de minutos nos encontramos cruzando el pequeño puente sobre el arroyo Mayor y entrando en faena para afrontar la primera y dura subida hasta el collado del Hornillo. Las buenas sensaciones no tardan en llegar, y es que el inicio de la ruta es un placer para los sentidos: nos encontramos inmersos en tupido bosque que hoy huele a humedad y naturaleza. Rompe el encanto un 4x4, que realiza labores de mantenimiento en la zona y deja un rasto de riudo y olor que desentonan.

Los primeros 2,5 kilómetros los hacemos por al Camino de la Peña del Águila, un sendero roto que serpentea entre los árboles, con raíces, surcos e irregularidades que, sumadas a los buenos rampones, van exigiendo que mostremos nuestra pericia y nuestra fuerza. Adelantamos a un grupo de bikers, que siguen el mismo camino que nosotros pero que llevan un ritmo más tranquilo que el nuestro. Nuestro grupo se estira, como es habitual en subidas de este tipo, donde cada uno se marca el ritmo más cómodo.

Terminado el sendero, y a escasos metros de la Peña del Águila, cruzamos la cancela que nos da acceso a la siguiente parte de la subida y hacemos una parada para reagrupar. Tenemos ahora por delante otros 2,5 kilómetros de ascenso, por pista con buen firme, más llevaderos que los anteriores y que rodamos con algo más de ritmo. El grupo de nuevo se estira, y Dr.Biela, Magellan y yo aprovechamos la subida para la típica charleta que hace más breves las subidas.

rutas mtb madridEn pocos minutos estamos en el collado del Hornillo, donde, poco a poco, van llegando los bikers, los de nuestra grupeta y los de un par de ellas más (hoy esto está más poblado de lo que es habitual). En este punto es donde incorporamos una novedad a la ruta: eliminaremos la bajada por el sendero del arroyo del Collado del Hornillo hasta el camping de Valle Enmedio, sustituyéndola por una subida de 1 kilómetro hasta el GR-10 (cerca del Refugio de la Salamanca) y una bajada más pedrolera y divertida que la citada.

La subida, plagada de piedras, la hacemos a buen ritmo, empujados por las ganas de disfrutar de la primera bajada de la mañana. Una vez arriba, breve parada para reagrupar y colocarnos las protecciones, con el ánimo de no tener que usarlas. Nos esperan 2 kilómetros de trialera tremendamente divertida, con muchas piedras (unas sueltas y otras no) y un par de pasos donde la valentía es casi tan importante como la técnica. Inicio la trialera, para buscar algún punto donde hacer alguna buena foto.

A los pocos metros de iniciar el descenso, hay una rama de buen tamaño a media altura ocupando todo el ancho de la senda (que es estrecha), y que te obliga a pegar la cara al manillar para salvarla. La conozco, y anticipo el movimiento sin disminuir la velocidad con tan mala suerte de enganchar la rama con la mochila, y tan buena suerte de romperla gracias a la velocidad que llevaba. Un par de "padrenuestros", para agradecer la ayuda divina, me acompañan hasta el punto donde paro para realizar mis labores de fotógrafo.

rutas mtb madridUna, dos, tres, cuatro, cinco... y hasta seis buenas fotos logro en un paso muy chulo entre rocas. Después continuamos la bajada hasta la siguiente parada, provocada por un pinchazo inesperado. Aprovechamos el receso para comentar las mejores jugadas, con la emoción y alegría que el subidón de adrenalina nos proporciona. Unos minutos y continuamos con la orgásmica bajada bastante agrupados, hasta las proximidades del cerro de la Carrasqueta, antes del cual nos desviamos a nuestra derecha por un sendero rápido y muy divertido que nos lleva hacia el campamento Peñas Blancas.

El sendero nos deja en una pista, el camino del Canto Herrero, que llaneamos durante 600 metros antes de abandonarla por un sendero que nace a su izquierda y que nos conduce hasta la cañada Real Leonesa, muy cerca del camping de Valle Enmedio. Pasado éste comenzamos la segunda subida de la jornada, más corta, 3 kilómetros, pero también intensa y divertida. Un sendero con piedras y alguna que otra raíz que nos lleva hasta el collado de la Gargantilla y que comparte alguna parte con el arroyo del Prado Toril y alguna otra con el del Chuvieco.

El collado de la Gargantilla es un cruce de caminos: al este nos podemos dirigir hacia Cueva Valiente, al norte trialera de bajada hacia el final del Ingeniero y San Rafael, y al oeste hacia el Boquerón y el inicio del Ingeniero. Después de un breve descanso en el que aprovechamos para nutrirnos e hidratarnos, continuamos hacia el este, para dirigirnos al inicio del Camino del Ingeniero y realizar sus casi 12 kilómetros de recorrido.

rutas mtb madridDesde la Gargantilla toca pistear durante algunos kilómetros, en un sube y baja continuo que en su primera parte pasa entre el Chuvieco y Goyatos, y en la segunda entre Pie Enmedio y Cañada Traviesa. La buena temperatura nos acompaña y la charla hace más ameno el único tramo pistero de toda la ruta. En un "visto y no visto" estamos a los pies de Cabeza Perdiguera, donde podemos seguir hacia el Boquerón y patear hasta el Ingeniero o investigar un camino hacia el norte que, en teoría, nos conduce al mismo punto evitando el "empujabike".

Hoy toca investigar, así que tomamos dirección norte, primero por pista para, poco después, tomar un sendero que acaba desapareciendo. Ante la ausencia de sendero que seguir, continuamos campo a través, vadeando un arroyo y alcanzando un vallado que nos separa de nuestro objetivo. En este tramo alguien rompe la cadena y la parada junto a la valla se alarga, aprovechándola para beber algo de agua y "darle a la húmeda".

