Abortamos ruta en Ohio

¿Algún lector supersticioso? No era martes, pero sí 13. Nuestra intención: la clásica a Hoyo para disfrutar de sus trialeras, especialmente la bajada del mirador y la de los bomberos... pero el maleficio de Hoyo, presente en algunas de nuestras andanzas por la zona, y que creíamos ya exortizado, vuelve a hacer acto de presencia.

ASISTENTES
Nos reunimos 3 bikers : GusTrek, Ñako y Picolisto.

DATOS DE LA RUTA
Sábado 13 de noviembre: 13,5km, 325m de desnivel de subida acumulado, 1 hora y 15 minutos (55 minutos dando pedales).

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IMÁGENES DE LA RUTA



CRÓNICA

Como es habitual en AlcoSanse, el viernes por la tarde no había nada definido para el fin de semana. La amenza de lluvia, las obligaciones de los unos y de los otros... en fin, pocas unidades alcosanseras disponibles para el sábado. Ñako propone una vuelta por Hoyo, y nos adherimos un trankilo: Picolisto, y un alsosansero: GusTrek.

El punto de encuentro: cementerio de Hoyo de Manzanares; la hora: 9.00. Salgo pronto de casa y me dirijo hacia Hoyo atravesando algunos bancos de niebla. 15 minutos antes de lo previsto estoy aparcando, pero me quedo en su interior disfrutando del calor de la calefacción y de la música de Offspring a la espera del resto de los bikers. Cuando estamos todos nos pertrechamos y preparamos nuestras monturas. He decidido realizar toda la ruta con protes, ventajas de llevarlas blandas, Ñako las lleva en el camel y Picolisto... las debe tener en casa.

Entre unas cosas y otras, nos ponemos en marcha casi a las 9.30. El día está nublado, pero no amenaza tormenta y parece que intenta abrir para dejar paso a algún rayo de sol. Salimos del parking del cementerio hacia la M-618 para recorrerla durante unos metros hacia el este en busca del camino que, hacia el norte, se inicia junto a la finca El Morreo. Conocemos bien el camino, ya que es el inicio natural de todas nuestras rutas por la zona. Es un sendero de unos 3km que nos deposita en la Colada de las Cañadas y Picazos, picando hacia arriba y salpicado por piedras, lo que nos permite ir alcanzando la temperatura muscular adecuada.

Me encanta cómo está el terreno, húmedo pero compacto, el agarre es perfecto y no hay el menor rastro de barro. Llevo un buen ritmo, empujado por los dos makinas que me acompañan, Ñako sobre su doble y Picolisto sobre su rígida de carbono. No nos cruzamos a nadie, algo extraño en una zona donde siempre encontramos senderistas. En 12 minutos hemos recorrido este tramo, y nos hallamos en la pista, Colada de Cañadas y Picazos, que tomamos en dirección suroeste.

200 metros de pista y nuevo cambio de dirección a nuestra derecha, para tomar el sendero que, con el mismo nombre que la pista, nos permite rodear Hoyo por su norte. Encontramos los primeros pasos pedroleros de la zona, algunos en subida, donde nos toca hacer algún pie, y algunos otros en bajada donde empezamos a disfrutar y hacer trabajar a nuestras suspensiones. Cada día me encuentro más a gusto con mi Specialized Enduro, no sólo bajando, (¡cómo traga!) si no también subiendo.

Conozco los pasos, y me siento bien sobre la bici, por lo que me lanzo el primero a disfrutar de todas y cada una de las piedras del sendero. Voy rápido y elijo bien las trazadas, lo que me permite disfrutar al máximo... ¡mucho flow! Me sigue Picolisto, que sobre su rígida baja de lujo (habrá que verle sobre la doble, uff), y, unos metros más atrás Ñako. Una parada en el paso de los "pedrolos gordos" para hacer unas fotitos y continuamos.

Este segundo tramo, de 3,5km nos deposita en las últimas casas al oeste del pueblo. Nos cruzamos con un par de bikers, sobre sus bicis de enduro, que llevan la misma dirección que nosotros y a los que acompañamos durante unos cientos de metros hasta que toman un camino diferente al nuestro.

Dejamos Hoyo de Manzanares a nuestra espalda y continuamos dejando la Casa de las Rozuelas a nuestra izquierda. Vamos juntos, sin necesidad de reagrupar, buscando la Cañada Real de Peregrinos, que nos conducirá a seguir disfrutando de senderitos pedroleros. 1 km de llano y un par de ellos en bajada hasta el Camino a Galapagar, al norte de La Berzosa. Seguimos rodando en el mismo orden, parando en los cruces de senderos para no perder a nadie. En uno de ellos, Ñako se retrasa, ha sufrido una caída sin más consecuencias, aparentemente, que el desgarro del culotte en una rodilla y algo de sangre en la misma (y las protes en el camel, para que no se le rompan las barritas energéticas, jeje).

Llegamos a La Berzosa a las 10.00h, llevamos poco más de media hora de ruta, pero la sonrisa en nuestros rostros delata el alto nivel de disfrute. Continuamos a nuestra derecha, para llegar al murete del "crazy mexican jump", donde Ñako manifiesta sus problemas con la maneta del cambio trasero. En la caída se ha llevado un buen golpe, y no funciona correctamente. Como somos unos osados, nos disponemos a desmontarlo para tratar de solucionar el problema.

Como suele ser habitual, obtenemos beneficios, es decir: nos sobran piezas, jajaja. Pero el problema se agrava al comprobar que el eje sobre el que giran las manetas se ha partido. La burra de Ñako en el piñón pequeño y sin posibilidad de arreglo. En estas condiciones se hace complicado continuar la ruta, teniendo por delante la subida al mirador, por lo que nos solidarizamos con él y decidimos abortar la ruta.

Media vuelta y camino de una opcional en Hoyo. Volvemos por la pista que nos lleva hasta el pueblo, donde aparcamos nuestras monturas en una cafetería frente a la Plaza Mayor. Son algo más de las 10.30h, y aunque se nos pasa por la cabeza tomarnos unas cervezas, nos decantamos por café con leche y unas estupendas tostadas con aceite y tomate y algún churrito que otro. Algo de charleta distendida y relajada, hoy el reloj no nos aprieta. Terminamos el desayuno y nos dirigimos a los coches callejeando por la población.

Las bicis a los coches, y nosotros también. No hemos hecho ni 15 kilómetros, pero hemos disfrutado de algunos senderos y piedras, de un buen desayuno en excepcional compañía y de la alegría de comprobar que la caída de Ñako se ha quedado en una simple avería mecánica. De camino a casa, música y pensamientos sobre aventuras futuras, pero eso... ya es otra historia...

Redactado por GusTrek.
Fotos: GusTrek.