Una vez todos juntos, saltamos la valla (no encontramos la puerta que se supone existe) y nos lanzamos entre los pinos a buscar nuestro camino. Unas veces sobre la bici, y algunas otras empujándola, bajamos unos metros entre ramas, surcos, matojos, piedras... hasta llegar a nuestro preciado objetivo: el inicio del Camino del Ingeniero. Quien no conoce esta ruta quizás haya gastado demasiadas fuerzas pensando en que el camino es todo bajada, y eso provoque que no disfrute del mismo. Hay que dosificarse, y guardar algo de energía para gozar del camino, que es un sube y baja continuo, aunque con tendencia a subir en su primera mitad y a bajar en la segunda.

La primera parte de la senda es estrecha, con una importante caída a la izquierda en la que es mejor no fijarse. Luego el camino se ensancha y nos ofrece piedras, arroyos, raíces, curvas, rampones breves pero intensos... y todo ello en un marco incomparable de enormes árboles y helechos. El grupo se estira en función de su ritmo y cada uno va gozando el camino a su estilo.

rutas mtb madridExisten multiples alternativas que salen hacia la izquierda y que pueden provocar la pérdida del sendero. Paramos a cada cruce y damos la clave para no despistarse: "siempre a la derecha". Aún así, en una de las paradas para reagrupar las unidades que iban más rezagadas no llegan, y después de un buen rato de espera decidimos continuar sabiendo que, en el peor de los casos, llegarían antes de tiempo a la carretera que une El Espinar con San Rafael, y desde allí a los coches.

Los últimos kilómetros de la senda son los más agradecidos, tienden más hacia abajo... Los recorremos a buen ritmo: Ñako y Trasgos por delante, Magellan, Dr.Biela y yo a continuación, y el resto del grupo por detrás y sin contacto visual alguno. Cuando llegamos a los coches aún tenemos que esperar un buen rato hasta que empiezan a llegar las unidades restantes. Una patilla de cambio rota y la visita del tío del mazo a alguno de los rezagados han sido las causas del retraso.

Se nos ha echado la hora encima, así que dejamos la opcional para otro día. Nos conformamos con algo de charla, unas risas y la satisfacción de haber compartido un tesoro como éste. Volvemos a casa pensando planes futuros, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por Gustrek.
Fotos: Gustrek.

Cabeza de la Braña

Braña es una antigua palabra que aún se usa en Asturias para referirse a un pastizal de verano. Lejos del principado, pero cerca de la capital se eleva Cabeza de la Braña, al este del puerto de Canencia y con 1.772 metros de altura. Esta cabeza reposa sobre dos inmensas praderas: Collado Cerrado y Collado Abierto. Desde hacía algunas semanas, nos venía rondando una idea: disfrutar de las vistas y de la larga bajada desde este pico hasta Bustarviejo.

El asunto no era baladí: 22 kilómetros de subida sería el precio a pagar por los 12 de continua bajada por trialeras y senderos hasta Navalafuente, lugar desde donde iniciaríamos nuestra magnífica aventura. Y bajo estas premisas confeccionamos la, hasta entonces y para nosotros, inédita ruta.
rutas mtb madrid
ASISTENTES
Nos reunimos 11 bikers: Bake661, Dr.Biela, Esp102, Golfer, Gustrek, Jeby, Jesusla, Juan, Magellan, Trabu y Trasgos.

DATOS DE LA RUTA
Miércoles 9 de noviembre: 34km, 1.080m de desnivel de subida acumulado, 4 horas y media (2 horas y 45 minutos dando pedales).


IMÁGENES DE LA RUTA


VÍDEOS DE LA RUTA

(by Dr.Biela)




(by Gus)



CRÓNICA
Una vez más, el aparcamiento del centro de Navalafuente era el lugar donde, a las 9.00h, nos habíamos citado para iniciar nuestra inédita ruta. Con la excitación y la ilusión que produce conocer algo nuevo, fuimos llegando, uno a uno y/o por parejas, a nuestro punto de encuentro. Hoy contábamos con una nueva incorporación Esp102, que se sumaba a nuestra convocatoria a través del Foro MTB.

Preparamos nuestras monturas y nos pertrechamos entre risas, haciendo alusión a las rajadas de Trabu, al peso de nuestras "burricletas" y a un sinfín de chorradas que reflejan el buen rollo de nuestro grupo. Entre unas cosas y otras, nos ponemos en marcha casi 30 minutos después de la hora prevista, dirigiéndo nuestras monturas por las calles de Navalafuente hacia el oeste.

Tenemos por delante 9 kilómetros hasta el K-12 de M-610, después de pasar Bustarviejo, junto a la fuente del Collado. Este primer tramo es bien conocido por casi todos nosotros, de las múltiples ocasiones en las que hemos rodado por la zona, bien camino del Medio Celemín, bien camino de Miraflores. La baja temperatura que nos recibió en Navalafuente irá a medida que vamos consumiendo los primeros kilómetros de la larga subida hacia Cabeza de la Braña.

Hemos salido de de Navalafuente por el camino de Miraflores, una ancha pista en buen estado que pica hacia arriba, de forma suave pero continua. Después de algó más de kilómetro y medio abandonamos la pista hacia nuestra derecha, por un camino salpicado de piedras que nos permitirá enlazar con el camino de las Viñas, que ya no abandonaremos hasta llegar a Bustarviejo.

Rodamos agrupados por la ladera este del Pendón, siendo conscientes del largo trecho que aún nos resta para coronar. Pasamos junto a los Barracones, ruinas del antiguo destacamento penal de la postguerra, enclavado en la dehesa de Bustarviejo. Poco después de cruzar la cancela que nos saca de la dehesa, alcanzamos las casas más al sur del pueblo que la da nombre, desviándonos en este momento hacia el oeste por la pista paralela al pinar y que nos conducirá hasta la fuente del Collado.

Llegamos a la fuente una hora después de la salida, y unos metros más allá de la misma nos enfrentamos a la primera incidencia de la mañana. El cierre de la tija de Esp102, no tiene la presión suficiente para sujetarla, provocando la continua bajada del sillín y la imposibilidad de un pedaleo fluido. Tras múltiples intentos de solucionar el problema y más de 20 minutos de parada, tiramos la toalla, y el mencionado biker decide abortar la ruta volviendo sobre sus pasos hacia el coche.

El resto continuamos por el camino paralelo a la M-610, hasta que la cruzamos en las proximidades del Puente de la Mina y tomamos una senda que discurre entre un robledal hasta llegar a la carretera que sube al puerto de Canencia. La senda, de casi 4 kilómetros, es prácticamente llaneo, aunque nos permite continuar ganando algunos metros. El día está un tanto desapacible, un espeso manto de nubes cubre el sol, pero no hay amenaza de lluvia.

Aunque, como es habitual, llevo la cámara de fotos, hoy no estoy muy por la labor de utilizarla, y dejo pasar este bonito paraje sin inmortalizarlo. Ha pasado ya una hora y 45 minutos desde que salimos y sólo hemos cubierto 14 kilómetros de los 34 previstos. Tenemos por delante 3.500 metros de asfalto hasta coronar el puerto de Canencia. Por más que he buscado no he sido capaz de encontrar otro camino para atacar esta vertiente del puerto, a no ser que lo hubiésemos hecho por el bien conocido GR-10, que si ya es complicado de bajada por la ensalada de piedras que lo tapiza, de subida se me antoja poco ciclable.

El grupo se separa poco a poco en la subida, que no es excesivamente dura, pero que se hace larga por lo poco que nos agrada pisar asfalto y rodar junto a los coches. En 30 minutos hemos llegado a lo más alto del puerto, y hacemos una parada obligada para reagrupar y reponer fuerzas en la Fuente de la Raja, vulgarmente conocida por los bikers como "fuente del chocho" por el parecido entre ambas anatomías (la de la fuente y la del chocho, jeje).

El área recreativa está plagada de coches. Hoy es el día de la Almudena, fiesta en Madrid capital, y aunque el día no es de los más luminosos, la ausencia de lluvia y frío invita a disfrutar de la sierra. Disfrutamos de 10 minutos de descanso para un tomar una barrita y probar el agua de la fuente antes de continuar con el ascenso hasta el punto más alto de la ruta.

Unos metros después de la fuente tomamos el camino de Miraflores de la Sierra, una pista ascendente que sale de la carretera hacia el noreste, y que, después de un kilómetro, se separa en tres caminos. Tomamos la pista forestal de la derecha, protegidos por el frondoso bosque, que empieza a mostrarnos su lado menos amable ofreciéndonos unos rampones de más del 20% que ponen nuestras piernas a prueba. En uno de ellos, la burra de Trabu le descabalga, proporcionándole el manillar un buen arañazo en la cara que guarda como recuerdo.

Y como colofón, los últimos 100 metros: un cortafuegos plagado de piedra suelta que solo es capaz de superar sobre la bici Trasgos. Una vez todos arriba, parada para reponer fuerzas, disfrutar del paisaje y mostrar la satisfacción de haber conseguido el ansiado objetivo, conquistar la cima de la Cabeza de la Braña. Trabu repara su cadena, que ha roto en los últimos metros de subida. Nos colocamos las protes y después de 15 minutos de descanso nos disponemos a disfrutar de los 12 kilómetros de bajada continua que nos separan de los coches.

La primera parte de la bajada, hasta el pinar de Bustarviejo, es desconocida por todos nosotros, excepto por Magellan, que en ese momento recuerda haberla hecho alguna vez a lo largo de su dilatada vida como biker (no creo que existan muchos lugares que no hayan sido testigo de sus andanzas). Nos lanzamos ladera abajo entre los matorrales por un sendero que apenas existe, la pendiente es pronunciada y la senda apenas se ve, pero es perfectamente ciclable. Los matorrales van dibujando rasguños en nuestras piernas, al menos en las de Bake, las de Juan y las mías, que somos los únicos que vamos de corto.

A los pocos metros de inicar la bajada, noto como deja de tragar mi amortiguación trasera y embiezo a rozar los pedales contra el suelo. Cuando paro para comprobar qué es lo que sucede, observo que el amortiguador a perdido todo el aire. Malos augurios recorren mis pensamientos... Golfer, que lleva de todo en su Camelback, me deja una bomba de amortiguadores, con la que meto de nuevo presión al RP23 sin mucha confianza en que la mantenga. Pero, desafiando la ley de Murphy, el amortiguador se recupera aguantando en perfecto estado lo que queda de ruta. La única explicación a tan extraño acontecimiento es que el obús de la válvula estuviese desenroscado y al meter la bomba se colocase en su sitio.

Después del incidente (y con éste ya van 3), llegamos al Collado Abierto y tomamos una senda a media ladera, ésta algo más limpia y más disfrutona. Cada cierto tiempo vamos parando para reagrupar y no perder a nadie por el camino, el sendero no siempre está claro y a veces nos encontramos con bifurcaciones. Aunque la primera parte nos decepcionó un poco, esta cada vez nos gusta más, las piedras se multiplican y disfrutamos como chiquillos...

Seguimos bajando por una senda plagada de piedras, con algunas zonas de agua y barro que la hacen algo más picante. Rodamos junta a un muro de piedra que delimita una finca. Cuando el muro gira hacia el noreste, nosotros nos desviamos hacia el suroeste, para buscar la Cañada Real Segoviana, que en un formato de sendero estrecho y pedrolero y, en su último tramo, encajado en frondoso bosque, nos lleva hasta la M-610, al oeste de Bustarviejo.

Algo más de 4 kilómetros de bajada por senderos y trialeras desde Cabeza de la Braña hasta Bustarviejo que ha merecido la pena conocer y que nos dejan bien gozaditos. Los 8 kilómetros que nos quedan hasta los coches ya lo hemos rodado unas cuantas veces: el pinar de Bustarviejo, la trialera hasta el puente de la M-631 y el balcón de Navalafuente.

Desde la carretera subimos hasta el pinar de Bustarviejo, para disfrutar del senderito que lo recorre. Es un sendero disfrutón, de los de pedalear, con algunos toboganes y algunas piedras y raíces. Enfilamos el sendero a buena velocidad, las piernas ya se han repuesto de la subida y nos piden guerra. A mitad del sendero Golfer y yo nos damos cuenta de que vamos solos, así que... parada y espera. Después de un rato, y ya dispuestos a volver sobre nuestros pasos para buscar al grupo, contactamos por teléfono y nos informan de un nuevo incidente: pinchazo, creo recordar que de Juan.

Una vez reparado se nos une el grupo y continuamos hasta el camino de las Viñas para buscar la siguiente trialera, que une el citado camino con la M-631. Esta trialera es muy divertida, sin complicaciones pero entretenida, con zonas de sendero y zonas de grandes lanchares de roca firme que nos permiten disfrutar al máximo con sus escalones. En un "visto y no visto" (¡que cortas se hacen las bajadas!), estamos en la carretera, junto al puente del ferrocarril. Paramos de nuevo para reagrupar y continuar juntos por la carretera hasta la gasolinera, frente a la cual tomamos el sendero que nos llevará hasta Navalafuente.

El Balcón de Navalafuente, que así llaman a esta trialera, es una senda estrecha y con buenas piedras, con un par de pasos picantes, más de valor que de técnica, pero sin complicaciones, rápida y divertida que es el perfecto "fin de fiesta" para una buena ruta como esta. A las 14.00h llegamos a los coches y nos dirigimos a disfrutar de la merecida opcional. El bar de la "rubia" está cerrado, así que buscamos cobijo en uno próximo, donde disfrutamos de unas cervezas y nos enteramos de que Bake nos describe como unos "señores mayores" cuando se refiere a nosotros en conversaciones con sus amigos... ¡ni que él fuese un niño, jajaja!

Tras la cerveza, cada uno a su casa para cumplir con las obligaciones familiares, eso sí con una buena jornada endurera en las piernas y un monton de planes futuros en nuestros pensamientos, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por Gustrek.
Fotos: Gustrek.

Pico del Águila

Cuando afrontamos un nuevo reto, éste viene acompañado de la posibilidad del éxito o del fracaso, del acierto o del error, de las luces o de las sombras... Pero si algo caracteriza a un biker es la valentía y el afán de encontrar nuevas sensaciones sobre su montura, lo que nos permite dejar a un lado ese miedo que provoca la incertidumbre.

En este caso quisimos dar una vuelta de tuerca a uno de nuestros spots preferidos: el enjambre de senderos y trialeras de Hoyo de Manzanares. En nuestra incansable búsqueda de mejorar nuestras rutas, incluimos una subida y una bajada inéditas para nosotros: el Pico del Águila, eliminando el descenso del arroyo de Peñaliendre, que, hoy en día, es intransitable debido a la profundidad del surco que lo acompaña. El resultado... lo descubriréis si continuáis leyendo.
rutas mtb madrid
ASISTENTES
Nos reunimos 7 bikers: Golfer, Gustrek, Jesusla, Magellan, Trasgos y un par de amigos más.

DATOS DE LA RUTA
Domingo 30 de octubre: 25,5km, 715m de desnivel de subida acumulado, 3 horas y 30 minutos (2 horas dando pedales).

rutas mtb madrid
IMÁGENES DE LA RUTA


VÍDEO DE LA RUTA





CRÓNICA

El aparcamiento del cementerio de Hoyo de Manzanares era el lugar, y las 9.00 era la hora de nuestra cita. A todos los esperados (excepto Trabu, que una vez más se raja - esta vez por causa justificada-), se nos unen un par de amigos con los que ya rodamos el pasado mes en La Cabrera. Nuestro objetivo era realizar nuestra habitual ruta por Hoyo, subiendo algo más arriba del mirador, hasta el Pico del Águila, y sustituir, de este modo, la ya intransitable bajada del arroyo de Peñaliendre por una nueva senda inédita para todos nosotros.

rutas mtb madrid5 minutos después de la hora prevista comenzamos a dar pedales, los primeros metros por asfalto hasta tomar a nuestra izquierda el sendero, junto al Morreo, que nos mete en harina. La previsión de cielo cubierto ha fallado y luce el sol en todo su esplendor, aunque la temperatura es baja y todos nos ponemos nuestras chaquetas. Todos de largo, excepto yo, que raras veces cubro mis piernas (no me gusta el contacto con la lycra, jeje). Las protecciones en el maletero del coche... hasta que un día tengamos un disgusto.

El primer sendero, de un par de kilómetros y con tendencia a subir, nos permite ir entrando en calor, principalmente porque Golfer impone un "ritmo africano", y Trasgos y yo nos vemos en la obligación de perseguirle para que no se escape, jeje. Pasada la barrera que nos deja en la Colada de las Cañadas y Picazos, esperamos al resto del grupo, que con más cabeza que nosotros, recorre los primeros kilómetros a un ritmo más razonable. El terreno está en perfecto estado: humedo, compacto y sin charcos ni barro.

Unos metros de pista y antes de llegar al Zodiaco nos desviamos a nuestra derecha para continuar por la colada, que sigue picando hacia arriba. El número de piedras bajo nuestras ruedas empieza aumentar, exigiéndonos algo más en la subida, especialmente en algunos pasos complicados pero bien "resueltos". La pendiente cambia su tendencia, y disfrutamos de unos cientos de metros hacia abajo con algún paso que otro divertido, que aprovechamos para dejar constancia fotográfica de nuestra presencia en la zona.

rutas mtb madridTras las fotos continuamos disfrutando de la senda, que de nuevo pasa a ascender hasta alcanzar las casas más al noroeste de Hoyo. La charla, las bromas y las risas acompañas nuestras pedaladas, como es habitual, aderezadas hoy con el timbre de la nueva bici de Magellan: una flamante Cannondale Jekyll de carbono, un buen "pepino", y preciosa... incluso con el timbre, jajajaja.

Pasada la última casa, nos encontramos con un coche volcado junto a un muro de piedra, y a una pareja a su lado. Ella: sentada en el suelo, él: cabizbajo. Ante nuestra preocupación sobre su estado (de salud), nos relata lo que había pasado.
- Fue anoche, no iba deprisa, pero se cruzó un jabalí y al esquivarlo choqué contra el muro y volcamos... -nos explica el chico mientras ella permanece inmóvil y con la mirada perdida-.
- ¡Hombre, muy despacio no irías! -le contestamos-.
Más bien pensamos que lo que vio no fue un jabalí, si no un par de dragones, producto de su colocón. Lo que no nos explicamos es como habían salido del coche sin un rasguño siquiera.

Viendo que todo, excepto el coche, estaba en orden, continuamos nuestro camino, con el cachondeo en el cuerpo que nos había proporcionado la situación. Seguimos por la Colada de las Cañadas y Picazos hasta el cruce con la Cañada Real de Peregrinos, donde seguimos de frente para afrontar unos pasos pedroleros muy divertidos que nos hacen disfrutar como niños. Alguna foto más en un paso "picante" y continuamos la senda hacia la cascada del Covacho.

rutas mtb madridVamos rodando bastante agrupados, disfrutando de todas las irregularidades de los senderos por los que nos movemos. Es lo que tiene Hoyo, sus caminos nunca defraudan y siempre ofrecen diversión sin demasiada exigencia. Cruzamos el arroyo de Peña Herrera, que viene con algo más de agua que los meses pasados y que salpica nuestras monturas. Tras el arroyo, subida por la gran placa de piedra, que no sabemos cómo, lanza los huesos de Magellan contra el suelo sin más consecuencias que las risas del grupo (las suyas incluidas, ¡qué buen humor tiene este hombre!).

Como sabemos y podemos, vamos trepando por las rocas hasta llegar al punto más alto, donde Golfer llega primero y espera a que los demás vayamos llegando hasta reagrupar. Una vez la grupeta completa continuamos camino. A partir de este punto todo es subida hasta el Pico del Águila. Primero por el sendero que enlaza con el camino que sube al mirador, junto al famoso pino y la placa de piedra donde solemos parar a recuperar fuerza y mentalizarnos para el duro ascenso.

Para no romper la tradición, paramos bajo el pino y aprovechamos para tomar media barrita y beber algo de agua, más por obligación que por necesidad, puesto que la temperatura no nos ha hecho perder demasiado líquido. Después de unos minutos nos ponemos en marcha, conocedores de lo que tenemos por delante (al menos de una parte): unos buenos rampones plagados de piedras que van exigir que lo demos todo para poder superarlos.

rutas mtb madridUnos metros después de haber comenzado a rodar sobre los surcos y las piedras que tapizan el camino, nos enfrentamos a la bifurcación que esperábamos y donde hay que tomar una decisión. La subida al pico puede hacerse por dos lugares diferentes. El primero de ellos, tomando el desvío a la izquierda y recorriendo 3,5km para ganar 300m de altura. Desconocido por todos nosotros, excepto por Magellan, que una vez lo subió por error y que lo recuerda bastante complicado. La segunda de las opciones es subir hacia Peñaliendre (el mirador), y poco antes de llegar, tomar una trocha a nuestra izquierda que sube hasta el pico.

Considerando que más vale lo chungo conocido que lo fácil por conocer, tomamos la segunda opción y nos deleitamos con 2,3km de subida dura entre pedrolos, donde nos adelantan un par de "misiles" con sus rígidas que debían de llevar algo de prisa... El grupo se separa en el ascenso y cada uno va encontrando su ritmo hasta llegar al punto en que debemos desviarnos hacia Peñacovacha. Con cuentagotas vamos llegando, uno tras otro hasta que completamos el grupo.

Hasta aquí, todo conocido. Ahora empieza lo inédito, así que lo afrontamos con ilusión, aunque por el perfil del track no parece demasiado sencillo. La senda tiene 1,3km en los que ganaremos 150m de altura. A priori, es una pendiente media de algo menos del 12%, por lo que parece asequible, pero la realidad es muy distinta. Comenzamos con ganas, pero a los pocos metros ponemos los pies en el suelo (en sentido literal y figurado).

rutas mtb madridNos hacemos un "pateo" en toda regla, la pendiente, las piedras, lo roto del terreno nos obliga a poner pie a tierra cada vez que intentamos subir sobre nuestras monturas. No creo que lograsemos hacer ni 300m sobre ellas. En algunos tramos es complicado hasta subir empujando la bici. Más de media hora trepando y tratando de evaluar si aquello era ciclable bajando (subiendo ya comprobamos que no). Aún así, ni perdimos el buen humor ni se escuchó una queja, sabemos que la gloria tiene un precio y allí estábamos pagándolo.

Una vez arriba, en Peñacovacha, a 1.340m de altura y muy cerca del Pico del Águila (1.280m), aprovechamos para hacer un breve pero merecido descanso y una foto de grupo. Nos cruzamos con un grupo de bikers, que vienen desde Collado Villalba y suben por el lugar por el que nosotros pretendemos bajar. Con el buen sabor de boca que deja el trabajo bien hecho, nos disponemos a disfrutar de 5km de bajada continua por senderos y trialeras.

Los primeros 4km nos llevarán hasta el famosos pino y la losa de piedra del "momento barrita". Es un sendero trialero plagado de surcos, piedras y peraltes, muy disfrutón y sin más complicación que la velocidad que se alcanza en los tramos más pendientes. Hoy llevo la GoPro, y aprovecho para grabar el descenso. Llevo la cámara en la tija y el resultado de la grabación es óptimo: ni una sola vibración en la grabación... ¡como traga mi Specialized Enduro! Golfer protagoniza la filmación, hasta que se cansa de seguirme y se lanza a "tumba abierta".

rutas mtb madridParamos a reagrupar en el pino, en el que nunca había visto tanto "tráfico", varios grupos de bikers vienen y van por los diferentes senderos que se cruzan en este punto. Una vez todos juntos continuamos con el kilómetro de bajada que nos queda, por el sendero al sur de las cascadas que pasa junto a la fuente del Huerto y que cruza el arroyo de Peregrinos. Es un sendero estrecho, rápido, revirado y muy divertido, en el que continúo grabando. Golfer y Jesusla van intercambiando posiciones tras de mí, principalmente para no hacer un vídeo monográfico sobre el primero, jeje.

La bajada termina en el arroyo de Peregrinos y el sendero continua, a partir de él, en ascenso hasta el arroyo del Cuchillar, donde se une con la senda por la que nos dirigimos anteriormente hacia las cascadas. En este punto paramos unos segundos a reagrupar, ya que las distancias que nos separan son mínimas. Las piernas comienzan a acusar la dura subida, sobre la bici y al lado de ella, pero aún nos quedan energías para seguir disfrutando de ellas.

En cuanto llegan Magellan, Trasgos y nuestros dos nuevos invitados, continuamos la aventura descendiendo 1km más hasta la Berzosa. Nuestro siguiente objetivo es la trialera de los bomberos, así llamada por el retén que suele haber allí en verano y que vela por la integridad de la zona. Para llegar a ella, rodamos por asfalto unos metros por el camino de Galapagar hacia el este, y pasadas las últimas casas (o primeras, depende del sentido por el que vengas), tomamos la pista que sale a nuestra derecha y que nos conduce al merendero, inicio de la citada trialera.

rutas mtb madridA los pocos metros de rodar por la pista escuchamos un "psssssssss" breve pero intenso. Procede de la rueda trasera de Trasgos, que en milésimas de segundo pierde todo el aire que contiene. Paramos a reparar. En mi vida había visto una rueda tan bien aprovechada como ésta. Aún conservaba algo de su dibujo original, pero por los flancos se podía ver todo el entramado interno de la cubierta. Una de las múltiples "rozaduras" de la goma había dejado la cámara a la vista, y ésta no había aguantado los continuos pellizcos sobre las piedras.

Cámara nueva, un poco de aire y listo. Nos parece un tanto arriesgado que Trasgos baje la trialera de los bomberos con la rueda en estas condiciones, por lo que, quedando tan solo este tramo para completar la ruta original, abortamos la ruta dirigíendonos hacia Hoyo para disfrutar de una relajada opcional sin la presión del tiempo. Aprovechamos la parada para "echarnos" unas risas, a cuenta del comentario de alguno de los bikers (no diremos quien) de llevar a su suegra a un desguace, jajajaja.

En un par de kilómetros de asfalto estamos en una terraza junto a la plaza mayor del pueblo, al solecito y frente a una buena jarra de cerveza, en algunos casos con limón y en otros sin él. Concluimos la opcional, cortesía de Magellan, y nos dirigimos a los coches, no sin antes planear aventuras futuras, aunque eso... ya es otra historia...

Redactado por Gustrek.
Fotos: Gustrek y Jesusla.

La Jarosa y Cueva Valiente

Hace no mucho tiempo me hicieron una pregunta que me cogió por sorpresa; por el sitio en el que estaba y las personas con las que compartía reunión, no era algo esperable. Me hizo reflexionar y pensar durante un largo rato antes de responder, ya que era tan trivial que no podía creerme no tener una respuesta rápida.

La pregunta: ¿cuál es tu Leitmotiv en la vida, es decir, qué te hace levantarte cada día? No revelaré aquí mi respuesta, pero sí diré que -a mi modo de ver- hay cierto tipo de personas para las que deportes como el MTB ayudan a dar sentido a una vida…y días como el de ayer que la llenan de momentos inolvidables; ¿y qué es la vida sino una sucesión de momentos, en la que hay que intentar que la mayor parte de ellos lo sean?
rutas mtb madrid
ASISTENTES
Nos reunimos 7 bikers: Dr.Biela, Golfer, Gustrek, Jeby, Ñako, Rul Bierzo y Senderos de Traición.

DATOS DE LA RUTA
Domingo 30 de octubre: 36km, 1.262m de desnivel de subida acumulado, 5 horas y 44 minutos (3 horas y 23 minutos dando pedales). En la track y en estos datos no está incluida la subida al refugio de Cueva Valiente.

rutas mtb madrid
IMÁGENES DE LA RUTA


CRÓNICA

Habíamos quedado a las 9:00am en el parking de la Jarosa (Guadarrama) 7 valientes bikers: Jeby, Dr. Biela, Gustrek, Senderos, Rul Bierzo, Ñako y Golfer, dispuestos a todo para disfrutar de un espléndido día de MTB.

Gustrek y yo salimos a las 7:55am desde el sitio habitual. Llegamos con 30 minutos de adelanto con respecto a la hora prevista, como si presagiáramos lo que estaba por venir y tuviésemos prisa por empezar. Nos tomamos un café para hacer tiempo y a las 9:00am estamos en el punto de encuentro. A las 9:05am ya han llegado todos…¿todos? Bueno, todos no, faltan Rul Bierzo y Jeby, que han tenido “sus más y sus menos” con la autonomía de su vehículo. Una vez estamos todos preparados, nos ponemos en marcha, casi a las 9:45am.

rutas mtb madridEl perfil del track nos da bastante información cuantitativa de lo que tenemos por delante (kms, altitudes), sobre todo a aquellos para los que (como yo) es la primera vez que realizamos la ruta. Pero es imposible que una fría línea nos dé la parte cualitativa; para tenerla hay que recorrer el camino kilómetro a kilómetro, metro a metro, piedra a piedra.

Sabemos que toca empezar subiendo más de 10kms, lo cual no es novedad en nuestras rutas. El desnivel a salvar es importante y según van pasando los kms (al principio sobre asfalto, luego sobre pista en buen estado) empezamos a enviar sangre caliente a nuestras piernas, haciendo funcionar nuestras glándulas sudoríparas, de forma que los que se han abrigado de más empiezan a quitarse prendas (no estoy yo entre ellos, pues he salido de corto).

Alguno en el grupo, que está empezando a ganarse una fama…(y no diré nombres para evitar escarnios públicos, pero sí que lleva una Trek con cuadro nuevo, jajajaja) no para de hablar mientras subimos, nos tiene locos al resto, jajajaja. Los demás vamos quemando calorías mientras conversamos cada vez menos y comenzamos a pensar en nuestras cosas, porque charlar no es lo que más apetece cuando la orografía se complica. Dr. Biela confiesa en una parada para hacer fotos que ha dormido mal y que ha pasado unos días resfriado, con lo que ve rondando por ahí “al tío del mazo”.

rutas mtb madridPoco a poco van pasando los kilómetros y yo particularmente encuentro el ritmo en el cual me hallo cómodo subiendo. A unos 1500m de llegar al final del primer repecho (¡ingenuo de mí, al pensar que ya quedaba poco para comenzar a bajar!) me adelanta Dr. Biela…¡caramba con el que iba “apajarado”!. Le sigo el ritmo hasta llegar arriba y allí esperamos (poco) al resto, justo para darnos cuenta de lo que nos queda aún por delante: una trialera de subida que vista desde abajo quita el hipo.

Piedras, raíces, rocas y una pendiente positiva importante van exigiendo el máximo de nuestras fuerzas, técnica y resistencia a partes iguales. Raro es el que no tiene que poner pie a tierra aquí o allá, por un motivo o por otro. En mi caso, mantengo una pelea con un par de ramas que cruzan el sendero y pierdo por goleada: me agarran de la Camelback y no hay forma de seguir.

El caso es que, poco a poco (¡qué remedio…!) llegamos al refugio de La Salamanca donde paramos a tomar unas bien merecidas y necesarias viandas, que en unos casos son barritas energéticas, en otros un plátano y en el mío los frutos secos que tanto me gustan y tan bien me van.

Nos colocamos las protecciones (excepto Dr. Biela, que “no usa de eso”), esos talismanes que nos dan la confianza para bajar por esos sitios que, vistos desde arriba, son “pasos complicadillos” y vistos desde abajo se convierten en “¡¡¡¡¿Pero cómo he bajado yo por ahí?!!!!”. En fin, ya lo dijo Einstein: todo en este mundo es relativo al sistema de referencia que se utilice…y no vamos a ser nosotros los que le contradigamos, jejejeje.

rutas mtb madridEsta primera trialera es rapidísima. Tiene tramos con piedras sueltas, pero yo diría que los menos. Abundan las rocas fijas, las curvas ratoneras, una pendiente pronunciada…y unas vistas espectaculares, ya que es la cuerda de la montaña. Claro, que a uno no le sobra mucho tiempo para disfrutarlas entre piedra y piedra, la verdad sea dicha.

Lidero el descenso. En un momento dado y como no conozco el camino, siendo por otra parte muy propenso a pasarme todos los desvíos, decido parar. Ñako, que viene a pocos metros de mí y Gustrek algo más atrás, paran conmigo a esperar al resto. Tardan en venir, pero finalmente los vemos arriba entre los árboles. Reagrupamos y dudamos de si nos hemos pasado la bifurcación, comprobando posteriormente que no.

Es en este punto donde comenzamos una pequeña disquisición, promovida por Dr. Biela, alrededor de la dureza en la amortiguación de nuestras horquillas…acabando la cosa en el descubrimiento por mi parte de que la cámara negativa de mi Rockshox ¡estaba sin aire! Así no llegaba últimamente más allá de la mitad del recorrido y tenía un tacto mucho más seco. Pongo aire con la bomba correspondiente (que evidentemente llevo en mi taller-Camel), a una presión ligeramente inferior a la que recomienda la tabla y…¡voilá!...la horquilla vuelve a ser mantequilla pura. ¡Y yo riéndome de los que bajan el GR10 con el bloqueo puesto!

Llegamos al campamento Peñas Blancas, donde rememoramos viejas anécdotas relacionadas con los walkie-talkies en alguna ruta realizada hace tiempo ya; y desde el cual nos toca pistear unos cientos de metros hasta alcanzar el camping Valle Enmedio. Allí paramos a rellenar de líquido nuestras bolsas y bidones y tomar algo sólido, ya que el cansancio empieza a hacer mella en nuestros organismos y nos espera otra subida de órdago.

rutas mtb madridRetomamos la marcha, en sentido ascendente de nuevo. Esta subida ya la conocemos de las diferentes versiones de la ruta de El Ingeniero que hemos hecho; el tramo compartido con aquélla es hasta el collado de La Gargantilla. Hay un paso a mitad de la subida que se las trae: son unos 10-15m de rocas de buen tamaño, con buen desnivel añadido. Es aquí donde servidor rompió la cadena hace unos meses (como bien refleja la crónica de aquel día) cuando estaba a puntito de “resolver positivamente” el trance. Y es aquí donde, con Dr. Biela y Ñako de espectadores de excepción, consigo en esta ocasión superarlo. La lucha entre la naturaleza -empeñada en demostrarnos lo nimios que somos- y el hombre, reacio a subyugarse a aquélla. Una mezcla de potencia, técnica…y sobre todo suerte. Suerte de acertar en la trazada y que la rueda delantera vaya por donde se le marca, de que la rueda trasera tenga el grip adecuado cuando hace falta, de que no fallen las fuerzas o el aliento en el momento justo… ¡qué sensación tan maravillosa deja la victoria tan trabajada!

Henchido de orgullo, aunque casi exhausto porque la subida no deja lugar para la recuperación del aliento, llego al collado de la Gargantilla. A partir de ahí, cuando en el Ingeniero toca bajar, en esta ocasión nos toca seguir subiendo…¡y qué subida! Paramos antes a tomar otra barrita, coger ánimos…y vamos, que nos vamos.

rutas mtb madridLlegados a este punto, cada uno ya va a su ritmo. La subida se las trae, comienza con un tramo semiasfaltado con pendientes considerables. El grupo comienza, como digo, aquí a estirarse con Jeby , Dr. Biela y creo que Ñako adelantándose, Rul y yo sin perderles de vista y los demás algo más atrás. El camino semi asfaltado deja sitio a una pista no muy rota, que enseguida se rompe y poco más tarde se llena de piedras sueltas, aumentando aún más la pendiente. Consecuencia: Rul para a darle un respiro a su corazón y yo sigo, con el mío casi en la boca. Unos cientos de metros más adelante tengo que poner pie a piedra, ya que no consigo mantener la verticalidad con tanta piedra en esa pendiente tan grande. Andando alcanzo rápidamente un lugar donde cabalgar de nuevo en mi Genius y sigo hasta arriba. Poco después aparece Rul Bierzo, detrás de él Gustrek y Senderos, que aguanta el tipo sin problemas.

Alguna vez me he planteado si hay cierto punto masoquista en este deporte, duda que se disipa por completo cuando decidimos terminar la faena y subir a la Cueva Valiente. Por si no habíamos tenido suficiente desnivel acumulado hasta entonces, nos lanzamos (todos menos Gustrek, al que le pesan los kms que hizo el día anterior en Moralzarzal y decide quedarse allí a esperarnos) a por otros 500m, donde se salva un desnivel de unos 100m más (así, a ojo de buen cubero). Pero el esfuerzo bien vale la pena. Las imágenes se quedan cortas para describir la sensación de estar allí arriba: las vistas, el viento, el aroma, la sensación de paz, etc. no hay fotografía que pueda plasmar todo eso. Hay que estar allí y dar gracias al MTB y a los compañeros que diseñaron la ruta por ello.

Algunos comienzan a quedarse fríos y además Gustrek está esperándonos, por lo que decidimos bajar ya. Recogemos a Gustrek y nos lanzamos en busca de la que termina siendo una de las mejores trialeras (o sucesión de ellas) que he hecho nunca. Desde los 1900m de Cueva Valiente hasta los 1080m del parking de La Jarosa, con una subida nada despreciable (por no decir que muy puñetera) intercalada. En total, unos 900m de desnivel negativo acumulado en unos 10-12kms.

rutas mtb madridPiedras, algunos pasos técnicos, más piedras, raíces, roderas, más raíces, pinos, curvas previsibles, otras no tanto…¡todos los ingredientes posibles para el disfrute! Se lanzan primero (aunque vamos cambiando el orden en cada “relanzamiento” después de alguna parada para reagrupar): Dr. Biela y Gustrek, yo detrás y Jeby conmigo. Finalmente Senderos (que cada vez baja mejor con su Trek Fuel), Ñako y Rul_Bierzo, el cual tiene más que mérito por realizar esta ruta con su rígida.

Aquí se puede hablar sin tapujos de la situación “marica el último” y todos nos despendolamos dentro de nuestras posibilidades. Siento el aliento de Jeby detrás de mí y en un lugar en el que encuentro sitio adelanto a Gustrek, lanzándome a por Dr. Biela. Este no tiene un día especialmente fino (pilla dos o tres parcelitas dignas de mención por la belleza y plasticidad de las mismas, una de ellas captada por la cámara de Gustrek en un paso donde yo casi pillo también) y delante de mí veo que sufre lo que denominamos una “situación de tensión” ante el arrastre de la rueda delantera en una rodera complicada. Se hace con la situación magistralmente, pero le da un tirón en la pierna al hacerlo, según me cuenta posteriormente. Jeby y yo nos interesamos por su integridad y como nos asegura que está bien, continuamos nuestra loca carrera hacia abajo.

A Jeby se le notan las ganas por desquitarse de esos meses con la rígida partiendo piedras y pone su Trek al límite, acortando la vida de esta pobre máquina con unos cuantos pedrolazos de esos que dejan huella…y no metafóricamente hablando. Los antebrazos se me cargan, de tal forma que en alguna apurada de frenada tengo que utilizar 2 dedos…¡qué pasada!

rutas mtb madridY llegamos al final de la bajada. Ñako no habla mucho, pero su cara lo dice todo. Senderos está cogiendo un nivel que da miedo y no para de decir lo mucho que ha disfrutado. Gustrek, como siempre, irradia felicidad. Jeby está encantado con su nueva montura. ¿Y yo? Yo tengo una parte muy importante de la respuesta a la pregunta con la que comenzaba la crónica...

La llegada al coche es un mero trámite de asfalto para estirar las piernas, después de una ruta tan dura. Bajar estas trialeras cansa tanto o más que muchas subidas. Rul tiene que irse y se lleva a Jeby. Dr. Biela tiene cita con los suegros y ya llega con horas de retraso (¡pobre!) y Senderos también nos deja. Así que nos quedamos Gustrek, Ñako y yo como únicos representantes para acabar con unos fabulosos bocatas en el Romantic. La mejor manera de acabar una de las mejores rutas que jamás he hecho, sin duda.

Redactado por Golfer.
Fotos: Jeby y Gustrek.